Todo fue un malentendido que se volvió dinero, prensa, y fama; mucha fama
Ale Mulller cantante reconocida mundialmente, actriz, modelo, una niña de 17 años que lo obtiene todo cuando quiere, está apunto de lanzar su primer disco. Hablando de su pers...
-Yo quiero un hermanito- dijo Pablo era un niño verdaderamente hermoso cargaba unos profundos ojos color celeste y su cabello rubio igual al de su padre, su color de piel era blanca como la de su madre ambos parecían dos témpanos de nieve- Para jugar. Estoy solo.
-No estás solo- dijo Santiago- Yo juego con vos todo el tiempo y tu mamá también- Santiago se levantó y tomo una hoja y una pluma de un cajón que había en la habitación de su hijo- Mira te voy ayudar a escribir una nota.
-Para pedirle a Santa- sonrió Pablo mostrando algunos dientes faltantes- El si lo va a traer.
-Amores de mi vida- dijo Ale entrando al cuarto de su hijo- Según tus abuelos es mejor que duermas temprano así mañana tienes toda la pila del mundo mundial y vas a poder jugar con todo lo que le pediste a Santa.
-Si está noche viene Santa ¿Como podré pedirle un hermanito?.
-Santa siempre sabe- sonrió Ale para después abandonar el cuarto.
Al día siguiente
-¡Es hoy, es hoy, es hoy!- grito el pequeño y más consentido de la casa- ¡PAPA!.
Santiago salto de la cama provocando que su esposa imite su acción. Ese niño era muy hiperactivo por las mañanas asustando a sus padres con pequeñas bromas.
-Es tu hijo- dijo Ale enterrando su cara en la almohada- Ve.
-Feliz Navidad, ¿No?- dijo Santiago colocándose su remera solía dormir solo en un pantalón y la nieve que caía en la ciudad de New York no iba hacer excepción- ¿Y mi regalo?
-Feliz Navidad, tú regalo está abajo- dijo Ale.
-Mi regalo está aca- contesto Santi mirando a su esposa- Despertate- y le regaló dos fuertes palmeadas en el trasero.
-¡Eso dolió, imbécil!- grito para darse la vuelta, pero su esposo ya no estaba más. Había huido de la tormenta, Müller.
Ale rodó los ojos, había que levantarse. Tomo su bata y su celular el cual estaba lleno de mensajes y comenzó a contestar los más importantes los de su mamá y hermanos, cuando terminó de hacerlo decidió hacer una historia para sus fans.
-Feliz Navidad a todos- dijo Ale al celular- Ustedes son mis regalos y dentro de poco les voy a dar su regaló ¡Nueva música! Después de meses.
-¡Mami!.
-Me voy, bye los amo- dijo Ale terminando su historia. Salió del cuarto y ahí estaba su familia abriendo los regalos- Hey no me esperaron- se quejo Ale y se acercó para saludar a sus suegros.
-Mira Pablo- dijo Soledad- Está caja es para ti y para tu papá.
Santiago miro confundido a su mamá y tomo la caja que Soledad estaba señalando. Pablito se sentó sobre las piernas de su papá y tiro del lazo que sujetaba la caja.
Había una carta color rosa que decía.
"Hola, papá y hermanito. Nos vemos en nueve meses"
Y una foto de una ecografía. De los ojos de Ale comenzaron a brotar muchas lágrimas al igual que los de Soledad.
-¿Que dice papá?- pregunto Pablo mirando las fotos.
-Vas a tener a tu hermanita- dijo Santiago mirando a su esposa- Tu mamá está embarazada.
Pablo se levantó y comenzó a saltar de la alegría, ahora iba a tener con quien jugar. Santiago por su parte se acercó a su esposa y la beso con intensidad, no le importaba que estuvieran sus padres presentes solo quería demostrarle a su esposa lo feliz que estaba con un beso.
-Vamos a desayunar- anuncio Leopoldo cargando a Pablo. Soledad, Leopoldo y Pablo abandonaron la sala dejando a los tortolos juntos.
-Enfrente de tus papás no- rio Ale limpiando sus lágrimas- ¿Que piensas?.
-Que soy el hombre más feliz de mundo- dijo Santiago- Te amo.
Pov Santiago
Escuché la puerta le di un último beso a Ale y me acerque a la puerta. Abrí la puerta y recibí un puñetazo de parte de Diego por suerte no me cai, pero estuve apuntó de hacerlo si no fuese que Ale me tomo las manos y salga de mi sorpresa.
-¿Que le pasa?- dije- ¿Por qué el puñetazo?.
-¡Por dejar embarazada a mi hija!- me gritó Diego- ¡Arruinaste su vida otra vez!.
-¡El no arruinó nada!- dijo Ale- Aquí nadie arruinó nada.
Escuché un llanto fuerte y me di cuenta que mi hijo estaba llorando- Ma llévatelo de acá- le pedí a mi mamá.
-¿Cómo puedes pedirme que me calme?- Pregunto el- Estás esperando un hijo de este mal nacido.
-Señor Müller no me ofenda- le pedí tocando mi nariz la cual estaba sangrando, creo que me rompió la nariz- Quitese la venda de los ojos y vea que su hija es feliz.
-¿Feliz? En unos meses vas a traer al mundo otra basura como el, hija desaste de ese bebé.
-¿Cómo puedes pedirme eso?- Pregunto ella y pude sentir que está a nada de llorar- Eres mi papá y deberías estar feliz. Voy a tener a este bebé y...
-Si tu decides eso... Está bien- dijo Diego- Olvídate de mi y renunció como tú representante. Estás sola- dicho eso tomo su maleta y abandonó la casa.
Ale comenzó a llorar, no sabía que hacer estaba cubierto de sangre y tampoco quería ensuciarla, tengo que cuidarlos.
-No estás sola- le dije- Nos tenés a nosotros.
-Puedes abrazarme- me dijo- Me vale la sangre, neta.
Y así lo hice la abraze. No es lindo ver cómo tú compañera de vida llora y vos no poder decir las palabras adecuadas. Solo quiero que estos nueve meses pasen lentos y que sean tranquilos para pasarla bien con ella y disfrutar este embarazo.
-¿Hay fresas con crema?- me preguntó- Tu bebé quiere comer.
-Voy a buscarlas- dije- ¿Te encargas de Pablo?.
-Si.
Me levanté y me fui a la cocina. Me arde la nariz, me acerque al grifo y me limpie todo, mi remera blanca estaba llena de sangre. El celular de Ale estaba a mi lado y comenzó a sonar, jamás abrí el celular de Ale sin su permiso, pero parecía urgente. Los desbloquee y vi el mensaje.
Ale, necesito verte. En el lugar de siempre- Paulo
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