Cap 32 ▪️COMPAÑIA ▪️

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~Billie Eilish -  My Strange Addiction.

- Observación -
Inserte la canción para crear ambiente, creo que encaja perfectamente con este capítulo akskdlskd, disfrútenlo.

(...)

NARRA RAYITA

La música moderna retumbando en las paredes del establecimiento, la gente alborotada bailando por doquier, personas junto a mi bebiendo sin control y aún más gente haciendo quien sabe qué por los rincones, era de esperarse que sea una noche que prometiera. Me encontraba totalmente ebria y mi vista nublada no ayudaba en nada, no pensaba alejarme de donde me encontraba porque despegarme del bar sería como lanzar un filete fresco a una manada de lobos hambrientos, no es que sea un manjar pero la forma en que estaba vestida no me daba buen presentimiento; podría notar que a mis cercanías habían cualquier tipo de hombres con una pinta para nada confiables y eso lo pude confirmar cuando dos de esos tipejos comenzaron a venir en mi dirección, uno era alto de cabello rojizo y el otro era bajo con cabello azabache, rodeo mis ojos mientras le doy un pequeño sorbo al vaso de tequila que tenía en mi mano.

— Oye preciosa, ¿no te apetece tomar un poco de aire? Veo que estás un tanto acalorada.

— No, la verdad que no, hip. —Atiné en decirle al azabache, sabía cuáles eran sus intenciones, lo sabía perfectamente.

— ¿y que tal a la pista de baile? la pasaremos genial muñeca. —Dice el pelirojo acercándose por detrás y apoyando uno de sus brazos al rededor de mis hombros, doy una honda exhalación y de una sola bocanada termino de beber mi vaso de tequila que segundos después asentuo con fuerza sobre la barra.

—Si sigues posando tú asqueroso brazo sobre mi un minuto más considéralo perdido, hip.

— ¡Vaya, la preciosura tiene garras!
Sabes cielo más te vale hacernos caso —el azabache posa su mano sobre uno de mis muslos descubiertos y empieza a darle leves caricias— tu sola no podrías ni hacernos un pequeño rasguño, considera lo que te decimos y saldrás ilesa de esto. —Error, el más bien no sabe con quien está tratando, tomé ciertas medidas al saber que vendría a este tipo de sitios, en la parte trasera de mi muslo derecho se encontraba apretada con una liga una pequeña daga en su respectivo estuche, la cabeza me comienza a dar vueltas pero no es pretexto para que en este preciso momento quede inconsciente, si es posible sería capaz de sacarla y cortarle el cuello en este preciso instante al bastardo que tomo la iniciativa de tocarme indebidamente, sentía como sus largos dedos se iban adentrando cada vez más por debajo de la diminuta tela, era realmente repugnante, la ira me empezó a carcomer el cerebro, no dudé ni un solo segundo en hacer lo que tenía en mente y comencé a acercar mi mano por debajo de mi otra pierna para sacar este infernal instrumento que le quitaría la vida de un solo movimiento, pero me doy cuenta que la mano de la persona que se encontraba sentada a lado mío logra detenerme de repente sacándome así de mis pensamientos impulsivos.

— Creo que mi prometida fue suficientemente clara al decirte que no quería ninguno de tus servicios. —inquirió el, debo admitirlo me encontraba realmente absorta con lo sucedido, hay algo de este sujeto que me resulta extrañamente familiar pero ¡demonios! mi visión es una completa mierda. Trato de enfocar su rostro pero me resulta borroso y las luces tenues del establecimiento no ayudaban en absoluto, quisiera saber más de este sujeto.

— ¿Perdón? ¿Quién te crees que eres? No me comeré el cuento de que es tuya porque si lo fuera hubieras reaccionado al instante, no trates de hacerte el chico bueno. —Menciona replicando el pelirrojo.

Suelta una risa burlona— Nunca pensé serlo —agregó el con una nota de cólera en sus palabras, luego de hacerlo se abalanza sobre estos y los comienza a masacrar a golpes, hasta que el pelirrojo no soportó más y se terminó por alejar sabiendo que su fuerza era totalmente nula comparada con la de aquel sujeto que se había dignado a protegerme, el azabache, quien se había atrevido a manosearme quedó inconsciente y desangrando en el suelo con heridas serias. La gente observaba curiosa el acto, como si de un espectáculo se tratase, yo no sabía que hacer en ese momento, si aprovechar en irme sin dar las gracias o quedarme e invitarle un vaso de tequila por lo que había hecho, NADA, mi mente había quedado en blanco mientras contemplaba la escena, estaba totalmente inmóvil pero eso cambió cuando el tipo se acercó hacia mi a tomar de mi mano y de un solo tirón me jaló para empezar a caminar fuera del lugar.

¿Me enamoré de un Ghoul? [Kaneki y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora