Pasó un año desde que Yuuji apareció en los sueños del peliverde. Su mente le insistía que él era real y que no se rindiera, pero una parte le decía que se rindiera. Además, no había avances con su Quirk. Por más que había intentado, no lograba despertar nada. Lo máximo que había logrado fue un gas mientras intentaba despertarlo en su habitación. Fue un alivio el que no hubiese nadie ahí mientras intentaba despertarlo.
Izuku.- nos retiramos mamá
Inko.- vallan con cuidado a casa ¿Sí mis tesoros?
Izuku.- lo tendré, vamos Izumi
Izumi.- nos vemos mama
Los pequeños se alejaban de su madre mientras se atravesaban la entrada de su centro educativo. Hace algunos días Izuku decidió volver a casa solo. Su madre acepta, pero furtivamente los vigilaba mientras regresaban a casa. Quizá fue el día más preocupante que hubiera tenido Inko como madre. Fue el primer día en que los menores estuvieron solos fuera de casa. Izuku se había esforzado para no depender tanto de su madre.
La mañana de los niños fue algo ajetreada por decirlo de alguna forma. La maestra había reconocido el esfuerzo de Izuku por un buen tiempo y su hermana parecía importarle poco las actividades que realizaba. Izumi Midoriya se podía considerar la contraparte de Izuku, era todo lo contrario a su hermano en cuanto personalidad se tratase. El último año había desarrollado un su Quirk. En cierta manera era inofensivo, ya que requería del triángulo del fuego. Izuku le explicó que este triángulo requiere de oxígeno, combustible y calor para poder ejercer voluntad sobre él. Si movía el fuego de su fuente de combustible, este no demoraría en apagarse. Sin embargo, podía cambiar la dirección del calor de las llamas con total libertad. Por un momento, ella se desanimó ya que pensaba que podría lanzar fuego como su el héroe N°2. Sin embargo, Izuku le explicó que su Quirk era excelente para salvar personas dando como ejemplo una casa incendiándose.
Maestra.- tomen un descanso de 15 minutos, cuando suene la campana regresen al salón.
Todos los menores asintieron y se dirigieron al patio mientras Izuku se dirigía a un espacio específico del patio. Hace un tiempo Kacchan habían acordado con tratar de una vez si las palabras de Izuku tenía valor. Ellos eran los únicos que no creían que el pequeño tuviese Quirk. Después de todo, la evidencia faltante era muy obvia y se decidiría si tenía o no un Quirk.
Izuku.- que probaremos hoy
Katsuki.- no hay necesidad de probar nada
Izuku.- el Doctor me lo dijo, tengo un Quirk
Katsuki.- pero no has podido probarlo
Izuku.- ya te dije que no sé cómo usarlo
Katsuki.- ese no es mi problema, vamos chicos
Izuku.- les digo que si tengo un Quirk
Katsuki.- no importa cuanto lo creas, no dejaras de ser un inútil así tengas Quirk
Izuku.- Kacchan no seas cruel
Katsuki.- ya se va a poner a berrear, vámonos de una vez
Izuku.- pero que hay de tu promesa ¿Solo era un juego? -Bakugo se detuvo un momento y se giró a Izuku ya con fastidio, estaba muy irritado y el aroma a nitroglicerina empezó a llenar el ambiente.
Katsuki.- no tiene caso siendo tu un deku Quirkless, un inútil al lado de cualquiera
Desde ese día Katsuki había roto lazos con Izuku. Sin embargo, Izuku no podía verlo de otra manera que un ejemplo a seguir. Después de todo el representaba todo lo que él no tenía: gran fuerza, habilidad social y sobre todo seguridad. Su amigo le había dado la espalda, pero él se determinó a seguir adelante para llegar a ser tan grande como él. No le importaba que Kacchan no lo viera como un amigo, el no dejaría de hacerlo. Sin embargo, las heridas provocadas por sus palabras aun dolían. Izumi no estaba con él durante su conversación, por lo que Izuku contuvo su mar de lágrimas como pudo para no preocuparla.
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Boku no Persona
FanficUn joven peliverde de 4 años recibe la visita de un anciano en sus sueños despues de una decepcionante noticia. Este le brinda un rayo de esperanza al brindarle ayuda. Sin embargo, la agonía que se pasa para obtener el poder lo abruma y su complejo...