Capítulo 3

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La Duquesa

Una noche después de la partida de Obi-Wan, Kat despertó empapada en sudor, de nuevo soñaba, pero ahora no se trataba de su planeta, sino de una Duquesa.

Una mujer importante que era secuestrada a bordo de un crucero del senado.

Lo más extraño de todo fue que pudo sentir la ansiedad de Obi-Wan, su desesperación por rescatarla.
Sí, Obi-Wan también estaba en el sueño.
Decidió ignorarlo y trato de volver a dormir.
Al día siguiente salió de su alcoba y fue a buscar su desayuno, al no ver mucho movimiento y con su maestro en una misión decidió buscar a Ashoka después de meditar.

Katoonii leía mientras se dirigía a encontrar a la togruta cuando de repente ésta llego corriendo hacia ella.

—¡Kat! ¿Día libre? —se incorporó

—Sí —cerró el hololibro —Mi maestro está en una misión.

—Anakin también, De hecho en la misma, lo enviaron como escolta. Dijeron que era por la Duquesa Satine ¿La conoces? —Kat negó con la cabeza. —Es una antigua amiga del Maestro Kenobi. Vendrá al senado y digamos que necesitaba protección.

—Entiendo. —Kat repaso su sueño, hasta donde sabía una Duquesa era una mujer importante, parecía una gigantesca coincidencia. Apretó los ojos deseando que su sueño no hubiera sido en realidad una visión. —¿Cuando regresaran?

—Si todo sale bien, mañana, supongo.

Si todo sale bien. Kat recordó la otra parte de su sueño, la parte en la que la mujer era secuestrada y dudó sobre si debía decir algo.

—Ahsoka ¿y de casualidad sabes cual es el estado de la misión?

—No. El reporte llegará con ellos.

Ambas siguieron caminando hacia la sala de entrenamiento, donde nuevamente Ahsoka la reto a duelo.

La togruta seguía mejorando con su técnica, mientras que Kat estaba distante y distraída de la pelea.
A pesar de que su maestro estaba lejos podía sentirlo, podía sentir arrepentimiento y remordimiento y la padawan no podia explicar a que se debía; y había algo más, ese sentimiento tan familiar para ella, el sentimiento que siempre se apoderaba de ella cuando pasaba tiempo con su maestro, esa impotencia...

Volvió a la realidad cuando Ahsoka la lanzó fuera del circulo de batalla con una estocada.

—¡Hola! ¿Hay alguien en casa? —preguntó moviendo su mano frente al rostro de Kat.

—Lo siento, Ahsoka. No estoy en este... mundo.

—Lo noté. si hubieras estado haciendo un circuito de entrenamiento, estarías acabada. —Se burló —¿Qué ocurre?

—Lo siento, es solo que tengo un mal presentimiento acerca de esta misión. —admitió mientras se ponia de pie.

—¿Qué misión?

—¡La de la Duquesa! —Ahsoka la miro confundida.

—No deberías preocuparte. —La menor salió primero de la sala —Ya deberían estar por llegar.

Katoonii pasó el resto del dia tratando de distraerse, ayudó al maestro Yoda con algunas lecciones para los jóvenes, visitó la biblioteca y realizó una breve investigación sobre la Duquesa:
Al parecer era representante de más de 150 sistemas, siendo la Monarca de Mandalore. Una mujer digna de admiración, Kat esperaba genuinamente que nada le sucediera, ni a la Duquesa ni a su Maestro.

Al siguiente día, nuevamente ayudó a los niños a empuñar y practicar con el sable de luz, cuando Ahsoka llegó corriendo.

—¡Están aquí! ¡Llegaron! —Kat la siguió hasta los puertos de aterrizaje. —Lo ves, te dije que no tenías de qué preocuparte. — Kat le sonrió y llegaron a la plataforma.

El Canciller Palpatine y sus senadores ya estaban ahí para recibirlos.

El crucero aterrizó y aunque Kat sabía que ahora debía sentirse tranquila, aún no lo estaba.

Sus maestros descendieron y el Canciller los felicitó y los senadores de Mandalore aparecieron detrás de ellos.

Katoonii y Ahsoka no veían el momento adecuado para acercarse a sus maestros así que se aproximaron lentamente.
Cuando vieron a una mujer de cabello rubio y vestiduras verdes e imponentes descender del crucero, se detuvieron en seco.

—Que irónico encontrarnos de nuevo. —La mujer solo se dirigió a Obi-Wan y Kat recordó lo que Ahsoka había dicho, eran viejos amigos. —Pero esta vez en bandos opuestos.

—Solo importa la necesidad de tu pueblo. —La voz de Obi-Wan se escuchaba triste y dolida —No podrían estar en mejores manos que en las tuyas para guiar su futuro.

—Que gentiles palabras de un sabio y comprometido Jedi. —La Duquesa se acercó más a Obi-Wan y colocó una de sus manos en su hombro —Pero-

—¿Qué? —interrogó él al ver la interrupción

—Aún no se si me agrada la barba. —Señaló mientras acariciaba con ternura su rostro.

Ahsoka y Kat se quedaron perplejas. Sin mencionar el golpe que la última sintió en el estómago.

—¿Por qué? ¿Que tiene de malo? —preguntó inocentemente Obi-Wan

—Oculta mucho de tu atractivo rostro.

Katoonii abrió los ojos tanto que temió que se le salieran y confió en que Ahsoka habría hecho lo mismo.
Vaya amistad pensó con una sensación encogiendole el estomago.

La Duquesa se alejó caminando y Anakin soltó una risa burlona y se acercó a Obi-Wan .

—¿Que fue todo eso? —palmeó a su maestro en señal de apoyo —Una mujer admirable.

—Vaya que lo es. —suspiró Obi-Wan mientras veía a la Duquesa alejarse.

Kat frunció el ceño confundida tratando de buscar una explicación lógica para lo que acababa de suceder.

—Parece que alguien se divirtió. —se burló Ahsoka acercándose a los maestros, mientras que Kat seguia contrariada.

—Hola, sabionda. ¿Me extrañaste?

Ambos Maestro y padawan siguieron caminando, en dirección al templo mientras que Kat y Obi-Wan estaban demasiado dispersos como para dirigirse la palabra o sacar comentar acerca de la misión, entonces Kat simplemente saludó:
—Maestro Kenobi —realizó una reverencia y se retiro siguiendo a los otros jedi.

En otra ocasion Obi-Wan se hubiera detenido y la hubiera corregido, pidiéndole que no lo llamara Maestro, pero esta vez simplemente correspondió la reverencia y la siguió de regreso al templo.

Canción del capitulo: Jealous by Laura Zocca

Este capitulo y el siguiente están basados y adaptados de los episodios 13 (Viaje de Tentación) y 14 (Duqesa de Mandalore) de la segunda Temporada. De La guerra de los clones.

My Master - Obi-Wan KenobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora