Cherry «KookTae»

Parte 1 - Sin filtros

Taehyung jadeaba y sentía el aliento del contrario en su cuello, que le mordía y besaba, sentía su cuerpo lleno de las caricias del contrario y a su razón despidiéndose lentamente, su piel sentía el sudor ajeno, el calor que Jungkook le proporcionaba, le quemaba, le provocaba sensaciones nuevas que venían a él como en olas, cada una más intensa que la anterior. Jungkook subió haciendo una línea de besos hasta sus labios y los juntó en un arranque de deseo, jugó con la lengua de Taehyung, y simuló embestirle, provocando una avalancha de conmoción y excitación en un Taehyung que sucumbía sin remedio a él, con el placer a punto de cegarle, sin dejarle ser consciente del error que posiblemente estaban por cometer.

Cuando en la mañana había admitido su virginidad ante su grupo de amigos y Jungkook se había ofrecido "ayudarle" no imaginaba la situación en la que, solo algunas horas después estaría envuelto, no esperaba que perdería su virginidad tan pronto, de esa forma, y en esas manos. Aunque Jungkook era dos años menor que el castaño que tenía bajo sí, le aventajaba por mucho en experiencia, lo cual le molestaba en el orgullo a Taehyung, quién, sonrojado y con algunos mechones de cabello pegándose a su frente por el sudor se preguntaba por qué nunca sintió el tipo de deseos que ahora le ardían en el pecho provocados por su amigo.

Jungkook continuaba acariciando su cuerpo, haciendo un poco más de presión con las manos en su piel, levemente enrojecida por su tacto, Taehyung soltó un gemido, ni siquiera sabía que podía hacer eso con su voz, nunca se había escuchado así, Jungkook parecía encendido y deseando más ¿Cómo era esto posible? ¿Cómo podrían verse el uno al otro después? ¿Se arruinaría todo? Un gruñido de Jungkook en su oído le devolvió a la realidad, a lo que estaba sucediendo en ese instante, tenía a su amigo de muchos años sobre él, en su habitación, a punto de follarle.

Tenían que parar.

Jungkook quitó la camisa del castaño y le observo con ojos oscurecidos, relamiéndose el labio inferior, el cuerpo de Taehyung no estaba tan trabajado como el suyo, su piel se veía tersa y era suave al tacto, su temperatura le parecía había incrementado y resultaba extrañamente acogedora en sus palmas, como si allí pertenecieran, como si le hubieran estado esperando toda la vida. Quería reír a sus adentros por lo hábil que había sido al engatusar al ingenuo de Tae en que esto también era perder la virginidad, porque lo era. Solo que no de acuerdo con las ideas originales de Taehyung. Al llegar al apartamento del chico le había besado y al ver las mejillas de Tae teñirse de rosa sabía que era su oportunidad, sí podía hacerlo, la mirada de Taehyung, aunque llena de incredulidad y temerosa, brillaba con anhelo, con curiosidad, quería más.

Para Tae todo había pasado demasiado rápido, cuando cayó en cuenta ya estaban acostados en la cama de su habitación.

El menor bajó el cierre de los un tanto ajustados pantalones negros de Taehyung y prácticamente se los arrancó, quedando este así con la última capa de tela que lo separaba de la desnudez total, la barrera no estuvo ahí mucho tiempo, pues fue arrebatada con un poco más de cuidado, revelando lo realmente prendido que se encontraba Tae, Jungkook estaba ansioso, ansioso por enterrarse en el chico, necesitaba hacerle gritar, y saberse el primero.

Nadie más había hecho con Taehyung todo lo que él le haría, sin importar lo que sucediera eso no iba a cambiar, siempre sería el primero, y eso le hinchaba de orgullo el pecho, casi tanto como al bulto en su entrepierna que pedía salir.

El castaño, embriagado de placer y expectación observó a Jungkook despojarse de su ropa y aunque creyó que sentiría otra punzada en el orgullo al ver el esculpido cuerpo de Jungkook y su prominente miembro, se sintió afortunado, era casi increíble que un hombre tan atractivo como su JK estuviese en ese estado de ardor e impaciencia por él, -por mí- se había repetido en su mente, sin reparar en que también le había llamado su JK en su cabeza.