OO4 ˚₊· ⸙ ˚༘✧

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-Señorita Matleena.
Respire hondo intentando conservar la calma, convenciendome de que todo fue un mal juego de mi cabeza, que no debía estar asustada.
-Profesor Valo.
Me gire sobre mis talones y sonreí ligeramente
-¿Podría venir al salón de literatura?
Preguntó cruzándose de brazos. Estaba muerta, era mujer muerta
-Claro.
Mierda,mierda, mierda.

Caminamos juntos por el pasillo en total silencio. Tal vez hasta podria escuchar mi corazón de lo rápido que latía. Podría escaparse de mi pecho, podría darme un infarto en ese momento. Deseaba que el mundo acabara justo en ese momento para no tener que entrar a ese maldito salón.

Él me abrió la puerta dejándome pasar primero, su mirada seria permanecía y yo por otro lado no sabia si echar a correr de una vez.
-Siéntese.- Ordenó, lo obedecí casi al instante -Señorita Matleena, es una excelente estudiante, de las mejores que he tenido, y he notado su gusto por la lectura, por mi clase- Respire hondo-Y más por este escritor.
Dijo antes de sacar un libro de su cajón para deslizarlo por su escritorio hasta que mis manos temblorosas lo alcanzaron. Era un libro negro, y en su portada, en letras doradas se conseguía leer "Relatos de Edgar Allan Poe". Sabía muy bien que a Ville le gustaba mucho ese autor, lo que había desarrollado mi interés por leerlo
-Si, es mi escritor favorito.
Le sonreí ahora más calmada. Pero Ville Valo no dejaba de ser intimidante
-Le quiero dar este libro, tiene todos sus poemas y narraciones, es un préstamo.
No sabía que decir, mi corazón se aceleró, mis piernas se tensaron. Ville me miró una vez más mientras yo pegaba el libro a mi pecho. Asenti ligeramente y baje la mirada.
-Gracias profesor Valo.
Tome el libro antes de pararme hacia la puerta, necesitaba salir de ahí. Huir a Kuopio, a Tampere, tal vez si tenia suerte podía hasta llegar a Suecia, o a Rusia si me perdía
-Ah, señorita...
Me detuvo con solo decir esas palabras. ¡JODER!. ÉL se acerco a mi, yo me volteé y estaba atrapada entre la puerta y la corta distancia entre su cuerpo y el mío. Una vez más mi corazón se aceleró. Su cercanía me ponía nerviosa, me hacía sentir diminuta
-Excelente práctica la de hoy...
Salí, huí de ahí cuando terminó de hablar. Corrí lo más que mis piernas me lo permitieron. Si alguien me hubiera visto tal vez habría pensado que ese hombre intento abusar de mi. Pero solo era él reduciendome a nada con su intimidante presencia


Ville Valo, mi amor imposible desde que entre el primer dia a su clase. Dándome un libro, alagándom. Debe de ser un sueño.

ville.

Lo notaba en su mirada, ella me deseaba con la misma fuerza, estaba nerviosa, casi temblaba, noté sus piernas casi temblar como un adorable gato. Su mirada, esa mirada tan atenta cómo si yo fuera a atacarla en cualquier momento, su voz quebrada, sus manos temblando.

Sonreí antes de tomar otro cigarrillo y encenderlo para llevarlo a mis labios
-Oh, Matleena, Matleena, dulce Matleena, haré todo por tenerte, poco a poco.

· · ── · 𖥸 · ── · ·

matleena

Desperté agitada, mi pecho subiendo y bajando, el sudor recorriendo mi frente y mi entrepierna ardiendo, totalmente humeda. Había soñado con él, había soñado que hacíamos el amor en el escritorio.

Esto no puede estar pasándome. Sueño con él, y su voz. Anoche me quede dormida leyendo el libro que me prestó. Abrazándolo como la posesión más valiosa que yo tenia

Rápidamente note el reloj, era tarde y me tocaba clase con él.

Salte de la cama tirando el libro al suelo por el movimiento. Corrí a mi armario desvistiendome en el camino y me vestí con exagerada rapidez con lo primero que vi. Tomé mi cepillo de dientes y la pasta dental. Me cepillaria en el baño del instituto ¿Que más daba.

· · ── · 𖥸 · ── · ·

Llegue casi corriendo pero ya todos entraron, no quería pasar y que todos y en especial él me miraran.

Así que espere.

ville.

Ella no había llegado ¿estaría bien? ¿Notó mis intenciones? Joder, no podía ni siquiera concentrarme en todo lo que estaba diciendo, no tomaba el tiempo de responder preguntas. Solo miraba su puesto vacío.

Finalmente termino la clase y todos salieron. No me quedé ese día como era costumbre, salí, necesitaba encerrarme en mi oficina a fumar. Casualmente ella estaba afuera para cuando puse un pie en el pasillo.
-Se me hizo tarde
Dijo casi ocultándose.

-Quédese, ya que no tuvo clase cuando le correspondía, la tendra ahora que es el descanso.

right here in my arms ;; v. valoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora