O23 ˚₊· ⸙ ˚༘✧

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Desperté casi sin dolor de cabeza. No había nadie, no estaba la taza en la mesa de noche.
Tal vez lo soñé.
Tome mi teléfono y vi que mi mamá me dejo un mensaje.

Mamá.

-Llegaré más tarde, se que duermas así que te veo después de la escuela.
Te amo y espero que la hayas pasado bien con Jonne. Te amo.

Mierda, las 07:00 am.

A toda luz me bañe y me cambie con lo primero que vi y tal vez lo menos abrigado. No importo, pediría una chaqueta cuando llegara.
Tuve que tomar un taxi por que el autobús tardaría mucho.

Llegué y guarde la mochila en mi casillero. Afortunadamente los de mi clase aún esperaban fuera del salón por la profesora de física. Volví mi atención al casillero ahora más serena cuando me percaté que había una nota con una Margarita que antes no estaban ahí. Me giré a ambos lados y pude ver a ville alejarse por la derecha. Habia actuado demasiado rápido.

"Anoche fue el día más feliz de mi vida, ven a mi casa cerca de las nueve, por la calle Juankoski, la verás fácil, es la única torre por la zona entre tanto árbol" ~Ville

Mierda ¿había pasado? ¿No fue un sueño? ¿Y para qué me quería en su casa? ¡Mierda!

Sonó el timbre que me saco de mis pensamientos. Jonne salió de su clase cruzando el pasillo demasiado cerca de mi, no se quedó, solo levanto las cejas en forma de saludo, se veía molesto. Mucho más que ayer. Me sentía pésimo. Pero bien, no era momento de pensar en él.

9:15 p.m

Detuve el auto de mamá frente a aquella majestuosa torre. Tuve que mentirle a mi madre, diciendo que iría con Jonne o de lo contrario no me dejaría el auto. Pero ahí estaba, justo frente a aquella torre cubierta por enredaderas de un aspecto arcaico. Juraría que estaba abandonada de no ser por el hecho de que las luces resaltaban de entre las ventanas ligeramente cubiertas por la nieve.

Me bajé del auto y toqué la puerta. Era presa del pánico pero a la vez de un profundo deseo. Abrió la puerta por fin con una tierna sonrisa, abriendo sus brazos para recibirme entre ellos.
-Hueles exquisito, Matleena
Susurro con su nariz hundida en mi cuello. Me erice por completo. Si seguía iba a calentarme y joder, no podía hacerme esto.
-¿Para que me quería aquí?
Finalmente note las velas que decoraban cada rincón de la torre, y la ausencia de las luces de las lámparas que colgaban del techo. Oh bastardo ¿Que planeas?
-Tienes dos opciones, querida, sentarte a platicar conmigo o...
Sonrio
-¿O?
-Entregarte a mi.
Ca-ra-jo
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Mi co-escritora me odia probablemente porque le deje medio capítulo para que lo escriba ella ahre gocenlo. Bebé perdón públicamente. Besos en la nalga derecha
-Alex

right here in my arms ;; v. valoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora