O2O ˚₊· ⸙ ˚༘✧

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Abri mis ojos lentamente encontrándome a mi misma sobre el pecho desnudo de Mikko. Sonrei enternecida recordando lo ocurrido esa noche. Él continuaba dormido, con sus rastas completamente despeinadas. Sin embargo era hermosa aquella escena porque me recordaba lo perfecto que había sido aquello. Con el chico que más quería. Ahí el problema, quería a Mikko pero ¿lo amaba? Durante momentos me imaginaba que quien estaba conmigo era nada más y nada menos que Ville.
Pero dentro de mi sabía que eso no pasaría.

Mikko me llevo a casa en la mañana y desayuno conmigo y con mi madre.
En la tarde ella quería que fuéramos al centro comercial, así que la acompañe.
-¡Matleena apúrate!
-Ya voooy.
No sabía que ponerme.
Así que opte por un vestido negro y recogí mi cabello en una coleta. Era de esos días raros en los que hacía calor en Finlandia, si es que los diecinueve grados se consideraba calor.

· · ── · 𖥸 · ── · ·

Estábamos en una de mis tiendas preferidas. Realmente amaba comprar, era un gran problema para mi pues no podía siquiera ahorrar un poco de dinero sin gastarlo en ropa nueva o cualquier otra cosa probablemente innecesaria. Aún así prefería salir con mis amigas que con mi mamá

Mientras ella me ayudaba a decidir qué comprar me pareció sentir que alguien me miraba, al voltear vi esos ojos verdes, era Ville, pero no estaba solo.

Ville.

Cuando me fui de la escuela después de ser plantado, fui a beber, bebí tanto que perdí la conciencia, pero una chica me ayudo, Christel, fue ella quien me recogió del suelo anoche y fue como un flechazo instantáneo cuando nos vimos. Pero no uno tan potente como el que sentí la primera vez que vi a Matte

Después de que Christel me llevara a casa, le pedí su número, quedamos en salir a tomar algo y la acompañaría a ver algunas cosas en el centro comercial, nos estábamos conociendo rápido y con ella me sentía cómodo. Pero aún así, extrañaba a Matleena, pero tan solo con recordar que me planto, me rompía el corazón aún más.

Mientras mi acompañante miraba unos vestidos, levante mi vista y la reconocí, era mi Matleena, se veía más joven, siempre en la escuela iba muy arreglada pero esta vez, sin maquillaje lucia tierna, dulce.

Me vio y me sonrió, levantó su mano en forma de saludo pero yo la ignoré, mi corazón dolía, tan solo con verla.

Matleena.

¿Por que el me ignoraba?
¿Había hecho algo malo?
No tenía la más mínima idea.
Pero ¿Quien era ella?
Era bonita, parecía modelo.
Lo sabía, yo no era más que una simple niña enamorada de su maestro.

La chica tomó unos vestidos y espero a pasar a probadores
Mi madre me dejo en la tienda mientras ella iba a ver zapatos.

Seguí a Ville, estaba en la zona de caballeros.
Vi mi oportunidad ni si quiera lo pensé

Ville.

Sentí como unas manos me llevaban hasta los probadores de hombre, era Matleena.

-¿Por que me ignoras?

Sonreí de lado.

-¿La pasaste bien con el idiota de tu novio?

Ella me miro sorprendida.

-Digamos que un hombre, enamorado de ti desde el primer curso, intento conquistarte dejándote notas como imbecil, esperándote más de una hora, y tú ni siquiera apareciste, por irte con alguien mas imbecil que no sabe como tratarte.
Ella me miro sorprendida.

-¿eras tú?

Yo solo reí sarcástico.

-Siempre lo fui.

-¿Por que no me lo dijiste?

-Quería esperar Matlenna, hacer las cosas poco a poco. Pero a ti eso no te importo.

-Mikko quiso arreglar las cosas conmigo, olvide lo de las notas pero traté de...

-¿De volver? No Matleena, yo soy un hombre, tú una niña, no te amo, es solo una obsesión.

Dije eso y salí pero de nuevo ella me jalo.

Y sin más aviso, me beso.

-¿Aún me desea profesor?

No pude decir nada, el deseo me consumía y ahora la bese yo.
Tome su cuello y su cabello y unidos en la desesperacion nos besamos una y otra vez, ella subió sus piernas y las enredó en mi abdomen, sus ojos me miraban con deseo, ella me deseaba pero no estaba seguro si me quería, pero al diablo todo, yo la necesitaba de la misma forma.
Subí su vestido y comencé a tocar sus piernas, sentía su piel, tan suave como siempre la había soñado.

Ella se transformó, no era la estudiante perfecta, la porrista perfecta, la novia perfecta, era ella misma.

Me quito la camiseta y me beso.

Hasta que la pelinegra que había dejado hace unos minutos mencionó mi nombre buscándome.

Matleena.

Necesitaba a Ville como jamás había necesitado a una persona.
No me importaba que estuviéramos en un lugar público.
Iba muy bien hasta que la chica desconocida lo busco, se puso la camiseta y me dejo ahí.

right here in my arms ;; v. valoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora