right here in my arms ;; v. valo

O42 ˚₊· ⸙ ˚༘✧

Dos semanas después

Ville

Matleena salió del laboratorio de química despidiéndose de Jonne con un beso. Me daba ganas de vomitar, joder. Me volví a encerrar en mi oficina y me senté en el escritorio a corregir los exámenes que había presentado esta mañana. Enredado en tantos pensamientos, pensamientos que al final me llevaban una vez más a ella. A ella y a ese maldito Jonne.

Al final termine cruzandome con el examen de Liimatainen, y una parte de mi pidió a gritos que lo reprobara, y joder si fui duro a la hora de corregir, por ortografía incluso quise bajarle puntos, imposible, era perfecta. Hice lo que pude y aun así saco un diecisiete. Vete a la mierda Aaron. Juro que revise ese examen mil veces buscando un mínimo error con el que quitarle puntos, quería que perdiera mi materia, por imbécil, pero era demasiado buen estudiante. A diferencia de Mikko.

Mire mi escritorio por un momento, algo frustrado y triste, encontrándome con aquel bloque de notas de colores donde solía escribirle a Matleena. ¿Y si lo hacía de nuevo? No, no, ella sabría que era yo y yo prometí alejarme y...
-Ese no era el plan, Jonne
Esa voz captó mi atención. La voz de Mikko Lindström.
-Ya, ¿Y? Tengo lo que quiero al final
-El plan era que ella viniera a mi
-Si, ese era tu plan, yo solo te use para tenerla a ella
-Eres un grandisimo imbécil, Jonne
Jonne soltó una risa
-Ya, pero nos amamos ahora, no puedes hacer nada
-¿No?- Mikko sonaba realmente enfadado -Bien, entonces yo voy a sacar a la competencia de mi camino, empezando por Valo- ¿Que? -Yaa veremos cuando el director se entere.
-Vas a manchar la reputación de Matleena
-¿Yo?- Soltó una carcajada -No, no si lo hago llegar por una carta a tu nombre
-Eres sucio
-Y así tu amada chica se va a enterar de que TÚ hiciste todo eso y ya veremos como reacciona
Asome un poco la cabeza por la ventana. Pude ver a Jonne golpear en toda la cara a Mikko. Uh grave error. Mikko no era precisamente corpulento pero con facilidad se le avento encima a Jonne y comenzó a golpearlo. Realmente quise dejar qe le abriera la cabeza, pero tampoco quería perder mi trabajo y a mi Matleena gracias a ese rubio imbécil. Así que salí
-¡Eh! ¡Liimatainen, Lindström!
Ambos voltearon a verme. Agarre a Mikko de la camisa y lo hice para atras, de igual manera tome a Jonne de la chaqueta y a ambos los arrastre por el pasillo.
-¡El empezó!
Se defendió Mikko
-Eso lo hablarán con el director
Abrí la puerta del despacho del hombre y los metí dentro
-Director Kivilaakso- El hombre de edad avanzada me miró a través de sus lentes circulares y suspiró -Se estaban peleando en el pasillo
El hombre se frotó las sienes y asintió entrelazando las manos sobre el escritorio
-Tomen asiento, jóvenes- Ambos muchachos obedecieron -Retírate, Ville
Y tal como dijo, me fui de ahí. Camine de vuelta a mi oficina con cierta preocupación en el pecho, si Mikko realmente hacia eso que había amenazado con hacer yo estaba jodido.

Alce la mirada para abrir la puerta de mi despacho cuando la vi. Mi hermosa reina estaba ahí en su casillero buscando sus libros.
-Buenos días, señorita Parkkonen- Ella alzó la mirada, inexpresiva y asintió a modo de saludo -¿Podría acompañarme un momento? Necesito hablar con usted
Sin decir nada se aproximó a mi. Como quería besarla en ese momento. Entre con ella a la oficina y cerre detrás de nosotros.
-¿Que ocurre?
-Señorita Matleena- Suspire entregándole su examen -¿Un cuatro? Esperaba mucho más de usted. Esta calificación me sorprende
Ella se mantuvo en silencio, analizando la hoja. Joder Matleena como te amo. Basta, necesito que me beses joder. Me apoye en mi escritorio con ambas manos y suspire
-Lo sé. No se que me paso
Se mordió el labio ligeramente mirando el reverso de la hoja. Me estaba tentando. Baje mi mirada hacia su pecho, hacía el diminuto escote que se formaba en su blusa. Recordando cómo eran aquellos senos, como era aquel cuerpo desnudo tan similar a una obra de arte, retorciéndose de placer en mi cama. Volví a sus labios y suspire entre tal agonía al recordar como se entre abrían dejando salir gemidos de placer puros. Sus manos, esas uñas que más de una vez me brindaron rasguños, esos dedos que alguna vez se enredaron en mi cabello buscando un beso más apasionado, como cruzaba sus piernas, recordar como las abría para mi, como me dejaba hacerle el amor de mil maneras distintas. Maldita sea Matleena esta distancia me esta matando
-Será mejor que rece por que haya un examen de recuperación- Y por primera vez me miró. Como olvidar cuando esos ojos se colmaban de lujuria. Mierda, no podía más con tal tentación. Apoye una mano al escritorio y con la otra la tome del pelo, acercandola a mi para por fin besarla.

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Este es ville sin entender como fue que el gay le quito a la Matleena