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        Ville me hizo sentarme en sus piernas mientras veíamos una película. Era nuestro uktimo día libre pues mañana empezarían los exámenes de reparación y él debía presentarse por los alumnos que perdieron su materia. Habíamos pasado el día juntos viendo películas, era perfecto
—En mil años me imagine esto.
     Dijo viéndome con una sonrisa pícara
—¿Que?
—Que serias mía.
     Unio nuestras frentes y sonrió con cierta dulzura en su mirada, y ahora que me casaría con él, solo imaginar tal amor desbordandose día tras día era algo tan dulce
—Tengo algo para ti— Dijo apartandome para levantarse. Ville tomo mi mano y subimos a su habitación entre risas y bromas por el pasillo. Al entrar saco una caja de regalo rosa pastel y me la entrego. —Debes lucir hermosa para daddy
   La abrí dejando caer la tapa sobre la cama, era un conjunto de ropa interior negra y rosado pálido
—Ville es bellísima.
—¿Que te dije?
    Replicó con voz gruesa borrando su sonrisa, aunque por mi parte yo sonreí coqueta
—Gracias...Daddy.
     Me sentía extraña de decirle así, pero me gustaba. Y él parecía amarlo
—Cámbiate y enséñame que bien se te ve.
     Camine al baño y me cambie toda mi ropa por el conjunto. Era la primera vez que lucia algo así, y si bien no sea veía mal, era extraño. Al salir Ville estaba sentado en la cama mirándome con esos ojos verdes, profundamente, sentía que atravesaba mi alma.
—Ven aquí, Matleena.— Joder la voz de Ville me intimidaba. Me acerqué a él, se levanto y puso mi cabello atrás de mi oreja con delicadeza. —Eres tan hermosa...— Me beso. Me beso lenta y profundamente, colocando sus brazos en mi cintura con un toque suave. Mientras se sentaba sobre el colchón trayéndome a él. Hasta que sentí como me puso en su regazo boca abajo. Y me dio una nalgada. —Está es por decirme Ville.— Otra nalgada y solté un leve gemido, joder me encantaba ese lado de él ¿Por qué antes no lo había enseñado? —Y esta es estar con Mikko y Jonne.— Me mordí el labio asintiendo. Sin decir nada me volvió a azotar —¿Crees que puedes estar con otros hombres?— Negue rápidamente, sin embargo volvió a azotarme —¿Disfrutaste más acostándote con Jonne que conmigo?— Volvi a negar. Esta vez no fue un azote, esta vez me tomo del pelo y me hizo verlo —¡Dilo!
—¡No disfrute con Jonne!— Dije en un gemido —No como disfruto contigo
    Ville me puso de rodillas, yo estaba mas que lista. El hombre se puso de pie frente a mi y me sonrio. Se desabrocho el pantalón, note su ereccion inmediatamente sobre la tela del bóxer
—Ya sabes que hacer princesa.
    Pase mi lengua con delicadeza sobre la tela, acariciando mis propios muslos. El mayor jadeo mientras mis manos subian por sus piernas hasta el elástico de sus boxers tirandolos hacia abajo, revelando su prominente erección. Metí con cuidado el miembro de Ville a mi boca mientras el solo inclinaba la cabeza hacia atrás.
—Joder Matleena.
     Comencé a lamerlo lentamente y a hacerle un leve masaje con mis manos de arriba a bajo. Su respiración se agitaba más y comenzaba a sudar. Mientras haciendo mi cabello una cola comenzaba a guiar mis movimientos cada vez más bruscos, cada vez más rápido, y más. Hasta que él me hizo levantarme.

       Con una habilidad sorprendente quito el sujetador de encaje y lo tiro lejos
—Olvide darte esto.
     Camino hacia la cómoda y retiro algo del segundo cajón. Una falda parecida a la de mi uniforme de animadora, la cual me tendió y me sonrió
—Póntelo, no sabes como me ponías cuando te veía bailar
     Obedecí sin problema alguno. Él me recostó sobre la cama
—Abre bien tus piernas cariño. Te haré tocar el cielo.
      Ville bajo mis bragas y solo quedé en la falda que le gustaba. La cual levantó hasta la altura de mi cintura. Inmediatamente sentí su lengua húmeda recorrer mis piernas hasta llegar a mi punto más débil.
—Estás tan mojada...
       Y vaya que lo estaba, estaba cumpliendo una fantasía que tenía con el desde que lo conocía. Ville colocó su lengua y empezó a moverla sentía una corriente eléctrica recorrer mi vientre haciéndome gemir.
—Ville....
    Gemi
—Para ti no soy Ville.
     Regaño sin apartar sus labios de su trabajo
—Da...Daddy.
—Así me gusta.
      Empezó a aumentar la velocidad, de arriba a bajo y metía su lengua en mi.
Ville sabía volverme loca, como si conociera mis debilidades desde el primer día que nos conocimos.
—No termines aún.
    Ordeno, se levantó, se quitó la camisa y me hizo ponerme en cuatro sobre la cama descargando otro azote sobre mis nalgas. Elevó lentamente mi falda y me tomo por la cadera.
—No te haré el amor, esta noche te voy a follar con mucho deseo. Entro en mi, y lo único que sentí fue fuego en mis piernas. Me encantaba. Lo necesitaba

    Comenzó a embestirme lento, de la manera más tortuosa del mundo, porque el sabía lo mucho que deseaba que me follara con fuerza, pero prefería hacerme sufrir
—Gime Matleena.
     Ordeno tomándome de los hombros haciendo un empuje profundo
—Joder Vi...Daddy.
     Chille hundiendo el rostro en la almohada
—¿Te gusta?
—Me encanta.
     Tomo parte de mi cabello y lo jalo hacia atrás embistiéndome más fuerte y más rápido. Sentirme tan reducida me calentaba demasiado
—¿Quien te está follando mi niña?
—Daddy...
    Dije con un hilo de voz, cada. Cada vez parecía ir más rápido, al punto que solo el golpeteo acelerado de nuestras pieles se oía en la habitación acompañado con nuestros gemidos
—¿De quien eres?
     Pregunto con su voz ronca
—Soy tuya.
      Ville me volteo, el quedando encima mío y yo con mis piernas enredadas en su cintura. Rasguño mis muslos, mirándome como retandome a algo
—Mírame Matleena.
        Sus ojos irradiaban fuego. Su mirada verde pasó a ser casi oscura y su voz increíblemente gruesa. Parecía otro hombre, no era el Ville amoroso de siempre, pensé mientras sujetaba mis muñecas contra el espaldar. A ese punto solo podía limitarme a gemir de placer, pues ninguna palabra coherente y audible podría salir de mis labios en ese momento
—Dime de quien eres.
Continuaba entrando y saliendo de mi. No lo soportaba. Me estaba muriendo de placer.
—De mi daddy Ville.
     Dije como pude, ahogándome en gemidos. Grite arqueando la espalda, sentí calor, mucho calor en mi entrepierna. Mis músculos temblaban mientras que una explosión de placer en mi vientre se adueñaba de mi ser,hasta tomar mi entrepierna húmeda. Aquello, retorcerme del placer más puro lo empujo a su propio orgasmo, algo terriblemente descomunal y apasionado.

Y joder, no usamos protección.

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Nota de la escritora Nora:
Ola me llamo Nora y creo que jamás había escrito algo JAJAJAJAJA bueno ok, solo quiero pedir Perd0n por que Alex ha estado escribiendo mucho y yo apenas esté cap, así que Meper d0nan?
Espero que si, las tkm. Por favor manténganse en casa y cuídense mucho.
Órale bai toman awa. Y escuchen Negative lpm, ok me atraparon esta parte si fue alex, ah el resto fue Nora. La obligue a escribir >:(

right here in my arms ;; v. valoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora