CAPITULO 2

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Lo que pasó esa noche no me gustaría que volviera a pasar.

Flashback:

Al intentar salir de mi habitación Daniel me tomó del brazo y me hizo entrar de nuevo, me acorraló contra la pared, donde sólo nos quedó mantener contacto visual, lo cual no duró mucho, pero para mí había sido una eternidad.

Daniel intentó acercarse más a mí pero no lo permití ya era mucho, me solté de su agarre, pero me sorprendió abrazándome por la espalda.

—Quiero ser tu amigo,no quiero verte sola, me preocupo por tí aunque recién te conozca, por favor quiero entenderte y conocerte—. Dijo sin soltarse de mí

—No puedo prometerte algo que no se si podré cumplir, pero lo intentaré—.

—Esta bien haré lo imposible para que seamos amigos—. Pronunció con felicidad y soltándome al fin.

Yo sólo gire y lo miré con sorpresa, todo esto me sorprendía, él por su parte solo mantenía esa sonrisa característica o por lo menos la que siempre veía yo.

Baje hasta la cocina, donde tome algo para comer y beber, luego de un rato Daniel se marchó, no sin antes despedirse.

—Amber fue un gusto conocerte ¿Paso por ti mañana?—.

—Esta bien...—. Dije algo dudosa

Y se retiró de mi hogar, no se como, pero le dije que si a que me llevara a la universidad, yo la chica que no tiene a amigos y menos novio, que no se habla con nadie y además es la más popular.

Tenía muchas cosas en la cabeza, mi pasado el cual tengo que resolver y el presente donde se encontraba Daniel.

Fin del Flashback:

Estaba lista, ya había desayunado y estaba por tomar mi mochila cuando escuché el timbre, rápidamente el recuerdo de ayer se hizo presente.

Al abrir la puerta era claro él estaría ahí.

—Buenos días ¿Cómo amaneciste?—.

—Hola buenos días, bien gracias—.

—¿Vamos?—.

—Si...—.

Salimos de la casa y me dirigí al auto de Daniel, el cual era muy lujoso, cuando estuve por tomar la puerta, él fue más rápido abriéndola para mí y subió del lado del conductor, para hacer sonar el motor de éste.

Condujo hasta la universidad y al llegar volvió a repetir el mismo acto de antes, la gente nos miraba y yo por un lado lo disfrutaba, disfrutaba que estén pendientes de mí.

Pero por otro lado no me gusta la idea de que Daniel esté aquí, mi plan desde el principio fue jugar con él y eso haría.

—Vamos—.

—Sí—. Dije segura

Caminábamos por los pasillos de la escuela llamando la atención de todos, los estudiantes murmuraban cosas como ¿Quién es?¿Es su novio?¿Tiene un nuevo amigo?¿Por qué esta con el nuevo?¿Jugará con él como lo hizo con todos? Entre otras tantas cosas.

Llegamos a nuestro salón y nos sentamos en nuestro respectivo lugar, es decir el mío, el cual debía compartir con él.

Luego llegaron el resto de los estudiantes y el profesor, la clase iba de maravilla, Daniel no me molestaba en lo absoluto, en algunos momentos lo veía observándome pero nada más.

Mi teléfono comenzó a vibrar anunciando la llegada de un mensaje, lo abrí inmediatamente, mi rostro solo podía expresar terror mezclado con sorpresa.

Pesadilla sin retorno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora