CAPÍTULO 26

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Estados Unidos...

-Ya hice todo lo que me pediste, de seguro ya se deben dirigir para acá, tienes aproximadamente dos días-dijo Gregor desde el otro lado de la línea

-Perfecto-dije y di por finalizada nuestra breve charla

Volví a colocar el teléfono en su lugar y él guardia me llevó a mi celda; mi plan estaba saliendo a la perfección.

Creó que mi cabeza se vuelve más hábil con un poco de presión.

-Necesito qué hagan algo por mi-dije con cinismo

-Lo que sea, lo que sea-dijo con algo de miedo en su voz

-Necesito que cuando llegué el momento distraigan a los guardia cárcel, mientras escapó-dije

-Claro ¿Puedo acompañarte?-dijo con algo de esperanza

-Está bien-dije para retirarme

Caminé hasta mi cárcel; donde bajo el piso tenía un teléfono que había conseguido con un par de amenazas.

Marqué el número y esperé hasta que alguien hablará del otro lado del tubo, una vez que escuché esa voz femenina que para mi era un alivio escuchar; le indiqué lo que tenia que hacer.

Una vez listo todo; solo me quedaba esperar para actuar.

Las horas habían pasado y las perras de aquel hombre robusto con una gran cantidad de tatuajes y ahora un parche en su ojo; esperaban ansiosos mi señal.

Caminé por el extenso patio de la Prisión Estatal de los Estados Unidos, los guardias se encontraban al pendiente de todos y cada una de los reclusos del lugar; nadie seria capaz de hacer o tan solo pensar en lo que estaban apunto de ver.

Un "Tic tac" se hizo presente en una de las paredes del lugar, más exactamente la que daba justo al mar; con un leve asentimiento las perras y su jefe se comenzaron a abalanzar sobre la seguridad del lugar.

Cuchillos y otros tipos de armas salieron de sus escondites para atacar a los guardias, aquellos no esperaban tan brutal ataque, mientras eran distraídos, vi la pared que se encontraba a mi lado; volar en millones de pedazos.

Corrí y cuando estaba a punto de saltar; una voz me detuvo.

-¿Me ibas a abandonar? Después de todo lo que te ayude a distraerlos, puse mi vida en juego por ti-dijo el hombre robusto con un enojo notable

Sonreí irónicamente a su comentario ¿Realmente pensaba que lo llevaría conmigo? Estaba realmente equivocado.

-Solo te utilice, no te iba a salvar ni mucho menos ayudarte, solo ibas a ser mi escudo-dije y sonreí como todo un cínico 

 -¿A qué te refieres con escudo?-dijo dudoso 

-Sabia que esto pasaría, espero que te valla muy bien en otro mundo-dije para reír 

Lo coloqué delante de mi, acto que logró que una bala se incruste en su estomago y por la sangre que salia descontroladamente de su boca había perforado algún órgano; tire su cuerpo inestable sobre el guardia que antes había disparado y sin pensarlo un segundo salte al mar.

Los disparos se hicieron audibles y las balas pasaban a mi lado en las profundidades del mar; pero un yate capto mi atención rápidamente y nade hasta el.

-¿Pensé que te habías ahogado?-dijo con algo de ironía y alcanzándome una toalla para secarme un poco

-Pues pensaste mal, me agrada verte de nuevo Dumbass-dije 

Pesadilla sin retorno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora