CAPÍTULO 8

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Giré mi rostro encontrándome con el de Daniel; él me vio horrorizado ante la escena y por mi lagrimas entendio lo que quería.

Tomó de su bolsillo unas pequeñas llaves que me liberaban de él; al ser liberada corri hasta terminar arrodillada junto a James.

Lagrimas caían si parar y yo estaba en shock no podía ver con claridad todo; solo podía ver la mirada de James que de a poco se apagaba.

Recuperé mi cordura luego de que por unos minutos Daniel me sacudiera, ahí lo entendí; aún teníamos tiempo.

El tiempo es preciado y no lo comprendemos hasta que llega el momento en el que solo dependemos de el.

El vehículo de Daniel voló en pedazos a nuestras espaldas, debido a la explosión nosotros fuimos impulsados lejos, aún aturdida por lo que había ocurrido anteriormente, me levante del suelo y en modo de súplica tome a Daniel en mis brazos; este comprendió al instante.

Tomamos con cuidado a James; aunque este había perdido mucha sangre aún teníamos tiempo.

Subimos a nuestro auto, James en la parte trasera apretando su herida; Daniel en el asiento del conductor y yo a su lado.

Ya faltaba poco para salir del estacionamiento ya que se podía ver la poca luz que ingresaba al lugar, a nuestro lado salió rápidamente el auto lujoso y gigantesco de Edward, este me dedico una mirada satisfactoria mezclada con malicia; era obvio que el había atentado con la vida de mi amigo.

Mis ojos sólo lo vieron salir del estacionamiento ileso; eso quería decir que nuestra tan planeada "Sorpresa" había fallado.

Una vez que salimos del subsuelo; Daniel condujo a toda velocidad hasta el hospital más cercano a nuestra ubicación.

Yo por mi parte miraba mi reloj y por el espejo retrovisor como mi amigo comenzaba a cerrar los ojos.

-James todo va a esta bien, no te preocupes yo te salvare, tu solo procura mantenerte despierto ¿Creés poder hacer eso por mí?-. Dije con una sonrisa intentando aliviar la situación

-Lo intentaré pequeña-. Hablo para dejarme más tranquila

Lo que necesitabamos era que se mantuviera despierto hasta llegar al hospital.

En cuestión de segundo estábamos frente a un gran y lujoso edificio de salud, rápidamente bajamos a James del vehículo y nos adentramos al hospital; una enfermera muy amable y preocupada por la situación en la que estábamos llamo a otros enfermeros para que la ayudaran a ingresar a la sala de urgencias.

-¿Nombre del paciente?-. Habló la enfermera

-James Dickson-.

-Gracias eso es todo-.

James cada vez se alejaba más de mí recostado en una camilla; lo único que vi de el fue como me dedicaba una sonrisa dejándome en claro que todo iba a estar bien.

La amable enfermera de antes se nos acercó.

-¿Ustedes son familiares del paciente?-.

-Si, es mi hermano-. Exprese firme a lo que Daniel respondió con una mirada de confusión

Aunque James no sea mi hermano de sangre realmente lo quería como a uno, él me ayudó cuando más lo necesité y me apoyo siempre en todo; siempre me trato como su pequeña hermana y yo como el hermano mayor que nunca tuve.

Somos muy distintos pero iguales, ambos pasamos y enfrentamos el mismo sufrimiento, nuestra situación era igual; yo nunca fui como lo soy ahora.

En el momento en que mi familia murió en ese accidente sentí que perdí todo, ya no quedaba nada de mí, me había derrumbado, pero llegó James y construyó a una nueva Amber; esta ahora era más fuerte y aunque se había vuelto algo frívola aún podía amar intensamente si debía hacerlo.

-El paciente entró en el quirófano, deben limpiar la herida y coserla, en cuanto tenga más noticias se las notificare-

-Gracias-. Eso fue lo único que pude decir en ese momento

En cuanto la mujer se retiró, rompí en llanto nuevamente ¿Qué pasaría si lo perdía? ¿Cómo me afrontaría a la vida sin mi hermano? ¿Volvería a ser la de antes o aún peor alguien sin corazón, una escoria humana?

De tan solo pensar en la posibilidad de quedarme sola y sin él me horrorizaba, debía ser fuerte por el, por los dos, no debia ser egoísta y pensar en mí, si no en él, desearía mil veces ser yo quién se encuentre dentro del quirófano luchando por su vida no el; no se merece esto.

Juro por todo, hasta por mi propia vida que tomaré venganza por todo; los destruire y pagarán muy caro.

Daniel al verme tan rota, solo me abrazó y se lo agradezco; ya que realmente necesitaba aquel abrazó.

Los minutos pasaron y con eso las horas, perdí la cuenta de cuanto tiempo había descansado en los brazos de Daniel; era bueno tenerlo a mi lado de lo contrario perdería la cordura.

Unas leves caricias y unos cumplidos de parte de Daniel me despertaron.

-Amber hermosa, despierta-. Dijo él en tono dulce

Lentamente abrí mis ojos encontrándome con los de él.

Me incorporé lentamente y limpié la zona de mis ojos; los cuales aún tenían algo de los rastros de lágrimas que anteriormente había dejado caer.

-¿Qué sucede?-.

-James ya salió de cirugía y todo fue un éxito, él está bien, va a vivir-.

-¿Es enserio lo qué me dices?-.

-Si, es verdad Amber ¿Por qué te mentiría con algo así?-. Preguntó con una sonrisa en el rostro

-Gracias a dios está bien-. Y abracé a Daniel de la felicidad que ahora contenía, mí hermano estaba vivo

Dejé de abrazarlo y me retire algo sonrojada debido a mí impulso; él solo se limitó a sonreír con dulzura ante mi acto.

-¿Y puedo verlo?-.

-Si pero le están asignando una habitación, en cuanto puedas verlo nos avisaran-.

-Está bien, esperare-.

Recoste mi cuerpo sobre la silla de la sala de espera; los minutos pasaron, hasta que un hombre alto de cabello oscuro y bata blanca se nos acercó.

-Familiares de James Dickson-. Dijo el doctor

-Si soy su hermana-.

-Él esta en la habitación 313, es probable que aún esté dormido debido a la anestesia de la operación, me complase decirles que la operación fue todo éxito, James es un chico muy fuerte-.

-Está bien se lo agradezco mucho, por todo lo que hizo-.

-Es mi trabajo y es un gustó servirles-.

Caminé por el largo pasillo del hospital el cual estaba repleto de habitaciones, pase mi vista por todo el lugar hasta que pude divisar la puerta 313; me acerque y la abrí.

Al ingresar a la habitación vi a mí hermano recostado sobre una cama completamente blanca; el lugar no era del todo pequeño pero era acogedor.

Tomé asiento junto a él y tome su mano; la acaricie por unos segundos cuando de pronto está levemente me sostuvo.

Eleve mi mirada hasta que me encontre con la de él; una sonrisa se formó en el rostro de ambos.

-Te dije que estaría bien por ti, mi pequeña-.

Y solo esa frase me hizo romper en llanto nuevamente,James me impulsó para que lo abrazara,ambos nos fundimos en un abrazo era claro que ya no éramos amigos,ahora eramos hermanos.

-Pense que perdería a mi hermano-. Dije aún con lágrimas en los ojos luego de soltarme de nuestro agarre

Él limpio las lágrimas que ahora caían de mis ojos y me dedico una sonrisa que expresaba todo el amor que me tenía.

-Sabes que nunca te dejaría sola hermanita, mi pequeña ¿Qué harías sin mí?-. Preguntó con una leve risa al final

-Te digo la verdad James Dickson, no haría, ni lograría nada sin ti-.

Pesadilla sin retorno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora