Pesadilla sin retorno

EPÍLOGO

La luz me segaba, el lugar era tranquilo y a lo lejos podía oír sus voces.

Era capaz de revivir una y otra vez ese fatídico día, me sentia extraña, pero no me sentía sola; algo distinto había en mi y creia saber lo que era.

Sabia que Daniel estaba a mi lado, igual que siempre, me contaba historias y se pasaba días junto a mí.

Todo había cambiado para ambos, podía oírlo llorar, lamentarse, reír y luego volver a llorar.

Era horrible oírlo y no poder abrazarlo, no poder consolarlo, ya que ni yo misma podía moverme.

El tiempo paso y todo seguía igual que siempre, pero algo era distinto, sentía algo nuevo y fantástico, por eso me desperté nuevamente; por él.

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Luego de que aquella bala impactara sobre el abdomen de Amber vi mi mundo caer junto a ella; Paul había regresado para terminar con lo que alguna vez se empezó.

Nadie sabía que esto pasaría, James lo mató y yo solo le rogaba a dios que la salvará; que no se la llevara consigo.

Los gritos de los invitados eran más que audibles; solo nuestros amigos más cercanos sabían el ¿Por qué? De la aparición de Paul a la ceremonia.

Todos intentaban ayudarme, pocos minutos después los paramédicos habían llegado al lugar y subían a una camilla el cuerpo casi inerte de mi ahora esposa; yo por mi parte subí a la ambulancia junto con ellos.

Los invitados eran calmados por nuestros amigos, la policía claramente no tardó en llegar, los testimonios de los invitados eran cruciales para la investigación y James no seria inculpado ya que lo mató en defensa de Amber; además de que Paul era uno de los fugitivos más buscados.

Llegamos en cuestión de minutos al hospital y los doctores recibieron a Amber, todos se hacían a un lado al vernos pasar; luego llego un punto donde ya no pude acompañarla más.

Me tocaba esperar a que todo saliera bien, que me dijeran que ella estaba viva; pero las horas y las frías paredes del hospital no eran de gran ayuda.

Luego de alrederededor de cinco largas horas; uno de los doctores que había ingresado al quirófano se hizo presente en la sala de espera del lugar.

Sin pensarlo dos veces me levanté de mi asiento así captando su atención y camine hacia el; con la esperanza de que me comunicara el estado de Amber.

-Doctor ¿Como está mi esposa?-dije con algo de desesperación

-¿Señor Callahan?-dijo el doctor

-Asi es-dije

-Un gustó,soy el doctor Clark,tengo dos noticias para usted una buena y una mala-dijo

-Digame la buena-dije con esperanza

-Pudimos extraer la bala del estómago de Amber, afortunadamente esta no logró perforar ningún órgano, por lo cual pudimos proceder fácilmente; aunque perdió demaciada sangre ella esta bien-dijo

-¿Y la mala? Dijo que había una mala-dije

-La mala es que aunque ella se encuentre perfectamente y a salvó, entro en estado de coma, no sabemos cuanto dure en este y puede que con el tiempo empeore su situación, eso solo se lo dejamos al destino, solo eso Sr.Callahan, si gusta pasar a verla se encuentra en el segundo piso;  habitación 156-dijo este para retirarse

Luego de despedirme del doctor corri hasta el primer elevador que vi y presione el segundo piso, en segundos las puertas se abrieron; dejándome ver un extenso pasillo con una recepción.