CAPÍTULO 24

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Londres...

Luego de ese en cuentro accidental que tuve con Gregor; me permitió conocerlo mejor.

Nunca creí en el amor a primera vista o tal vez nunca me había enamorado como tal, pero como mi madre decía, cuando encuentres al amor de tu vida y estés enamorado; lo sabrás.

Nos unimos más, hasta podría decir que nos habíamos hecho amigos; siempre me miraba de una forma coqueta y yo me derretía bajo su mirada.

Solía sorprenderme al abrazarme por la espalda, acto que lograba una revolución dentro de mi; si efectivamente mi estómago parecía estar lleno de mariposas.

-Buenos días James-dijo Gregor cuándo llegué a la cafetería dónde nos habiamos conocido

-Buenos días igual para ti, Gregor-dije para tomar asiento frente a él

Él sonrio instantáneamente al verme y eso me hacía sonreír, me gustaría expresarle mis sentimientos; pero el terror a ser rechazado era mucho más fuerte.

-Quiero llevarte a un lugar esta noche-dijo Gregor sacandome de mis pensamientos

-Claro ¿Dónde iremos?-dije

-Está noche lo sabrás, es una sorpresa-dijo

-Está bien-dije riendo

-¿Sabias que tienes una hermosa sonrisa?-dijo logrando detener mi risa y haciéndome abrir mis ojos más de lo normal

-Eh~eh no lo sé nunca nadie me lo había dicho-dije con un nerviosismo notable

-Pues me alegra ser el primero entonces-dijo logrando obtener de mi parte un leve sonrojo el cual pude ver que había notado

Intenté esconder mi rostro ya que debido a mi nerviosismo y la vergüenza de haber sido descubierto; no ayudaban a ocultar el enrojecimiento que mi rostro mostraba en éste instante.

-Quiero que te pongas tu mejor traje, ya que iremos a un lugar muy elegante-dijo

-Está bien-dije

Luego de eso caminamos por las calles de la ciudad en silencio; de vez en cuando nos dedicábamos una mirada o lo atrapaba observandome.

Había matado centenares de persona; las había hecho pagar de infinitas maneras pero no era capaz de confesarles mis sentimientos a un chico.

No sabía si era miedo a que me rechazará o que luego de mi confesión me viera como bicho feo por ser gay.

Durante mi vida siempre fui rechazado por esta horrorosa sociedad; aunque para ser sincero siempre hice caso omiso a lo que pudieran decir aquellas personas que no conocía.

Pero saber que no soy aceptado por él chico que me gusta no me agradaba del todo.

-¿En qué piensas?-dijo el captando mi atención

-Cosas sin sentido, no tiene importancia-dije para luego sonreírle

-Sabes se me ocurrió una brillante idea-dijo

-¿Cuál?-dije intrigado por su respuesta

-¿Qué te parece ir juntos al Winter Wonderland?-dijo

-Si, claro es un hermoso lugar-dije

-Entonces que estamos esperando-dijo y entrelazo nuestras manos acto que me sorprendió al instante y me sonrojo

Caminamos juntos hasta su auto; uno lujoso y nuevo de color negro.

Mientras el conducía; yo miraba por la ventanilla el paisaje y los antiguos edificios que proporcionaba mi ciudad preferida.

Cuando giré mi rostro para poder observar a Gregor, este manejaba muy concentrando; con cuidado de no saltarse ninguna señal de tránsito.

Pesadilla sin retorno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora