Lo Que Nunca Te He Dicho

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Estoy harto de esperarte, de la misma forma que un perro fiel y paciente lo hace con su amo; el cual día tras día sale desde el amanecer hasta el anochecer, porque es su deber para ganar el sustento.

Estoy harto de pensar que un perro tiene más posibilidades de ver a su amo al final del día, que yo de verte a ti entre cada solsticio.

Mi mente crea monstruos cada vez más fuertes que someten a mis sentidos, a mi tranquilidad, paz y amor, para dejar a mi estúpida imaginación tomar control sobre mis pensamientos y es que, aunque logro rescatar a la razón de esos ataques, no pasará mucho tiempo para que nos encuentren y traigan consigo a alguien a quien no podremos derrotar.

No creo poder más, el hecho de no poder hablar contigo me está destrozando los nervios, mi amor por ti no tiene límites, realmente que no los hay, y mi corazón es fuerte, pero lo estás llevando al límite con tu lejanía, con tu falta de comunicación, no permitas que me sienta solo por no estar contigo porque ya aprendí a estar verdaderamente solo y si vuelvo a sentir la alegría de la soledad entonces no habrá nada que me impida alejarme de ti.

Si llego a sentirme solo estando en tu presencia entonces preferiría estar realmente solo, conmigo mismo y nada más.

Mi amor por mí mismo también es grande y procuraré poner la felicidad y el cariño incondicional solo en mí de ser necesario, tu presencia será disminuida a un recuerdo en mi memoria, un bello pero doloroso recuerdo.

Te veo en línea y no me escribes, incluso leíste mis mensajes, pero no me dices nada, me basta un hola, unos buenos días, un buen provecho o unas buenas noches; lo que sea pero que venga de ti, me bastan los mensajes más simples para sentir que todavía te importo y que el tiempo no nos ha separado.

Alguien una vez dijo que el amor de lejos es para ilusos (por no usar otra palabra), pues ese alguien estaba muy equivocado, esta clase de amor solo es para los valientes de corazón, aquellos que pueden soportar largos tiempos teniendo muy poca comunicación con la persona que aman y aun así quererla tanto o más que la última vez que se vieron.

Yo nunca te he obligado a nada, ¡a nada! Y aun así siento que lo hago al escribirte estas cosas, aunque nunca las vayas a leer, el sentimiento existió, el sentimiento se hizo real por este medio, la culpabilidad no va a desaparecer tan fácil como lo había pensado en primera instancia.

Y es que eres demasiado hermosa chica, me tienes loco de amor y loco por verte, mi impaciencia ha llegado a nuevas alturas como nunca antes imaginé posible, estás ahí en tu sitio de trabajo siendo un faro de perfecta luz, pero nadie está tan versado en las actitudes del alma como para notarlo.

Nunca te he dicho ni lo bueno ni lo malo que ha resultado todo este tiempo que te paso esperando, nunca te he dicho cuánto me duele ni cuánto me ha fortalecido, quizás deba hacerlo para que me ayudes a hacerlo mejor la próxima vez que las circunstancias de la vida te separen de mi por tanto tiempo como hasta ahora.

Nunca te lo he dicho, pero quizás algún día deba hacerlo.

Palabras Que DuelenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora