¿Luna Dónde Estás?

17 3 0
                                    

Mi querida amiga fiel, satélite de nuestro planeta, tu que la ves desde más arriba de la bóveda celeste, dime qué te has hecho.

Hoy no puedo observarte, hoy eres invisible para mí y para todos los demás que apreciamos tu compañía tanto de día como de noche.

¡Oh luna nuestra! ¿Dónde estás?

En aquel día estabas tan hermosa en la total plenitud de tu llenura y anoche me pareció verte por un breve momento en tu cuarto menguante, igual de bella, pero a los ojos comunes un poco incompleta.

Permite a esta pobre alma apreciar tu esplendor también de día, porque la noche no puede ser usada de otra manera que para descansar el cuerpo y el alma.

Le pido al viento que despeje el cielo en su totalidad para poder buscarte, que las fuerzas de la naturaleza confabulen conmigo y me permitan escrutar cada rincón de ese manto de color azul pálido que nos cubre.

Luna nuestra, tu que todo lo ves, aunque nosotros a ti no te veamos, dime qué es lo que ese ser tan amado por mi está viviendo, dame detalles de su diario vivir o dime en una frase lo que consideres importante.

Pero no me dejes con la incógnita en mi corazón, déjame saber qué ha sido de ella, dime algo y no me dejes morir en la ignorancia.

Puedo verlo, sé por qué no te puedo ver.

Este día no es como los anteriores, puedo ver lo que te esconde de mí, la naturaleza no quiere trabajar conmigo, está reacia a no prestar su apoyo a un simple mortal con motivos egoístas.

El camino alrededor mí no deja de estar cubierto por una espesa niebla que se resiste aún a las más potentes luces, aun siendo de día la noche parece no haberse esfumado por completo.

Es una niebla sucia y desagradable a la vista, está consumiendo tu resplandor y no hay nada que pueda hacer, me pareció ver el contorno menguante de tu bella forma detrás de ella y yo soy un inútil ante todo esto.

¡Como quisiera ser un personaje especial! Como me gustaría que este mundo tuviera algo sobrenatural, algo de poderoso como lo que relatan tantos de mis libros.

Pero no es así, solo soy un ser humano más, uno que para su desgracia no puede ni siquiera ver la luna en el cielo de día, pero que esperará con paciencia la noche para verla en su desesperado intento por saber más de su amada.

Palabras Que DuelenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora