Palabras Que Duelen

Te Sueño

De noche y de día te sueño.

La noche me ayuda a pensar y a aclarar mis sentimientos, me permite crear tantas oportunidades de un momento a otro, tantos escenarios de felicidad y de amor, pero también me permite sentir dolor y tristeza, me permite crear de igual manera escenarios en los cuales no soy feliz del todo, en los cuales te has ido de mi vida y ya no hay más sonrisas ni chistes, solo una nube eterna de soledad y depresión.

La mente me juega en contra en esos momentos de debilidad mental en los cuales los peores miedos suben a través de mi garganta y se acumulan en la parte trasera de mi boca, esperando ser vomitados por todo el lugar y permitirme verlos y sentirlos de una manera aún más grotesca que en mi mente.

Sé que también la alegría hace lo suyo propio en la noche, es la que me llena de euforia antes de dormir o justo antes de despertar, cuando recuerdo esos vividos sueños llenos de colores pasteles y grandes detalles en una calidad tan hermosa que parecen reales o incluso mejor que eso, parecen las escenas de cuentos o historias que tanto nos gustan.

Pero prefiero soñar de día, soñar completamente despierto, cuando voy viendo a través de la ventana de algún vehículo y me parece escuchar tu hermosa voz, llamándome y haciendo que recuerde lo mucho que he gozado a tu lado, aprendí a vivir las pequeñas cosas de tal manera que las grandes no me importasen tanto, que agradecerá aún más esos pequeños gestos y momentos.

También hay pesadillas de día, pensamientos horribles que se amotinan en mi mente y me generan un nudo en la garganta, donde no puedo gritar del dolor, donde todo se ve muy oscuro, tanto que ni siquiera me encuentro a mí mismo, donde mi cuerpo parece no tener sustancia y mi alma parece abandonarme.

La dualidad del ser humano es bella, extraña, interesante, irrisoria y estúpida, pero todo junto es maravilloso.