Leticia levantó la ceja en un gesto que se me hizo muy familiar.
Era algo que solía hacer yo misma cuando no entendia algo.
-¿Nunca han ido de compras?
Interrogue queriendo estar equivocada.
-La verdad es que no señorita. Las niñas tienen ropa hecha a medida. Nunca han ido de compras, ya sabe, no tienenn...
No hizo falta que Rita terminará la frase, me imaginaba a que se referia.
Mire a las dos lindas niñas comiendo su helado y me acorde de mis hijas.
Mis dos pequeñas que estaban en algún lugar del mundo, quizás sin una madre que las llevará al cine, a tomar un helado o de compras.
Mi pecho dolía como hacía mucho no lo hacía solo de pensarlo.
Esas niñas representaban todo lo que yo no tenía y me recordaban todo lo que mis hijas podrían estar necesitando al no tenerme a mi.
Ellas quizás ni siquiera tenían un padre, ellas incluso podrían no estar vivas.
Ese pensamiento trajo lágrimas a mis ojos...lágrimas que no llegaron a brotar porque Alicia me saco de mi ensoñacion.
-¿Es divertido ir de compras?
Sus ojitos me miraban ansiosos e intente sonreir, aunque no tuve que fingir mucho, ver sus manos llenas de helado trajo una sonrisa a mis labios de inmediato.
-Es muy divertido preciosa. Díganme algo, ¿Cuántas cosas más no han hecho?
-Uy...muchísimas cosas señorita. Ya sabe...el señor intenta hacerlas vivir todo lo que unas niñas de su edad necesitan pero es complicado para él.
Mi mente se llenó de millones de cosas que unas niñas hacían solo con su madre...ir de compras era una de ellas, ir al salón de belleza, hablar sobre el chico que les regala papelillos y luego más grandes...cuando apareciera la pubertad ellas...
Ante mi se dibujaba un escenario nada agradable.
Esas niñas necesitaban una madre o al menos una figura femenina y ese día, en ese momento decidí que mientras pudiera yo ayudaria a esas niñas en todas aquellas cosas que solo se hacían con una madre.
-Pues entonces creo que nos vamos a ver más seguido chicas.
Leticia levantó la cabeza de su helado y me miró sonriente.
-¿En serio?
Yo sonreí. Alicia era un encanto de niña. Pero Leticia tenía una chispa especial.
-Lo prometo.
Levante mi mano y ellas se miraron complices.
Entramos en algunas tiendas y las niñas se comenzaron a probar todo tipo de prendas.
La ropa regada en los probadores y ellas sonreían encantadas al verse rodeadas de tantas cosas.
Se veían muy hermosas con todo, incluso Rita consiguió un lindo vestido nuevo.
-Mira Leticia, esa de ahí es una tienda de música.
Alicia señalaba con sus manitas a una tienda con un enorme cartel que desia Música y en las vitrinas habia montones de guitarras y otros instrumentos de música.
Leticia miró interesada.
-¿Te gusta la música?
Le pregunte mirando sus oj9s brillantes de una emoción diferente.
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Una Nueva Oportunidad
RandomAranza Gilerr sufrió una enorme pérdida para la que ninguna mujer está preparada. Eso la convirtió en una mujer fria, su sonrisa se borro de su rostro y la amargura lleno todos los rincones de su corazón. Aun así tiene mucho éxito profesionalmente...