Una Nueva Oportunidad

10 ''Maldito duque''

Abrí los ojos con dificultad. Me dolía mucho la cabeza y estaba bastante aturdida por el golpe. Me costó adaptarme a la intensa luz que me daba en los ojos y alrededor todo estaba en penumbras. Olía a humedo y a lo lejos se escuchaba una gota callendo y haciendo eco en el silencio.
-¡Hasta que despierta la duquesita!
La voz de la persona que hablaba era bastante conocida para mi, solo que todo me daba vuelas y me costó dilucidar quien era. Identifique un punto fijo en el que enfocarme, necesitaba entender que estaba pasando.
-¿Quién...quién eres?
Intente moverme, pero tenía las manos y los pies sujetados por una soga.
-¿No me reconoces?
No lo veía bien, pero ya estaba comenzando a poner mis sentidos en su lugar, por eso reconocí esa voz tan peculiar. No era difícil, siendo que creci escuchando sus continuas quejas.
-¡No lo creo!... ¡¡Teníamos un maldito trato papá!!
Exclamé molesta. ¿Por qué hacia esto después de tantos años? ¿Que quería de mi?
-Vaya....¡la duquesita esta recobrando la conciencia!
Me removi incomoda. No lo podía ver porque la luz era demasiado intensa en medio de tanta oscuridad. Pero sabía donde estaba, sus pasos eran fuertes y lo dejaban en evidencia.
-¿Al menos puedo saber que hago aquí?
Necesitaba ganar tiempo y saber que estaba pasando, eso era fundamental.
-Estas aquí, porque la idiota de tu mamá se tomó un avión con la dulce Arianna, querían escaparse de mi, pero yo no lo podía permitir.
Su tono de voz y las palabras que estaba utilizando lo delataron, yo lo conocía como nadie, había aprendido a estudiar su comportamiento. Por las palabras que había utilizado el miedo me caló profundo. ¿Que significaba esa frase? Nada bueno, eso seguro.
-¿Qué les hiciste? Espero que no te hayas atrevido a hacerles nada porque te juro que...
-¿Qué me haras? No se supone que no tienes con que defenderte... -estuvo callado unos segundos y luego grito-...¿Recuerdas?, hace ocho años, prometiste que me lo entregarias todo ¡t-o-d-o! ¡¡Y no lo hiciste!!
Lo había descubierto, no quiero saber como, pero era obvio que ya sabía que yo tenía en mi poder su destrucción. Claro, eso no significa que yo se lo confirmaria.
-¡Te lo entregue todo! ¿Me crees estupida? Yo solo quiero estar tranquila, encontrar a mis hijas y desaparecer de la tierra, irme a donde tú, nunca nos encuentres. Por favor, dime que ellas están bien, dime que no les hiciste daño.
-¿Por qué me mientes?...- El seguía evadiendo el tema, eso era mala señal-... ¡Siempre me estas mintiendo!, todo lo que dices...ES...MENTIRA. Tienes pruebas en mi contra y ya encontraste a las dos bastardas. ¡Pero te empeñas en seguir mintiendo!
Me estaba volviendo loca, mi cabeza no casaba una palabra con la otra. ¿De qué demonios estaba hablando? Maldito duque, siempre buscando la forma de arruinarme la vida.
-Dejame en paz, déjame ir, te juro que yo no tengo ninguna evidencia en tú contra.
De repente comenzó a reir.
Su risa era agria, ronca y me traia recuerdos espantosos. Yo odiaba su maldita risa.
-Tú mamá me lo dijo, deja de negarmelo. Intente buscar sin presionarte, pero la idiota de tu madre se escapó.
-¿Que te dijo mi mamá? ¿Donde demonios esta mi mamá?
Yo necesitaba saber que estaban bien, ella y mi hermana.
-Te voy a dejar solita un ratito...-Pronunció tranquilo, se sentía en control y eso era frustrante, pero eso, él no tenía que saberlo-...creo que estas cansada y necesitas dormir un poquito. Luego, cuando despiertes, me diras donde esta la evidencia y si quieres salir viva de aquí, no volverás a jugar conmigo.
Escuche como sus pasos se alejaban y yo no me quería quedar sola.
-Espera...no te vayas...¡hey!
Pero fue inútil, escuche una puerta cerrarse y luego todo fue silencio. La luz me seguía dando directo a los ojos. Estaba nerviosa y asustada, pero respire profundo y analice la situación. Mi papá me había secuestrado, porque mi mamá, le dijo que yo, tenía evidencia en su contra. Eso me sonaba lógico, ellos discutían mucho y en un arranque ella pudo decirselo. Ahora, ¿por qué la perfecta duquesa Julianna había escapado y donde estaba?
También pensé en sus palabras, ¿por qué aseguró que yo había encontrado a las niñas?
Luego también está el hecho de que Erlin estaba conmigo cuando me secuestraron, lo que me trajo otra incógnita ¿Donde y en que condiciones estaba Erlin?
Me dolía mucho la cabeza, estaba demasiado presionada y me estaba haciendo muchísimas preguntas. Ahora la más importante era... ¿Cómo conseguiría salir?

Narrador Ovnipresente
    Horas antes
La duquesa estaba nerviosa y la joven a su lado también. Las dos sabían los riesgos que suponía ese intento de fuga, pero debían intentarlo. Pisaron aeropuerto americano muchas horas después de haber abordado y estaban agotadas. Caminaron por el estacionamiento cuando para ambas se volvió imposible respirar y luego todo fue oscuridad.

Horas después
La duquesa abrió los ojos por el ruido, esa risa era demasiado conocida para ella. Miro a su alrededor dándose cuenta de que no estaba sola y justo enfrente estaba ella. Esa niña tan hermosa que ella había tenido en sus brazos, con sus cabellos rojos pegados a la cara, su cara, se veía tan preocupada. Pero ella no podía verla y tampoco a las otras personas que la acompañaban, el lugar estaba en penumbras y la peliroja tenían un foco, encandilandole la mirada.
Pensó en hacer ruido, pero eso seria contraproducente, él también la escucharia aunque estaba cerrando la puerta de un tirón. ¿Que podía hacer para salir de ahí?
Todos querían lo mismo, pero nadie sabía como.

Pov Aranza
Busque con la mirada en aquellas áreas oscuras pero solo veía sombras, sombras que a momentos, parecían moverse, pero imagine que me estaba volviendo loca. Eso no era posible.
Cerre mis ojos intentando concentrarme, pero no funcionaba. Ya comezaba a desesperarme y ese malnacido aún no volvía.
Pasaron dos horas completas. Tiempo suficiente para analizar la situación, solo esperaba que no intentará precionarme de otra manera.
-¿Descansaste duquesita? Espero que tus neuronas estén bien frescas.
-¿Me puedes quitar este foco de la cara?
El comenzó a reir nuevamente haciéndome enojar. Yo no soportaba esa maldita risa que salía de sus labios. Mi papá era tan parecido a mi que me dolía verlo aveces. Yo era una pequeña copia suya y eso a mi mamá le causaba cierto temor.
-¡No estas en pocisión de pedir nada!
Fue mi turno de reír, sí, yo odiaba su risa, pero él, odiaba que cualquiera se riese en su cara.
-Eres un viejo decrepito, no pienso darte algo que no tengo.
No lo podía ver, pero era fácil imaginarlo, estaba furioso y eso lo haría cometer estupideces.
-¿Lo seguirás negando?
Interrogó soltando el aire retenido.
-¿Que respuesta esperas encontar?
Volví yo a evadirlo, si tenia suerte, su rabia seria mas grande que él y cometería un error. Eso era lo que yo necesitaba.
-¡Deja de jugar y hacerte la victima!
Me grito a todo pulmón, lo estaba logrando, solo necesitaba un empujoncito más.
-¡Dime donde tienes a mi mamá y a mi hermana!
Le grite de vuelta a lo que él, me respondio con un sonoro grito.
- ¡Están vivas y están bien! Ahora dime donde estan esas evidencias.
Estaba haciendo su mejor esfuerzo para volverme loca, pero no lo lograría. No había algo, que él pudiese hacer en mi contra, para que yo le devolviera lo que tanto deseaba. Los documentos estaban bien seguros.
Sonreí victoriosa por haberlo puesto de total mal humr.
-¡Nunca!
Le grite enojadolo y él le dio una patada a la estructura que sostenía la luz, dejándome finalmente en penumbras, me costó adaptarme al nuevo entorno, primero todo era oscuridad y luego sombras. Yo crei que estaba en total soledad, aunque no era tanta la soledad. Estaba mi mamá, Carmen, Erlin e incluso las dos niñas. ¿Qué demonios hacían ellos ahi?
-Veamos si esto te refresca la memoria.
El maldito estaba justo en medio, con su cínica sonrisa dibujada en el rostro, impecablemente vestido, como siempre.
Mi madre me miraba nerviosa, con los ojos abiertos de par en par, tenía miedo, Carmen estaba resiganada, su mirada era como siempre amable, estaba simplemente intentando no perjudircarme y enviarme sus bebas vibras.
Erlin estaba muy golpeado e inconsciente y las niñas...Las niñas estaban muertas de miedo. ¿Como se suponía que ellas superarían semejante trauma?
Pero mi hermana no estaba ahí.
-¿Qué demonios te pasa?  ¿Por qué están todos ellos aquí? ¿Y donde esta mi hermana?
-Veo que no estas dispuesta a colaborar tan pronto, quizás ha sido muy poco tiempo, y...y te entiendo. Te déjare un ratito más, para que pienses, pero volvere acompañado y por cada minuto que no me respondas ellos sufrirán las consecuencias.
Se dio la vuelta para marcharse dejándome ahí, con toda la gente que quería enfrente, amarrada y amordazada. Con la mirada de Alicia muerta de miedo y Leticia intentando no derramar lágrimas demás.
¿Que debía hacer ahora?