3 🖋"Aranza''🖋

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-¡Es guapisima! ¡Tiene el pelo rojo, y...y los ojos verdes!

Exclamaba Alicia haciendo ademanes con las manos.

Estaba emocionada porque acababa de conocer a una chica y mientras ella hablaba yo recordaba un par de ojos verdes muy curiosos que no querían salir de mi cabeza.

Es impresionante como una persona se puede robar todos tus pensamientos solo en cuestión de minutos.

Aunque claro, ella no era cualquier persona.

Solo de recordar su mirada verde, eléctrica, intensa...sus pequeñas manos cálidas sobre mis brazos, su voz...tan sexy y seductora, con ese tono tan jodidamente femenino...todo mi cuerpo se encendía como un fósforo.

Mi mente voló por unos minutos al momento en que la vi acercarse al ascensor con la cabeza en las nubes.

Alta, con unas curvas pronunciadas muy bonitas y peligrosas. Cintura pequeña, senos redondos, no muy grandes, pero si bien firmes. Y claro, unas piernas de infarto.

Y claro, cuando ya estabamos en el mismo ascensor ella dándome la espalda y también, una perfecta vista de un trasero redondo, firme y bastante grande.

Ella era una bomba de mujer y cuando se giro a mirarme, cayendo en cuanta de que no estaba sola en el ascensor, me dedico la mirada más cautivadora del mundo.

-Sí, es muy bonita papá y dijo que la podíamos llamar si estábamos aburridas.

Que Leticia la mencionara lo volvió real.

Yo estaba perdido en mis pensamientos, pero aquellas palabras me trajeron de regreso a la realidad. Pues de las dos niñas, Leticia era la más sensata, así que la mire interesado. Cosas así no pasaban todos los días.

-No van a molestar a una persona que acaban de conocer. Si están aburridas, me dicen a mi.

Estaba por realizar un largo viaje y por eso decidí pasar mis últimas horas en el país con mis niñas.

Pero ellas no hacían más que hablar de esa mujer.

-Papá, le dijo a ese chico ''Mejor dime porque tienes a mi hija cogida del brazo..''

-Alicia, no tenía que decir eso.

-Lo dijo para defendernos. Además no es verdad.

Y así empezaron una pequeña riña por tener la razón y yo, volví a alejarme de la conversación.

Es que aquella mujer no salía de mi cabeza. Su forma de hablar de moverse de caminar...todo en ella era tremendamente cautivador.

Pero lo más genial, era su largo y preciosos cabello rojo. Era irreal, como una ninfa preciosa.

-¿Papá nos estas escuchando?

Interrogó Leticia fijando sus ojos en los mios.

Yo ladee la cabeza y la observe detenidamente. Mi niña era muy bonita. Yo había visto como pasaba de ser una bebe calva, a ser una niña preciosa de ocho años.

Era muy bonita y Alicia era exactamente igual.

Ellas eran el regalo regalo bonito que la vida me había dado y una vez más le agradecí a dios por habermelas enviado.

Finalmente sacudí la cabeza y les preste toda la atención con que ellas demandaban.

-Niñas por lo que entendí una mujer las ayudo y espero que le hayan dado las gracias. Ahora... ¿porque mejor no me dicen porque estaban lejos de Rita?

Las dos se miraron cómplices y de inmediato, Leticia metió la cabeza en un libro.

Yo mire a Alicia buscando una respuesta y ella se encogió de hombros. Luego abrió los ojos y sonrío.

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