cinco: aleluya.

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El omega bostezaba a cada momento, pero no podían culparlo, él estaba acostumbrado a dormir hasta tarde los fines de semana. Solo Yoongi y su cama. Ahora, lucía medio muerto, con sus ojos queriendo cerrarse y su cabello castaño despeinado, y cubriendo parte de su frente. No iba a quejarse, por supuesto, ya que él quiso acompañar a la chica a su lado.

Jimin, por su parte, se encontraba contenta y con una de sus piernas moviéndose constantemente por la ansiedad. Quería entrar a comprar óleos, espátulas, pinceles, una paleta de mezclas, un aceite de linaza y algunos lienzos, con esos materiales, haría realidad aquello que visualizó en los ojos de Yoongi. Aunque tendría que ser muy cuidadosa, pues demoraba un poco más en secar si hacía una pintura al óleo.

A decir verdad, no es que quisiera pintar al omega, no. La inspiración viene cuando menos lo imaginas y que haya aparecido justo cuando observaba a Yoongi, era solo una coincidencia. A cualquier otra persona le hubieran brillado los ojos por el claro de luna. Y no es que fuera a pintar el rostro del castaño, solo sería un ojo. Podría ser el de cualquiera, uno de muchos. Solo ella lo sabría.

⎯ Jimin, ¿cuánto falta? Ya llevamos como una hora parados ⎯ refunfuñó el omega. Y no era el único, las personas en la fila también se encontraban impacientes.

Contrario a lo que Yoongi pensaba, había bastante gente. ¿A cuántos les gustaba pintar? Él nunca fue bueno en eso, incluso los palitos le salían chuecos. Pero arte era arte y si esa era la forma en la que ellos podían expresarse, bienvenido sea. Si le preguntaran a Yoongi, él diría que la música era lo suyo; oh, amaba tanto tocar el piano, incluso podría sentarse por horas a practicar diferentes piezas. Para él, no había nada más hermoso que plasmar sus sentimientos en cada composición, que dejarse llevar por cada nota y embelesarse con las diferentes melodías.

⎯ La tienda abría a las ocho, supuestamente. Esperemos un poco más, ¿de acuerdo? Puedes ir a la cafetería de en frente a sentarte, si quieres. Yo te aviso.

El omega negó apenas escuchó lo último. Jimin se veían tan emocionada y quería compartir ese momento con ella.

⎯ Dije que te acompañaría y lo haré. Nos quedaremos hasta que empiece la inauguración y podamos ingresar ⎯ Yoongi se cruzó de brazos para luego pararse firmemente. No se movería de ahí.

⎯ Si es lo que deseas, está bien. Haré todo lo posible para no demorar una vez que estemos adentro ⎯ su intención no era aburrir al castaño. Mientras menos tardara, sería mejor.

⎯ Hey, ni se te ocurra ⎯ Yoongi la miró fijamente. Sus ojos gatunos entrecerrados acompañando al ceño fruncido en su rostro ⎯. Tómate tu tiempo, Jimin. Compra todo lo que creas necesitar y no dudes en mirar si algo llama tu atención.

A la alfa le pareció adorable aquel gesto de desaprobación. Era increíble que, incluso así, luciera tan tierno. Debía admitirlo, eso fue lindo. Yoongi no intimidaría ni a una mosca.

⎯ Uhm, serán pocas cosas, de todas maneras. Ya sé lo que quiero, por lo que solo es cuestión de hallarlas. Luego de eso, podré trabajar en algo que se me ocurrió no hace mucho.

Eso le interesó a Yoongi por completo. Moría por saber qué era lo que Jimin haría. Apostaría lo que fuera a que el resultado le fascinaría tanto como los dibujos de su cuaderno.

⎯ ¿Y qué planeas pintar?

La rubia se dio miles de cachetadas internas. ¿Cómo demonios le diría al omega que pintaría una parte de su rostro? Si se lo enseñaba, se daría cuenta. Era su ojo, al fin y al cabo.

⎯ Es personal, Yoongi. No planeo mostrárselo a nadie ⎯ bueno, una mentira completa no era. Definitivamente esa pintura quedaría solo para ella.

all about you ☽ jimsu [fem! jimin]Where stories live. Discover now