all about you ☽ jimsu [fem! jimin]

trece: flores

El fin de ciclo llegó más rápido de lo que esperaba, a penas podía creer que había «sobrevivido» a la universidad y al traslado desde Busan hasta Seúl. Fue complicado, más que nada el adaptarse al nuevo entorno, pero regresaría satisfecha a su ciudad natal hasta el siguiente mes.

Su maleta ya se encontraba lista y su boleto para el tren también, lo único que le faltaba era dar su último examen y partiría rumbo a la estación. Confiaba en que todo saldría bien.

Jimin revisó su celular por un rato, ya que no tenía nada por hacer hasta dentro de unas horas y, mientras iba de una aplicación a otra, llegó a la galería de fotos, sonriendo cuando vio las que habían tomado anoche durante el aniversario de Taehyung y Namjoon. Supuestamente, solo acompañaría a su amigo hasta que le entregara a su novio el cuadro que compró para él, pero terminaron saliendo en grupo.

Continuó observando las fotos hasta detenerse en una, específicamente en la que salía con Yoongi. La alfa se había negado al principio por la vergüenza; sin embargo, el muchacho, con una dulce mirada y un par de palabras, terminó convenciéndola.

Ambos salían sonriendo y ese era el detalle que más le agradaba a Jimin; verlo feliz la hacía sentir bien. Le gustaba Yoongi y aceptarlo fue más fácil conforme pasaron los días, lo complicado era reunir el valor suficiente para decírselo. Como toda persona enamorada, quería ser correspondida, pero tenía muy claro que existía la posibilidad de ser rechazada y, aunque las decepciones son parte de la vida, definitivamente le asustaba pasar por eso.

La alfa suspiró y, deseando distraerse antes de su examen, decidió llamar a Namjoon. Esperó tres tonos hasta que el omega contestó.

⎯ Hey, Jim ⎯ saludó su amigo ⎯, creo que me leíste la mente, estaba a punto de mandarte un mensaje para ver si querías salir.

⎯ Bueno, también te llamaba para eso, estoy aburrida y quedan unas horas antes de mi examen ⎯ le contó. La alfa iba a preguntarle a dónde quería ir, pero escuchó algo romperse junto con un grito de Namjoon ⎯ ¿Estás bien?

⎯ No, no lo estoy ⎯ lloriqueó el omega ⎯... acabo de darle un codazo a la maceta y ahora mi pequeño cactus está tirado en el piso. La verdad, duró más de lo que esperaba.

⎯ Uh, lo lamento, Nam. Cuando regresemos de vacaciones, te regalaré uno ⎯ le dijo para animarlo.

⎯ ¿E-En serio? ⎯ cuestionó Kim, alegrándose cuando escuchó un «sí» del otro lado de la línea ⎯ Park Jimin, eres la mejor amiga que alguien podría tener, te compraré muchos pastelillos para el siguiente ciclo.

La alfa sonrió ⎯ De acuerdo, entonces... ¿nos vemos en el patio?

⎯ Ajá, ya estoy yendo, no tardes.

⎯ Bien, bien ⎯ eso fue lo último que dijo y cortó la llamada.

Jimin se aseguró de tener todo en orden por última vez, no quería olvidar nada en el cuarto porque sabía que no lo volvería a ver nunca.

Después de la rápida revisión, tomó sus llaves, teléfono y ató su cabello en un moño para, por fin, salir.