capítulo 34

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"Te regalo mi antigua adicción, ahora es otra. ¿Te cuento un secreto? No sabe igual de deliciosa que la nueva.
Estuve pensando en la pregunta que me hiciste y mi respuesta es: no, no es una locura. Quiero ser parte de esa locura, acepto tu pedido"...

Mientras leía la nota sonreía como una tonta.

«¿Tae estaba aceptando ser mi amante? ¿A esa locura se refiere?»

—¿Niña que significa antigua adicción? ¿De que locura está hablando?

—¿Mi Yeong desde cuándo eres chismosa? ¿Acaso leíste la tarjeta?

—Si, la leí.

—¡¿Por qué?!

—Porque el pedido del niño Tae me llamó la atención.

—¿Que… Que te pidió?

—Cuando le dije que estaba su esposo, desesperado me pidió que guarde la bolsa y que se la entregue cuando estemos a solas, usted y yo. ¿Que está pasando entre ustedes? Y no me digas que nada. —Negué con la cabeza y miré para el costado.

—Nada, no sé de qué habla Tae.

—Niña...

—¿Queee? Nada. —Desvié la mirada.

—Largue todo si no quiere que busque otros métodos para que hable.

—Bueno, ya. Hay algo que no te conté. —Me miró seria —TaeHyung y yo... Tuvimos... Tuvimos sexo. —dije rápido.

—¡¿Qué?! ¡¿Cuando?!

—Sshhh... No grites, solo fueron dos veces.

—”Solo fueron dos veces”, lo dices así, tan suelta de cuerpo como si nada. ¿Cuándo pasó?

—La primera vez fue en islas Jeju.

—¿No habías ido con tu secretaria?

—Eso es lo que todos piensan, un día antes de viajar enfermó y fui con él. Y bueno... Se dio.

—¿Y la segunda?

—Fue en su casa.

—¡Ay Dios bendito!

—Baja la voz, ¿quieres que alguien se entere y me maten?

—La culpa será solo tuya por hacer cosas indebidas con una persona que no es su marido. ¿Y a qué o por qué fue a la casa?

—Fui a buscar los papeles que estamos viendo.

—¿O sea que fue hace poco?

—Tu sabes mejor que nadie que siempre estuve enamorada, a la espera de él.

—Pero ahora estás casada.

—Por obligación.

—No importa. Niña si alguien se entera...

—¿_______? —Mi madre me llamaba.

—Toma esconde la nota un momento por mi por favor nana. Aquí estoy mamá.

—¿Qué haces aquí?

—Nada, ¿acaso no puedo estar aquí?

—¿Por qué siempre respondes de mala manera?

—No estoy respondiendo mal, solo estoy preguntando porque no puedo estar aquí.

—Tu marido pregunta por ti.

—Aish, qué pesado.

—¿Señora, sirvo el almuerzo?

—Si, por favor.

Save me (1° Temporada) (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora