Save me (1° Temporada) (En Edición)

Capítulo 37

No sé qué tanto se habrá creído JiMin que tengo una "mala relación" con Tae. Pero algo debo hacer para que se quite la idea (muy acertada) de que algo pasa entre nosotros.

Camino a casa en el auto, recibo un mensaje de Tae.

•Te reclamaría que me trates bien, pero me encanta tu actitud. ¿En qué momento te volviste tan fría?

•¿En verdad quieres saber en qué momento me convertí en lo que soy?

•Mmm... Mejor demuéstrame que tan caliente puedes ser en la cama.

Enseguida guardé el celular y traté de mantener la calma.

—¿Por qué no vas a viajar? —Rompió el silencio JiMin.

—¿Qué?

—¿Por qué no vas a viajar?

—Surgieron problemas aquí también, y por más que quisiera nada puedo hacer allí. Supongo que escuchaste que quieren negociar con el dueño y no con una simple empleada.

—¿Acaso no quieres ir porque iría yo?

—No es eso.

—Algo me dice que si.

—Juro que me da igual si vas con nosotros, es un problema muy grande el que también hay aquí como para estar preocupándome por si tu vas conmigo.

—No hace falta que trates mal al idiota ese delante de mi.

—Se llama TaeHyung, ya te lo dije y yo trato así a todo el mundo.

—Ayer no lo tratabas así, hasta le sonreías.

—Deja de fantasear por favor.

—Para el auto en la siguiente calle y bájate. —le dijo JiMin al chófer.

—Sí señor. —Estacionó y bajó.

Esperó a que el chófer se alejara lo necesario y me tomó de la cintura llevándome hacia él.

—¿Sabes con que fantaseo? Con esto. —Desprendió su pantalón, tomó mi mano y la pasaba por su miembro,

—No empecemos. —Quise quitar mi mano y solo conseguí que con su otra mano tome mi rostro y comience a besarme. Sentía como poco a poco su erección se hacía cada vez más presente.

—Elige cómo quieres solucionar esto que provocas. —me dijo al oído —¿Me la chupas o te cojo? —Mordió el lóbulo de mi oreja.

—Ninguna de las dos, basta JiMin quiero llegar a casa, darme una ducha y descansar. —Quise nuevamente quitar mi mano, pero la sostenía muy fuerte.

—No sientas penas, ni te preocupes, nadie nos ve; los vidrios son oscuros y no se ve absolutamente nada desde afuera.

—Enserio JiMin, basta. —Logré liberar mi mano, pero no por mucho tiempo.

—Voy a elegir por ti. Vamos a hacer las dos cosas y los dos saldremos beneficiados. —Sonrió. Me tomó de la nuca y me indicó que le practique sexo oral.

—No, no insistas.

—Me van hacer una multa por estar mucho tiempo parados. —Se notaba que estaba perdiendo toda la poca paciencia conmigo, yo negué con mi cabeza —Esta bien.

Al decir esas palabras pensé que iba a desistir, pero no. Sin quitar su mano de mi nuca, tomó mi otra mano y la llevó nuevamente a su miembro e hizo que lo masturbe mientras él me besaba.