Save me (1° Temporada) (En Edición)

Capítulo 31

De manera un poco tímida ingresé. No sabía para donde mirar, tomó una remera que se encontraba en el respaldo del sillón de lo que parecía la sala y se la colocó.

—Estas... empapada, te traeré una toalla.

—Está bien, solo vengo por unos papeles y ya me voy. —Me miró desde la cabeza hasta los pies y se sonrió —¿Que?

—¿Estás descalza? ¿Viniste así?

—Intenta caminar rápido con esto bajo el diluvio. —Le mostré los zapatos que chorreaban agua.

—Pasa al baño, quítate esa ropa y la seco.

—Está bien, de verdad. Con una toalla alcanza. —Estornudé.

—Vas a enfermar, hazme caso. Pasa y quítate todo eso que está mojado. —Negué con la cabeza —Dios, te daré ropa seca.

—¿Ropa de mujer? ¿Tienes ropa de mujer? —reí.

—Ropa mía, tonta.

—Ya lo sé, tonto.

Había pasado muchísimo tiempo desde la última vez y hoy, que veía a Tae con ropa "normal". Sin perder tiempo fue en busca de ropa.

—Toma, el baño se encuentra al final del pasillo.

La ropa se encontraba perfectamente doblada, con perfume; me había dado una remera y un pantalón en el cual entraban dos yo. Nunca entendí porque le gustaba la ropa tan grande.

Me quité mí ropa, incluido mí brasier, sequé mí cuerpo y me puse su ropa; comence a reír, parecía un enano con ropa de un gigante, me daba mucha vergüenza salir. Me quedé adentro del baño unos largos minutos.

—¿______, estas bien? —Golpeó la puerta.

—Estoy bien. —Volví a estornudar.

—¿Por qué no sales?

—¿Me prometes que no te vas a reír?

—Mmm... —Escuché que se reía.

—Estás riendo, no salgo. Toma mi ropa. —Abrí apenas la puerta y le pase la ropa mojada.

—Me río de la situación, me pides que no me ria, pero no entiendo por qué. Igual prometo no reír, ¿puedes salir por favor? —Se sonrió.

—Mentiroso, vas a reírte de mí.

—Mira, —Puso cara seria —no voy a reírme. —Salí despacio, apenada. Podía ver que moría por reírse —Toma asiento dónde gustes, voy a poner tu ropa en la lavadora.

Tomé asiento en la sala y comencé a mirar el departamento en detalle, era muy lindo, amplio, muy al estilo Tae. Había muchas figuras de súper héroes y obviamente su amada consola de videojuegos, pensé que había madurado.

Un cuadro en la pared se llevó toda mi atención, era un cuadro con fotos de él con su abuela, fotos que recorrían los años que había pasado junto a ella, fotos desde un bebé hasta de grande.

Tae había perdido a su abuela hacía dos años; por lo poco que supe, él sufrió mucho esa pérdida; amaba a su abuela más que a su vida, la amaba más que a su propia madre.

—¿Quieres algo de beber? —Me sacó de mis pensamientos.

—Un té. —Me miró sorprendido —¿Por que me miras así?

—¿Estás bien? —Tocó mi frente , asentí —Pediste un té y no café. —Abrió su boca mostrando asombro en broma.

—Estoy frente a una persona que no le gusta el café.