Capítulo 24

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Narración de Jimin.

Ciertas actitudes en ella me generaban algo de desconfianza, como por ejemplo: tener sexo conmigo sin negarse como era habitual en ella.

—¿Haré bien en confiar en ti? —pregunté mientras salía de ella.

—Lo mismo me pregunto. —contestó sentándose en la cama, cubriéndose con las sábanas.

—En mi puedes confiar, mira te vas sola al aeropuerto. Si eso no te convence no sé qué más podría hacer para que me creas y confíes en mí. —Ingresé a ducharme.

Desde que supe que se iba, me pregunto si hice bien en dejarla viajar sola; debo atender asuntos importantes, pero... ¿Son más importantes que ella?
En más de una ocasión pensé en decirle a Suga que alguien de sus conocidos la siguiera, pero no debía cagarla.

—¡Aish! —Golpee la mesa. Encima me seguían cayendo malas noticias.

Tomé el teléfono y llamé a Suga para arreglar el problema más urgentes, el problema por el cual deje a ______ de lado.

*Llamada*

—¡¡Señor Park!! ¿A qué debo su llamado?

—¿Estás ocupado?

—No. ¿Qué pasa? Noto cierta seriedad.

—¿Puedes ir a mi casa? Necesito que sepas unos detalles para mañana. Surgió algo nuevo.

—Poder, puedo. Pero llegaré en una hora.

—Está bien, estoy en la oficina aún resolviendo unos pequeños problemas.

—Nos vemos en tu casa y me pones al día de todo.

*Fin de la llamada*

Al final, dejé todo de lado y salí, el pensar una y otra vez si hice bien o no en dejarla sola, me estaba agobiando y no dejaba concentrarme en lo que realmente importaba.

Manejé yo mismo hasta mi casa para mantener la mente ocupada en otra cosa que no sea _____, allí esperé a Suga.

—¡¡¡Jiminie!!! —Entró al despacho sin golpear y con sus provisiones.

—¿JungSoo te dejó tomar toda esa comida? A mi no me deja tocar ni la mitad de todo eso.

—Es que tú no tienes mis encantos. —Se rió —Que cara tienes amigo, yo estaría feliz de estar sin mujer por tres días. ¿Acaso estás así por qué ella no estará para tu cumpleaños?

—Ella no sabe cuándo es mi cumpleaños, no tiene idea de que es el viernes. Tengo esta cara por qué me enteré de algo.

—Mmm... Creo que alguien se enamoró de su víctima.

—Ya te dije que no puedo, ni debo enamorarme de ella. No te llamé para hablar de mí esposa.

—¿Entonces?

—¿Que tan lejos puede ir ese niñito, el que va hacer el trabajo mañana?

—Hasta donde tú quieras. ¿Por qué?

—Quiero que se acuerden de ustedes por el resto de su vida. También quiero estar presente.

—¿Qué pasó que ahora pides eso? ¿No era sólo un susto?

—Cambio de planes mí querido amigo. Hoy supe que esos malditos desgraciados tienen algo planeado. El domingo las lacras de mis tíos arriban a Corea para el lunes estar presentes en la lectura de la segunda parte del testamento de mi padre.

—¿Sabiendo que no tienen chances de recibir algo, vienen igual?

—Si, pero no vienen a perder el tiempo, vienen porque tienen planeado que el lunes no llegue a la lectura del testamento. El insecto pequeño se encargaría de mi, mientras ellos buscan dejar sin efecto mi parte.

—¿O sea que tu primo planea hacer algo para que tu no llegues a la lectura? Si tu no te presentas quedará como que no te importa. Por así decirlo.

—Exacto. Y no sólo eso, la persona que tu enviaste a Japón me informó que mis tíos andaban metiendo las narices en la empresa de allí, y se enteraron que cedí la mayoría de las acciones. Esa empresa no debía tocarla, una de las cláusulas del testamento para que reciba en totalidad la herencia, es que no toque absolutamente nada, ni de la empresa de Japón, ni la de aquí.

—Pero tú le diste acciones a tu suegro de esa empresa. —Suga no entendía nada —¿Y ahora que vas hacer?

—Gracias a tu contacto que me informó a tiempo y con la ayuda del abogado Kang pude falsificar unos papeles. La empresa es "totalmente mía" aún. Así que mañana, solo nos queda encargarnos de la lacrita.

—¿Que quieres hacer con él? Tu pide y nosotros te lo haremos realidad. —Comenzó a reírse.

—¿No es mejor si llamas a tu... No se como llamarlo al niño. Y arreglamos todo?

—¿A JungKook? —dije que sí —Ahora lo llamo, ¿le digo que venga aquí?

—Si, no pienso pisar un bar de mala muerte otra vez. Lo siento amigo.

Suga realizó la llamada, en lo que llegaba JungKook hablamos de otros temas.

—¿Qué harás el viernes?

—Lo mismo que vengo haciendo desde hace 16 años.

—Hay amigo, —Suspiró —pensé que este año sería diferente.

—No te preocupes. —Golpee su hombro izquierdo dándole consuelo como si él fuese el afectado por no estar su esposa presente en el día de su cumpleaños, y tomé asiento.

—Le diré a RM que venga sin falta, no como el año pasado que no apareció.

—No hace falta, enserio. No lo molestes por tonterías.

—¿Y si llamo a tu esposa y le digo que es tu cumpleaños?

—Ni lo sueñes Suga, te mato.

—Entonces haremos lo de todos los años, comer y tomar hasta que comencemos a llorar. —Comenzó a reír a carcajadas —¿Quieres que traiga algunas chicas como regalo? —guiñó el ojo.

—Nooo, gracias. Agradezco tus intenciones. —Reí.

—Si sabía que venía para aquí traía el informe de ese tal TaeHyung.

—¿Lo leíste?

—Si.

—¿Algo de lo que deba preocuparme?

—Nn... No. Ese tipo es hijo del abogado del viejo, su apellido es Kim; tiene la misma edad que tu esposa, fueron desde pequeños muy buenos amigos, inseparables hasta el último año de preparatoria, ese año dejaron de serlo. ¿A que no sabes que?

—¡¿Fueron novios?!

—No. Ellos fueron a la misma preparatoria que nosotros.

—¡¿Qué?!

—Si, así como lo escuchas, fuimos a la misma preparatoria. Luego estudió en la Universidad Nacional de Seúl y se recibió de abogado un año antes del resto de sus compañeros. En el último año de la carrera comenzó a trabajar con tu suegro. A pesar de ser ya abogado lo tiene como su asistente.

—Quizás no es bueno, y compró el título. Por eso lo tiene como su asistente metiche.

—Se recibió con el mejor promedio.

—¿Entonces?...

—No lo sé.

—Así que eran amigos inseparables... —Quedé pensativo.

Save me (1° Temporada) (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora