Save me (1° Temporada) (En Edición)

Capítulo 19

Desperté adolorida en mi parte íntima, y no entiendo por qué; no recuerdo que haya dolido tanto siquiera cuando perdí mi virginidad.
¿Tres años sin relaciones sexuales se sentían así?

—Buen día, —Escuché su asquerosa voz detrás de mí —no quise interrumpir tus sueños, te veías tan linda... Tan dulce... —Se sentó a mi lado en la cama, acariciando mi mejilla.

—¿Qué hora es? —Corrí mí cara para que su mano deje de tocarme. Tenía la sensación de que había dormido 24 hs.

—Las 9 de la mañana. —Me levanté y al sentarme, sentí otra vez un pequeño dolor, el cual provocó que lo refleje en mi cara —¿Te sientes mal? ¿Te duele algo? —Negué con la cabeza —¿te duele... Ahí…? —Mire hacia el costado opuesto al que se encontraba él —¿Eras virgen?

—Te dije que no. Permiso, quiero levantarme.

—No tiene nada de malo, al contrario a mi me encantó. —Se puso de pie dejándome paso para levantarme.

—Graba en tu cabeza hueca que no, no era virgen, ¿ok? —Me dirigí al baño.

—Parecía que sí.

—Ya basta. ¿Te cogiste muchas vírgenes? —pregunté desde el baño.

—N... No... Solo dos. ¿Entonces cómo explicas lo de anoche? Ah, ya sé. Tenía razón cuando te dije la vez pasada que era un gran problema lo que tenía en mi entrepierna. —rió.

—Sii... Seguro. —Con el cepillo de dientes en la boca le contesté.

—En cuanto estés lista bajaremos a desayunar, muero de hambre.

—¿Por qué no lo hiciste? —Salí del baño —Nadie te iba a decir nada.

—Soy un hombre casado, debo hacerlo con mi esposa.

~~~~~~~~

Bajamos a desayunar ubicados en una mesa alejados de la poca gente que había presente.

—Buenos días, señor Park. Señora. —Saludó el mozo —¿Que les sirvo? —Jimin me hizo seña para que comience yo.

—Para mi, cereales con yogurt, por favor.

—Muy bien. ¿Señor Park, lo mismo de siempre?

—Si. ¿Cariño no quieres algo más?

—Con eso estoy bien.

—Como gustes, trae por el momento lo que pedimos. —Le hizo seña que se retire.

Desde anoche que llegamos me pregunto que tanto lo conocen, ¿será que viene seguido?
Él tomó el periódico y yo mi tablet para chequear mails de trabajo.

—Mira, estamos en la tapa de la sección "Sociedad".

Cuando levanté la mirada para ver el periódico, noté que su mirada no estaba en mi, sino detrás de mí.

—Somos famosos, que emoción. —Lo dije con un tono de burla.

Él seguía mirando, no aguanté la curiosidad, quería saber qué tanto era lo que lo distraía. Para no quedar en evidencia y convertirme en la niña del exorcista, tomé la tablet y encendí la cámara frontal. Y ahí estaba la distracción, una mujer de unos... Treinta años o poco más, sonriéndole.

Aclaré mi garganta para que me mire.

—¿Me cambias el lugar? Yo ahí y tú aquí.

—¿Que?

—¿Me cambias el lugar?

—Ven aquí. —Me señaló la silla que se encontraba a su lado.

—No, quiero el lugar donde estás tú. Quiero un poco de sol. —Me levanté y fui detrás de él —Ahí no llega siquiera un rayo, —Lo abracé por los hombros —por favor. —Le sonreí y luego miré a la mujer. Enseguida entendió mi mensaje, dejó de mirarlo y agachó su cabeza.