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Joel espera pacientemente en el estacionamiento del centro comercial, mira su reloj cerciorándose de que falta poco para la acción.

Sí todo sale bien, su deseo de hace meses se verá cumplido, solo es cuestión de esperar.

Hasta que lo vio llegar.

Erick camina rumbo a una pared que le da sombra, se recarga y saca un empaque de cigarrillos del bolsillo de su pantalón, saca uno y lo enciende dando la primera fumada.

Es hora.

─Hola Erick─saluda el rizado acercándose con una sonrisa cínica─¿Descansando del trabajo?

─Hola, sí, en un minuto vuelvo─responde luego de expulsar el humo─¿Fuiste a la escuela?

─Sí, salí hace unas horas─responde recargándose al lado de él─es curioso, pero creo que he aprendido a leerte.

─¿Leerme?

─Leerte─responde dándose la vuelta, recarga sus brazos en la pared justo a los lados de Er evitando que pueda escapar de su mirada─he notado tu necesidad de fumar una vez terminas de follar.

─No, no entiendo a qué te refieres─dice nervioso intentando salir de la situación─ creo que es mejor que me vaya, tengo trabajo.

─¿Trabajo, pequeña puta? No sabía que tener sexo con tu jefe cuenta como trabajo─reta con la misma sonrisa.

Erick se siente acorralado, ha intentado ser cauteloso desde que empezó su extraña relación con Mateo pero no se esperaba que fuera precisamente su hijo quien lo descubriera.

Joel mira con satisfacción como el ojiverde agacha la cabeza confirmando sus sospechas, todo el teatrito de niño bueno que ha manejado es solo una máscara .

Ahora se da cuenta.

─¿Entonces?─pregunta tomando la barbilla del menor─¿No dirás nada?

─Yo, yo, lo siento─dice por fin─Joel, no sabes...

─No, no sé nada ni quiero saberlo- interrumpe bajando su mano libre a la cintura del más bajo─pero tal vez mi papá si quiera saberlo.

─Por favor, no le digas nada, te prometo que...

─Ya, ya cállate─ordena casi gritando─escucha, no tienes una idea lo que he pasado por tu culpa, tanto tiempo viendo como haces feliz a mi papá y no puedes darme ni siquiera un poco de atención, te lo he pedido de la buena manera pero como no accedes, supongo que puedo hacer uso de otros métodos.

Erick escucha atentamente cada palabra sin saber cómo reaccionar, nunca le ha hecho daño a nadie, mucho menos a Joel.

─Te odio─confiesa el rizado sin temor en su voz─te odio como no te imaginas, eres despreciable porque nadie tiene el derecho de provocar tanto en mí, y de ahora en adelante haré que pagues todo lo que me haces sentir.

─Yo no he hecho...

─¡Cállate! No tienes derecho a hablar, ni a objetar nada─ordena con voz firme silenciando a Er al instante─¿Quieres seguir con la mentira? Bueno, hazlo, lo que le pase a mí papá me tiene sin cuidado, ¿Quieres seguir fingiendo que lo amas mientras te revuelcas con otro? Perfecto, hazlo, es mejor para mí, pero todo tiene un precio, bonito, y el mío es muy alto.

Er piensa todo lo que ha hecho para meterse en esos embrollos, sabía que no era del agrado de Joel a pesar de no ser grosero nunca con él, incluso se ha dado cuenta del odio que siente por Mateo, pero no tiene idea de lo que es capaz de hacer.

─¿Qué es lo que quieres?─pregunta luego de obtener el valor para hacerlo.

El mayor ensancha su sonrisa y se acerca su oído.

Joerick: Smoker (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora