Erick se remueve un poco, acomodándose para descansar mejor, detalle que él más alto notó y sonrío acomodando la cabeza del contrario en su pecho desnudo.
Pasaron toda la noche juntos y es una gran manera de despertar.
El timbre del teléfono del menor sonó por lo que Joel lo tomó para apagar la alarma, pero al verificar se dio cuenta que no se trata de eso sino de un mensaje de texto.
"Te crees muy fuerte ahora, pero volverás con la cola entre las patas rogando que te regrese el empleo, y está bien, esperaré y volverás a trabajar pero eso sí, sabes lo que te espera"
No tiene un nombre registrado pero haciendo memoria sabe que se trata de su ex jefe, la misma persona que lo ha estado molestando.
Intentando no ser muy brusco se levanta de la cama, siendo muy cuidadoso para no despertarlo, se pone su ropa interior seguido de su pantalón y su playera, una vez listo sale de la recamara y va al baño para poder acomodarse el cabello con ayuda del espejo.
Extrañamente pese al mensaje no se siente tan enfadado como por lo general estaría, si está molesto pero el haber pasado toda la noche con Erick logra calmar su mente.
Una calma que hace años no experimentaba.
Baja las escaleras al terminar, toma las llaves del auto y sale de la casa para entrar al vehículo, encendiéndolo y arranca rumbo al centro comercial.
Todo ha pasado muy rápido pero tiene ideas en mente, ideas que son todo lo contrario a las que solía tener antes de todo esto, sabe que ahora trabajando su horario será más complicado pero sabe que valdrá la pena.
Además está el hecho de una pelea que comenzará una vez Mateo vuelva, siempre se ha opuesto a que Joel consiga un empleo pero ya tendrá tiempo para enfrentarse a eso.
Y eso solo es el comienzo porque cuando su padre regrese aún hay más cosas que pensar.
Llega al lugar y se estaciona para entrar al establecimiento, al hacerlo va directamente a la plaza donde por lo general iría a espiar a Er.
Se sienta en su jardinera habitual y busca con la mirada a la persona a la que fue a "visitar", y ahí lo ve.
Un hombre entrega folletos, el que fue jefe de Erick.
Se imagina que por la renuncia tan repentina del ojiverde él tiene que hacerse cargo de los deberes, al menos hasta que consiga alguien para suplantarlo.
Con una sonrisa cínica se levanta del asiento y se dirige al hombre.
─Buen día ─saluda extendiéndole un papel.
─Hola ─responde tomándolo─ Ya no está el chico de siempre, ¿Renunció?
─Eso me temo pero no tardará en volver ─asegura con una sonrisa─ ¿Lo conoce?
─Lo he visto cuando vengo, parece muy lindo.
─Lo es, pero insisto, volverá.
─¿Por qué está tan seguro? ─cuestiona guardando el papel en su bolsillo.
─Bueno, sé que no debería decirlo pero tiene una afición por mí, ya sabe ─asegura con una sonrisa─ volverá, va a extrañarme...
No logró terminar de fanfarronear cuando recibió un puñetazo en la nariz mandándolo al suelo al momento.
─Yo no lo creo ─dice Joel agachándose a su altura─ creo que usted es quien se obsesionó con él, no lo culpo, conozco el sentimiento, pero ahora quiero que le quede claro que sí se acerca a él, vuelve a amenazarlo o siquiera a mirarlo, un golpe en el rostro es lo menos que le haré.
