Joel lo ve desde lejos como todos los días, reparte con una sonrisa los volantes y saluda al personal amablemente.
Nada ha cambiado con él.
Y odia eso.
Después de tener sexo la noche anterior se esperaba que tuviera algo diferente, lo que sea, por mínimo que fuese pero no.
Su sonrisa amigable y buen trato con la gente siguen siendo su característica más grande.
¿Qué tendrá de malo ese chico? ¿Por qué no está pidiéndole más?
Está muy confundido.
Al ser sábado sabe la rutina de hoy por lo que no puede hacer su movimiento, Mateo pasará por Erick e irán a cenar o algo por estilo, no debe intentar nada.
O bueno, ¿Por qué no?
Después de todo es él quien le está haciendo el favor al ojiverde de no decir nada, puede hacer lo que se le plazca.
Pone su sonrisa más amigable y se acerca a el que entrega un par de folletos a una pareja que pasa por el rumbo.
Se acerca más hasta que Er se da cuenta de su presencia.
─Hola─saluda el rizado como si nada─¿Todo bien?
─Hola Joel, sí, gracias por preguntar─responde el saludo agachando la mirada
─¿Llegaste muy tarde a casa?
─No, descuida, estuve bien.
Por un momento se quedaron en silencio sin saber qué más decir, Erick nunca ha tenido una conversación tan larga con el más alto pero ahora el ambiente parece más pesado que de costumbre.
─Hoy verás a mi padre, ¿Verdad?─pregunta Joel rompiendo por fin el silencio.
─Sí, vendrá por mí más tarde.
─Perfecto, entonces tienes tiempo de cancelar─pide sin remordimiento─quiero verte en la noche.
─Pero, creí que...
─Ah, no, no digas más, sí lo que quieres es que tu prometido se entere...
─¡No! Por favor, está bien─accede apresurado─voy a cancelar, ¿Dónde te veo?
─Yo pasaré por ti, no te preocupes por eso─informa sonriendo como siempre─ vendré por ti.
El menor asiente y vuelve al trabajo dejando solo al rizado.
Tiene otra oportunidad, ésta vez le dará una cogida mejor que la anterior y lo tendrá a sus pies.
Pan comido.
Va a su casa y se toma una ducha para relajarse un poco, ya no tiene necesidad de masturbarse pensando en Erick.
Ya lo tiene en su poder.
Sale del baño y escucha la voz de su padre proviniendo de su recamara, agudiza un poco más su oído para escuchar más mientras avanza.
─No, está bien, entonces te veré mañana, sí, adiós.
Seguramente se trata de Erick.
Camina un poco más cuando escucha la puerta del cuarto de Mateo ser abierta, se da la vuelta y se encuentra con él.
─Vaya, hace tiempo que no te veía─dice Mateo serio─¿Sigues molesto?
─¿Molesto? ¿Por qué debería estarlo?
─No lo sé, desde que te enteraste de mi compromiso con Erick te has portado más distante de lo normal.
─¿De verdad? ¿Te interesa para este punto lo que opine?