Joel abre la recamara de su padre y hace que Erick entre primero, han tenido un día muy largo y confuso, aunque las últimas horas fueron muy agradables para ambos.
Er se sienta en la cama y se recuesta lentamente, no llevó algo de ropa para dormir porque pensó que volverían ese mismo día pero no le molesta descansar con la ropa que lleva.
Joel por su lado se recuesta también después de apagar la luz y cerrar la puerta, extrañamente ya no se siente incómodo con el menor cerca, puede que aún no hayan hablado acerca de lo sucedido pero ese beso pudo decir más que lo que las palabras, no estará seguro de lo que signifique pero vaya que le gusta esa sensación.
Ambos están recostados dándose la espalda entre ellos.
─Joel ─llama el menor luego de unos segundos.
─¿Sí?
─No quiero arruinar esto, pero necesito saber, ¿Cómo diste con mi casa?
─Ah, es una larga historia ─anuncia girando y Er lo imitó al sentirlo─no te molestes, por favor.
Erick asintió sereno y Joel prosiguió.
─La semana en la que parecías más apresurado de lo normal, cuando me pediste postergar nuestro encuentro, me enteré de que un hombre fue a buscarte al trabajo, un hombre que no era mi papá y cuando saliste del trabajo te seguí en un taxi.
─Lo recuerdo, nunca había sido tan irresponsable en el trabajo y ese día fue horrible ─dice Erick recordando todo lo que sucedió─entonces, me seguiste, ¿Y qué sucedió? ¿Por qué actuaste así la última vez que estuvimos juntos?
Joel dio un fuerte suspiro antes de continuar.
─Bueno, vi a un hombre salir de tu casa, un hombre mayor que tú, y que salieras segundos después a fumar no ayudó porque, pues, acostumbras fumar cuando terminas de tener sexo.
El ojiverde se quedó petrificado al escuchar lo último, claro que ya sabía que Joel estaba al tanto de su adicción pero lo que lo extraña es que haya tenido el impulso de seguirlo de esa forma.
─Entonces, ¿Tu...?
─Yo estaba celoso ─responde antes de que continué ─cortaste nuestras citas por ese sujeto y no querías verme, no sé si estás con él porque quieres o haya algo más que no puedo ver pero me dieron celos, te castigué por algo que no tuviste la culpa y no tienes idea de lo culpable que me hizo sentir verte llorar...
Una disculpa era lo único que hacía falta, ésta vez Erick fue quien se acercó al rizado y le dio un beso en los labios, no tan intenso como el de la estancia pero lo suficientemente cargado de sentimientos como para hacerlo callar.
─Sí te sirve de algo ─dice el menor alejándose levemente─no tengo algo que ver con él, ni siquiera tuvimos sexo, nunca hemos tenido sexo, solo es un amigo que me ayuda de vez en cuando.
─Pero, te vi...
─Lo sé, en cuanto terminé de estar con, bueno, mi ex jefe, salí tan rápido que no me dio tiempo de fumar fuera del centro comercial, necesitaba llegar con urgencia, cuando llegué aproveché para hacerlo fuera de la casa.
─Entonces, ¿Por qué tenían que llegar? ¿Qué era tan urgente?
─Ben había estado enfermo una temporada, tiene una situación delicada y cualquier tipo de enfermedad respiratoria le afecta el doble, debía estar con él para cuidarlo, Richard, el sujeto que viste salir de mi casa es su doctor, lo conocí hace meses, cuando llegué aquí.
Joel siente una paz invadir su ser, pensaba que lo que sea que tuviera con el desconocido interfiriera en la especie de relación que tenga con Erick, aún hay cosas que le hacen falta saber pero ya tendrá tiempo de hacerlo poco a poco.