─Claro, puedo encargarme ─afirma Joel estrechando la mano de su jefe.
─Bueno, tus calificaciones son muy buenas así que no lo dudo ─halaga con una sonrisa─ por ahora es todo, ve a casa y descansa, te veré la otra semana con tu propuesta.
Joel asintió y salió de la oficina, entró al elevador y presionó el botón que lo lleva al primer piso, solo está ahí, maldiciéndose internamente por haber aceptado.
Las oficinas no son lo suyo, hubiera preferido trabajar en otro lado pero la paga es realmente buena comparado con lo poco que tiene que hacer.
Además perderá valiosas horas que pudo haber utilizado para molestar a Christopher, para pasear por ahí o tener sexo ocasional.
Empieza a retractarse porque quizá no valga la pena sacrificar su vida y su tiempo, tal vez actuó tan rápido que no meditó la situación adecuadamente.
Sale del elevador y se dirige a la salida pensando no volver, nada de esto vale la pena.
─¡Joel! ─grita un pequeño niño aferrándose a su cintura.
Sí, definitivamente vale la pena.
─Ben ─nombra feliz tomándolo en brazos y cargándolo ─¿Qué haces aquí?
─Vine con Er, él está en el carrito de helados ─avisa señalándolo─ ¿Te fue bien?
─Bastante ─afirma empezando a caminar hacia donde el menor.
Erick termina de pagar lo acordado y da la vuelta con los tres conos de helado cuando nota que Joel se acerca con Ben entre sus brazos.
─Hola ─saluda algo tímido y le da su postre al niño que lo recibe mientras Joel lo deja en el suelo─ ¿Cómo estuvo?
─No estuvo mal ─informa tomando un cono que le ofrece─ no parece complicado, ¿Qué hacen aquí?
─Bueno, dijiste que vendrías saliendo de la escuela y quería saber cómo te fue─ dice agachando la mirada cuando siente los dedos de Joel atrapando su barbilla para que lo vea.
─Me gustó que vinieran ─confiesa con una sonrisa─ de verdad.
sonríe y se pone en puntitas para besarlo superficialmente en los labios y se aleja rápidamente.
─Han estado muy cariñosos ─nota el niño mirándolos─ ¿Van a casarse o algo así?
Erick empezó a reírse nervioso y tomó la mano de Ben para comenzar a caminar.
─Suena bien ─dijo Joel de la nada tomando la otra de mano de Benjamín y empezaron a andar.
Er pudo oírlo pero decide no decir nada y fingir que no escuchó, incluso piensa que haber ido en primer lugar no fue una buena idea.
Aprovechando que el mayor sigue usando el carro de Mateo fueron en el a comer en un local que encontraron en el camino, Er parece muy nervioso y Joel lo nota pero no quiere hacerle hablar aún.
Se sientan a la mesa y esperan que les pidan la orden.
─Yo invito ─anuncia el ojiverde antes de que el mayor pudiera decir algo─ tengo dinero ahorrado y has hecho bastante, déjame invitar hoy.
─Er, ya te dije que no me molesta ─aclara leyendo la carta ─me gusta ayudarlos.
─Sobre eso, conseguí una entrevista este viernes ─le avisa emocionado─ el horario es más calmado aunque no gano lo mismo que antes así que está bien.
─Suena perfecto, ¿Dónde?
─En una tienda de accesorios para computadoras, incluso Ben puede estar ahí conmigo, gracias por ayudarme, no lo había logrado sin ti.
