Dos semanas después...
Me levanté con la noticia de que la Rebeca ya estaba en su casa, pero eso no significaba que había vencido el cáncer. Era Jueves y acababa de llegar del colegio y mi mamá me recibió con el medio plato de fideos, huea que me encantaba.
—Creo que el Lunes tengo la última prueba y de ahí puedo faltar — le conté a mi mamá y alzó las cejas.
—Ya era hora, si estamos en Diciembre — se "quejó" y yo me reí.
—Si voy a estar todos los días después acá y no me vai aguantar — la molesté y negué.
—Que eres exagerado, hijo — negó, mientras sonreía.
Estábamos piola comiendo, cuando sonó el timbre.
—Debe ser la Sole — me dijo mi mamá.
—Yo voy abrirle — me paré y me limpié la boca con la servilleta.
Caminé por el pasillo y antes de que abrir la puerta, me iré en el espejo. Me arreglé un poco el pelo y me puse la camisa adentro del pantalón. Cuando abrí la puerta, me encontré de frente a mis suegros.
—Don Alessandro — dije y le estiré la mano para saludarlo. Después salude a mi suegra con un abrazo.—Pasen — los invité y caminamos hasta la sala.
—Diego, ¿quien...? — mi mamá apareció.
—Victoria, él es mi esposo, Alessandro — habló mi suegra.
Mi mamá se acercó a Alessandro y le extendió la mano, en modo de saludo.
—Siéntense, por favor — dije. Todos nos sentamos en el sillón.
—¿Quieren algo para tomar? — preguntó mi mamá.
—No, solo venimos a algo rápido — habló el papá de la Rebe.—Diego, venimos a invitarte mañana a comer, como a las ocho — me dijo y asentí.
—Sí, claro — acepté.
—Solo queremos conocerte — agregó Alessandro con una mirada amable.
—Victoria, también estás invitada — habló mi suegra.
—Lamentablemente, no podré ir. Tengo un compromiso importante, pero muchas gracias por invitarme — agradeció mi mamá.
—Bueno, eso era. Te vamos a esperar mañana, Diego — se levantó del sillón y me extendió la mano, obviamente también lo hice.
Cuando se fueron, miré a mi mamá y ella me miró a mi.
—¿Estai nervioso? — me preguntó y negué.
—No mucho — le contesté.
—Es tu primera vez conociendo a tus suegros o a tu suegro, mejor dicho — se rió de mi y se devolvió al comedor.
Eso era verdad. Quizás en el pasado pololee hartas veces, pero jamás para conocer a mis suegros, solo eran pololeos pasajeros y superficiales. Pero, conocí a la Rebeca y literalmente, todo cambió y no me molestaba.
N//A: alo, ojalá mi futura suegra me kera😔👊🏻
—WeaOriginal🌚✌🏻
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Pa callao'
Teen FictionUn secreto entre dos es la cosa que más adrenalina crea... > Inicio; 17/09/2019