By Tom:
¡Ayer fue el mejor día de toda mi vida!
Por fin después de un largo tiempo tenía una casa donde dormir y unos dueños dignos de cualquier mascota.
Me desperté sintiendo los constantes pasos de los habitantes de la casa.
"¿Que estaría pasando?"
Bajé de la cama y asomé la cabeza al pequeño salón.
Lo único que conseguí ver era a Bill corriendo de un lugar a otro recogiendo cosas que tenía regadas por toda la casa y metiéndolas en una mochilita que poco después se la colocó en los hombros. Su mamá fue hacia donde estaba y le metió en la misma una pequeña bolsa que por el olor deduje que era comida.
Estaba muy lindo con aquel overol con dibujos de ositos, le daba un aire más infantil.
Le estaba cogiendo un cariño muy especial a ese niño, sentía la necesidad de protegerlo.
Cuando su madre terminó de peinarle un poco el cabello dirigió la mirada hacia donde estaba y esbozó una sonrisa.—Mira quien se despertó Billy.
—¡Tom! —dijo corriendo hacia mí, tomándome en brazos y acariciándome la cabeza.
Olía muy bien, si lo mordiera seguro que sabría a fresas, pero ni muerto lo comprobaría.
***
Estamos en un carro, por lo que escuché Bill tiene que ir a la escuela y a mí me van a llevar al veterinario. No tenía ni idea de lo que era.
El auto se estacionó frente a un edificio que tenía un patio enorme donde muchas personas, algunas pequeñas y otras más grandes conversaban relajados.
A Bill, que hasta entonces me hacía cosquillas en el lomo, le empezó a temblar la mano.
—Venga peque, hora de bajarse.
—No quiero —le dijo el menor a su madre.
Giré la cabeza y lo encontré haciendo grandes esfuerzos para no llorar.
"¿Qué le pasa? ¿Le duele algo?"
—Lo siento Bill, no tienes otra opción —le respondió tendiéndole un pañuelo para que se quitara los pequeños moquitos que tenía en la nariz.
Después ambos salieron del auto, haciéndome una señal para que los siguiera. Aproveché y fui hacia un arbusto que había cerca e hice mis necesidades. Una de las pocas cosas que me enseño mi otro dueño fue que nunca se puede ir al baño en la propia casa, aunque no fue de la mejor manera.
Al volver me encontré con tres personitas completamente desconocidas, las cuales me miraban con ojitos cariñosos.
—G's él es Tom, mi nuevo perrito —me presentó Bill.
Al instante tres pares de manos comenzaron a tocarme. Se sentía extraño recibir tanto cariño.
—Que animalito tan mono —dijo la única niña del grupo.
—Qué raro oírte con ese tono tan dulce Ginny —comentó un chico rubio, el cual era un poco bajito.
—No te metas con ella Gustav, capaz que salgas de aquí herido —añadió el que a la legua se notaba que era el de mayor en edad.
—Ja ja ja, muy gracioso Georg —respondió de forma sarcástica Ginny— ¿Cómo conseguiste convencer a tu mamá Bill? Nos dijiste que no te dejaba tener mascotas.
—En realidad creo que fue Tomy el que la convenció.
"No se pudo resistir a mis encantos"
—Con esos ojitos quien no se lo iba a llevar —dijo Ginny cogiendo mi cara con sus dos manos y dándome un besito en la cabeza.

ESTÁS LEYENDO
Feel Lost
FanfictionBill siempre ha sufrido bullying desde pequeño, siente que ya no puede más, pero cuando piensa que todo está perdido, aparece un pequeño cachorro. Aquel incidente resultó no ser tan normal como parecía, ¿Qué hacer cuando descubres que nada es lo que...