Feel Lost

*6*

By Bill:

Flashback

Pues a mi madre no le faltaba razón, la casa de Georg de la noche a la mañana se había convertido en un bar. Había impregnado en el aire un olor desagradable y un vapor que no dejaba respirar. Al llegar busqué enseguida a mi gran fornido amigo, quien estaba apartado en una habitación revisando los regalos, me daba un poco de vergüenza darle el mío, era bastante sencillo, pero muy importante para él, desde que habían anunciado el nuevo videojuego de BioWare (una compañía bastante famosa) no había parado de darme el coñazo con que se lo regalara, y aquí estaba yo, siendo apretujado por los anchos brazos de mi amigo.

—Georg me ahogas —le dije casi sin aliento.

—Bill, te amaré por el resto de mi vida —me respondió y me plantó un beso en cada mejilla.

—Ten cuidado, que bastante trabajo me costó arreglarme.

La verdad era que estaba impecable, puse todo mi esfuerzo en lucir como un modelo para estar completamente irresistible, y lo había conseguido, nada más pisar el patio de su casa todas las miradas se posaron en mí, tanto de mujeres como de hombres.

—Y que lo digas, un colega mío prácticamente te estaba violando con la mirada —dijo con aire pícaro— Por cierto, ya Ginny está aquí, creo que andaba por el segundo piso.

Nada más escuchar su nombre mi corazón comenzó a palpitar desenfrenado.

—No estoy muy seguro de hacerlo Georg, tengo miedo.

—Ya sabes el dicho, de los cobardes no se ha escrito nada, además en el peor de los casos te rechazará de forma educada y seguirán siendo amigos —me aconsejó mientras colocaba el juego arriba de un estante con total delicadeza.

—Eso es lo que temo, que cambie por completo nuestra amistad.

—No seas llorón —dijo con aire mandón— Bueno, si me disculpas tengo que emborracharme y creo que tu deberías disfrutar un poco de tu primera gran fiesta...y anímate hombre que es mi cumpleaños —me aconsejó dándome unas palmaditas en la espalda antes de irse.

Me dejó solo con mis pensamientos, suspiré y reparé en mis opciones. Primera opción, se lo decía y terminábamos juntos, segunda opción, se lo decía y me rechazaba, tercera opción, no se lo decía y me auto declaraba cobarde hasta el fin de mi vida. No tenía nada que perder, pero antes me mezclaría un poco con el ambiente.

Parecía que Georg había invitado a media escuela, no podía caminar sin tropezar ya fuera con parejas morreándose o simplemente con copas en las manos. La música sonaba a todo volumen, cuerpos moviéndose al ritmo de la misma, aroma a alcohol en el aire, ojos que no paraban de observarme. Cerca de la mesa en donde se encontraba la comida pude ver a Gustav hablando con una chica morena, seguro tratando de ligársela, decidí ir a molestarlo un poco.

—Hey Gus, ¿divirtiéndote? —dije tratando de aguantar la risa al ver la cara de póker que puso cuando los interrumpí.

—Hey...- mencionó en tono cortante.

Sabía que no debía estar con ellos, pero la verdad no tenía otra idea de diversión en mente, las caras de Gustav al enojarse eran únicas.

—¿No me vas a presentar a tu amiga? —seguí molestándolo.

—Bill, ella es Zara, Zara él es Bill —contestó tajante.

La chica se me acercó y me dio un sonoro beso en la mejilla dejándome marcado el pintalabios, el cual me lo quité disimuladamente.