Feel Lost

*16*

By Thomas:

—¿Se puede saber porque no me dijiste en la fiesta que tenías novio?

—No sé, no creo que sea importante.

—¡Estás loca! —le grité— Como se entere que me acosté contigo me mata.

"¿A que jugaba esta mujer?"

—Cariño, no te preocupes —acortó la distancia que nos separaba— Rey nunca se entera de lo que pasa alrededor, ni, aunque ocurra delante de su cara.

La forma en que hablaba me repugnaba, toda la belleza que tenía se iba al piso cuando abría la boca.

¿Por qué me acosté con semejante mujer? Respuesta fácil, el día de la fiesta había actuado muy dulce, la juzgué sin conocerla... era un lobo disfrazado de cordero y yo había sido su presa. Fui un total gilipollas y lo más gracioso, es a mí a quien le van a partir la cara.

—Por eso, te quería proponer un trato —acarició mi mejilla pasando sus dedos por mis labios, esa simple acción me asqueó— Tú y yo no tenemos por qué dejar de divertirnos, así que mientras Rey no se entere podríamos quedar y tener una segunda sesión —se acercó aún más apretando su abultada delantera en mi pecho— ¿Qué te parece?

Nunca había conocido a nadie con la cara tan dura. Primero me mentía diciéndome que era soltera y después me decía con toda la calma del mundo que le daba igual engañar a su novio. Esa mujer no servía ni para una noche.

—Siento decirte que no me interesan las mujeres como tú —la aparté bruscamente— Además, ya tengo a alguien en mi vida, y a diferencia de tí, yo sí le soy fiel.

Indignada por lo que le dije decidió contraatacar:

—¡Pues poco pensaste en esa persona cuando me lo hacías! —se relajó— Así que no creo que estés tan interesado en ella.

Admito que tenía un poco de razón, pero a mi favor debo argumentar que estaba demasiado borracho y al verla tan linda y tan "amable" los deseos lujuriosos que tenía salieron a flote. Aunque ahora me arrepienta de haberme acostado con Ginny ya no se puede hacer nada.

— Me da igual lo que pienses, entre tú y yo no va a ocurrir más nada —finalicé la discusión, era un milagro que los estudiantes no hubieran salido todavía a ver de qué iba tanto jaleo.

—Tomy...Tomy...Tomy —cada vez que decía mi nombre negaba con la cabeza— ¿No te das cuenta de que aquí tú tienes las de perder?

Fruncí el ceño.

—A ver cómo te lo explico —dijo con la mano en la barbilla— Si no haces lo que te digo me tendré que chivar a Rey o simplemente buscar a esa personita que tanto le tienes aprecio y hacerle saber quién es la que manda sobre ti ahora.

La sola mención de una posible amenaza hacia Bill me hizo rabiar. No pude controlar mis impulsos, la tomé del cuello estampándola contra la pared, no apreté tanto los dedos, solo los presenté, queriendo asustarla.

—Escucha bien lo que te voy a decir mujerzuela —mi voz salió ronca de la rabia— No sé quién crees que eres como para auto declararte dueña mía, pero que te quede claro una cosa...yo no soy tuyo —apreté más el agarre— Y como se te ocurra hacerle algo a mi novio yo mismo te mataré y crucificaré tu cuerpo sin vida en la puerta del instituto para que todos vean como poco a poco te pudres en el infierno —me le pegué al oído— ¿Te quedó claro?

Al verla asentir dejé de hacer presión en su cuello y la solté. Abría la boca buscando aire de manera apresurada, nunca había sido tan violento con alguien, la culpa había sido de ella.