By Bill:
Por fin mi mami aceptó al perrito.
Creo que a ella también le dio pena porque si fuera otro capricho me hubiera dicho que no sin pensárselo.
Estaba sentado en el sofá con el nuevo miembro de nuestra pequeña familia, ya lo habíamos bañado y dado comida. Era un perrito muy lindo, mamá dijo que era una liga de labrador, tenía unas cuantas cicatrices por todo su cuerpecito y un lunar al lado del hocico. A lo mejor no había tenido una vida fácil.
"Pues a partir de ahora la tendrá"
—¿Ya se durmió? —dijo mamá sentándose a mi lado.
—Creo que si —le dije mirando al cachorro, el cual respiraba tranquilamente.
—Vamos a ponerlo cómodo —lo cargó y lo llevó hacia una butaca que tenemos en un rincón— Otro día le compro su camita.
—Mañana me quiero quedar jugando con él.
—Ya tendrás tiempo cariño —dijo mientras volvía a mi lado y me abrazaba— De todas maneras, no podrías jugar porque me lo tendré que llevar al veterinario.
—¿Por qué, está enfermo? —la miré asustada.
—No, pero le tienen que poner las vacunas para que no lo esté.
—Ahhh...ya.
—Y qué ¿Ya tienes pensado un nombre? —me preguntó.
—Chi, Pelusa.
—Grrrr —gruñó el perro.
—Creo que no le gusta mucho.
—Entonces...Bill.
—Jajaja, para mi va a ser un poco complicado.
—Pues, no sé —la miré ladeando mi cabecita rubia.
—Piensa en algo especial, algo que quieras.
—Yo siempre he querido tener un hermano gemelo.
—Hum que tal Tom, significa gemelo, creo que es bastante apropiado.
¿Tom? ...Tom...¡¡TOM!!
No cabía en mi la emoción, era el nombre perfecto.
Me paré corriendo del sofá hacia donde Tom estaba durmiendo plácidamente, lo cargué y empecé a dar vueltas con él alzado al aire y gritando su nombre.Al dejarlo otra vez en el sofá se durmió casi al instante, creo que se había mareado.
Sonreí y me juré a mí mismo que lo cuidaría con mi alma.
—Bueno, creo que es hora de que tú también vayas a la cama —dijo mi mamá mientras se levantaba y me cogía en brazos— Ha sido un día bastante largo y mañana hay escuela.
—¿De verdad que no te puedo acompañar? —dije soltando un sonoro bostezo— No quiero ir... no me gusta.
La escuela era un asco, no me importaban las clases, me gustaba aprender cosas nuevas, el problema eran el grupo de niños que me quitaban la merienda, me ponían traspiés y encima me trataban como una niñita. Mamá ya ha ido bastantes veces a la dirección y lo único que ha conseguido con eso es que me empezaran a llamar chivato. No entiendo porque son tan crueles ¿qué ganan haciéndome esas cosas? Las únicas personas que me han defendido en esas situaciones son Gustav y Georg; mis mejores amigos. Y por supuesto Ginny mi otra mejor amiga, es muy linda y a la vez bastante fuerte a pesar de ser una niña, nunca se deja intimidar por nadie, le tengo envidia, si yo fuera así no me molestarían nunca. Georg dice que aprenda de ella, pero soy demasiado débil de mente como para meterle una patada a alguien por ahí, además mi mami siempre me dice que la violencia nunca es la solución, y yo siempre le hago caso.
—Bill ya hemos hablado de este tema —soltó en tono cansado.
—La paso mal, todos me odian.
—Cariño, no te odian —respondió secándome unas pequeñas lágrimas que se me habían escapado de mis ojos— Si no vas tus amigos se pondrán muy tristes y se preocuparán.
—Quiero defenderme yo solo, no quiero que nadie me proteja —estaba absorto en mis pensamientos como si estuviera hablando conmigo mismo— Me siento mal solo de pensar que mañana tengo que verle las caras a los estúpidos que me molestan.
Ya habíamos llegado al cuarto; como nuestra casa era tan pequeña lo compartía con mamá, aunque yo dormía en mi propia cama.
—Billy a veces la vida te pone obstáculos para descubrir lo que de verdad importa de ella.
—¿Qué es lo que me dió este obstáculo?
—Personas que te quieren y que siempre están presentes cuando más te hacen falta.
Me quedé mirando su cara, pensando en sus palabras y en la verdad que había en ellas, como siempre mi mami tenía razón.
—¡Bueno a dormir! —dijo
—¿Puedo dormir contigo hoy?
Al escuchar esto soltó una pequeña sonrisa.
—Hoy y todos los días que quieras mi niño.
Se dirigió a su cama y me dejó en ella arropándome con las sábanas.
Después dio la vuelta y se acostó a mi lado.—Mami.
—Dime cielo.
—¿Por qué papá y tú se separaron?
Me miró confundida después de un momento en que estuvimos en silencio.
—Creo que no es momento para hablar de ese tema, no lo entenderías.
—¿Por qué no?
—Solo tienes ocho añitos eres demasiado pequeño.
—¡Yo soy grande! —exclamé un poco molesto odiaba que me dijeran que era pequeño.
—Te prometo que cuando crezcas más te lo contaré —afirmó mirándome con ojos llorosos.
No entendía a que venía tanto misterio, pero de todas formas asentí, me lo había prometido así que tarde o temprano me lo contaría.
De pronto sentimos unas patitas caminando por arriba del colchón y un cuerpecito situándose entre nosotros.
—Tom
—Parece que tampoco quería dormir solo —habló mamá mientras se inclinaba para darme un beso en la frente y acariciar al nuevo miembro de la familia.
—Buenas noches Bill, descansa.
—Buenas noches ma.
Me abracé al pequeño cuerpo peludo que se encontraba a mi lado.
—Buenas noches Tomy, dame fuerzas para mañana.
Poco a poco me fue venciendo el sueño, pero antes de caer en los brazos de Morfeo sentí como algo me lamía la mejilla, reí para mis adentros y me quedé completamente dormido.

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Feel Lost
FanfictionBill siempre ha sufrido bullying desde pequeño, siente que ya no puede más, pero cuando piensa que todo está perdido, aparece un pequeño cachorro. Aquel incidente resultó no ser tan normal como parecía, ¿Qué hacer cuando descubres que nada es lo que...