FLORA
Después de irnos de la casa de nuestra amiga, Violeta vino conmigo a mi casa para contarle lo que había pasado con Edward. Pensé en contarle a Greg pero él se había hecho muy amigo de Edward y no creí conveniente contárselo, Roma está descartada ya que parece no tener ninguna emoción, por lo que solo me queda Violeta.
–¿Qué es lo que pasa? –preguntó sentándose en una de las sillas de mi habitación.
–Edward y yo hemos terminado. –dije apenada, ella se sorprendió y pestañeó varias veces asimilando lo que he dicho.
–Pero os veíais muy felices juntos, ¿Qué ha pasado?
–Al parecer sigue teniendo sentimientos por Roma. –Violeta ahora parecía más nerviosa que antes. Le conté todo lo que había pasado entre Roma y Edward, y ella se quedó pensativa pero algo inquieta. –No sé qué hacer, supongo que ver qué ocurre. Pero cambiando de tema, ¿Qué querías contarme?
–Pues...
Violeta se quedó algo pensativa y se movía en la silla algo inquieta, a veces me miraba pero apartaba la mirada algo sonrojada. No dije nada para que tuviera confianza en decirme qué le ocurría, ahora que éramos amigas quería apoyarla en todo lo que pudiera.
–Soy bisexual. –me confesó nerviosa, asentí mientras la miraba con tranquilidad.
–Está bien, Violeta. He conocido a chicas bisexuales, no es algo malo.
–Y me gusta una chica, que ambas conocemos muy bien.
–¿Quién es? Amar no es malo, el amor viene de diferentes maneras y es algo de lo más hermoso que puedas sentir. –le sonreí para que se calmara.
–La chica que me gusta es Roma.
Me quedé en shock, no pensé que dos de mis amigos se fueran a enamorar de Roma. Sentía lástima por ella y por mis amigos, Roma no era una persona muy sentimental y sabía que le costaría captar que habían dos personas que estaban enamorados de ellas.
–Bueno, eso es algo que no me esperaba. –dije sincera. –Pero creo que tienes competencia con Edward. Aunque creo que tú tienes más oportunidades que él.
–¿Cómo lo sabes?
–En este tiempo conviviendo con Roma la he conocido mejor, y sé que todavía no lo ha perdonado por lo que le hizo en el pasado. No creo que le vaya a gustar una persona que le hizo daño.
–Puede que tengas razón.
Estuvimos un rato hablando sobre nuestros amigos hasta que le conté una idea que se me ocurrió al hablar sobre Roma. Uno de los días que estuviéramos allí haríamos una prueba de valor, y Violeta iría con Roma, así harían más lazos íntimos.
Mi amiga pareció pensárselo y le pareció una buena idea, solo esperaba que saliera bien. Seguimos hablando un rato hasta que Roma me envió un mensaje, sonreí y se lo mostré a Violeta, quien también sonrió.
"Roma: ¿Por qué tú novio es tan pesado? No para de llamarme por la ventana para que hable con él.
Roma: He decidido que lo voy a ignorar.
Roma: Como no se calle le dispararé con una pistola de perdigones y saldrá herido."
–¿Ves? Ella no le soporta. Creo que mañana tendremos a una Roma bastante irritada, y a un Edward malherido. –dije contestándole al mensaje, y viendo a Violeta con una sonrisa.
–Esperemos que no.
VIOLETA
Los días pasaron y al fin llegó el día en que nos íbamos al apartamento de verano. Estábamos todos esperando a que Blake llegará con una furgoneta para llevarnos, al parecer él iba a estar por la zona y se ofreció a llevarnos.
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¿Estamos perdidos?
Teen FictionRoma Hopkins es la chica rara del instituto, a ella le encanta pasar tiempo sola leyendo libros de supervivencia y armas. Es una chica solitaria por lo que no tiene muchos amigos, algo que no parece importarle. El instituto decide hacer un viaje de...