Capítulo 34: Cambios

260 28 13
                                    

20 años después

VIOLETA

Habían ocurrido muchas cosas en este tiempo, entre ellas que todos teníamos el trabajo deseado a excepción de Jo. Ella dejó de ser guardia de seguridad y comenzó a trabajar como profesora en un colegio, le iba muy bien y los niños la amaban, cosa que no nos sorprendió.

Todos nos independizamos de nuestros padres y nos fuimos a vivir a un apartamento donde todos éramos vecinos, por casualidades de la vida. Aunque Jo admitió que indagó para ver dónde íbamos a ir a vivir Roma y yo, el resto siguió su ejemplo y ahora todos vivimos en el mismo edificio.

Blake consiguió trabajar de arquitecto en una buena empresa, cuando obtuvo sus primeros ingresos decidió ahorrarlos para darle a Alizee una gran sorpresa. Tres meses después, con la ayuda de su prima, Arcadia y Greg, le propuso matrimonio a Alizee.

Solo puedo decir que la boda fue maravillosa, y ambos son muy felices.

Greg fundó su propia empresa de diseño gráfico y tiene muchos pedidos, es por eso que casi no le vemos pero no perdemos el contacto con él. Flora lo ayuda de vez en cuando aunque ella también está ocupada trabajando en el hospital. Ambos siguen siendo novios pero Flora tiene pensado proponerle a Greg.

Jo y Arcadia eran las que más tiempo pasaban con nosotras, Jo arrastraba a Roma a sus locuras mientras que nosotras dos veíamos a Roma hacer muecas y decirle a su mejor amiga que la dejara tranquila.

Roma regresó a la ciudad cuando se graduó, bajaba de vez en cuando con Alizee para vernos pero luego regresaba a la Capital para finalizar sus estudios. Ahora es Teniente Coronel de la Guardia Civil y Alizee es Comandante, ambos con buenos puestos.

–¿En qué piensas? –preguntó Roma sentándose al lado mío.

–En todo lo que nos ha pasado en estos veinte años. Parece que fue ayer cuando teníamos 18 años, y ahora tenemos veintisiete años y tú veintiocho.

–Una pena que no podamos parar el tiempo, pero así es mejor, con cada edad vivimos cosas inolvidables. –sonrió.

–¡ROMA! ¡Me he quemado el dedo! –gritó Josephine desde la cocina.

–Te dije que era mala idea invitarlas a cenar.

–No seas mala, ve a ver qué le ocurre. –le di un golpe amistoso en el hombro.

Roma suspiró y se levantó para ver qué le ocurría a nuestra amiga, Arcadia salió del baño con el botiquín y me sonrió divertida. Llamaron al timbre y me levanté, al abrir la puerta me encontré con Blake, Alizee, Flora y Greg.

–¡Chicos! Cuanto me alegro de veros. –dije abrazando a Flora y Greg.

–Nosotros también, estos días sin vosotros han sido aburridos. –sonrió Flora.

–¡Quédate quieta, loca! –escuché a Roma gritar.

–¿Qué ocurre? –preguntó Greg con una sonrisa.

–Jo se ha quemado y Roma intenta curarla, vamos a ver que no me fio de esas dos. –dijo Blake yendo hacia la cocina, seguido de los demás.

Al entrar a la cocina vimos a Josephine correr en círculos alrededor de la mesa y a Roma persiguiéndola, ella se cansó y se paró, y cuando Jo volvió a pasar cerca suyo le puso la zancadilla haciendo que cayera de bruces al suelo.

–¿Pero qué ocurre? –preguntó Greg algo confundido.

–Oh. Hola chicos, me alegra veros. –saludó Roma como si nada. Jo se levantó del suelo con ayuda de Arcadia, quien le comenzó a curar la herida. –Jo estaba haciendo sus tonterías de nuevo.

¿Estamos perdidos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora