Desperté en mi auto. Me dolía la espalda y la cabeza. Mire hacia mis lados y vi una botella vacía de cerveza en el asiento del acompañante. Solté un suspiro y coloque mi frente en el volante. Mi cabeza me dolía horrores y recordé lo que había sucedido. Olvide a Mina en la cafetería, seguro en este momento me odia. Tome mi celular y me había quedado sin batería. Maneje hacia mi departamento, tenía que ir a ver lo de mi beca o seguiré con mi madre. No puedo estar a su espalda siempre.
Manejé hacia mi departamento y al entrar vi a mi profesora esperándome junto al ascensor. Sabía que me iba a retar por mi tardanza. Es muy tarde por su rostro, la expresión que tenía es de susto y enojo. Esperaba haber pasado el examen.
—Im. —llamo ni bien me vio —Nayeon, pasaste. —se acercó a mí y me abrazó —Haz tus maletas, tienes tres días para vivir tus últimas horas en Corea, ya eres una chica que se gano una de las becas más difícil que existe, felicidades Nayeon, esto y más espero de ti. —me hablo mientras me abrazaba con mucha fuerza —Eres como la hija que nunca tuve. —si mi profesora en varias ocasiones me lo decía.
—Gracias profesora, estoy muy feliz por saberlo. —pero muy triste a la vez. Sabía que debía dejar todo aquí, Mina no iría conmigo y yo no podía quedarme con ella.
—Nayeon, sé que es difícil irse pero valdrá la pena y lo verás. —asentí, espero que lo haga.
—Tengo cosas que hacer. —trate de irme, pero la profesora me tomo de mi brazo.
—Nayeon, ve a dormir, apestas a alcohol. —me hizo entrar al ascensor y apretó el botón del piso cinco —Descansa. —asentí y las puertas del ascensor se cerraron.
Tengo que ir a ver a Mina y explicarle todo. No puedo dejarla así, debe estar molesta y enfadada. Me iré muy pronto y Mina debe saber que la amo mucho, y que volveré siendo alguien importante y que volveré por ella. Espero que me esperé.
...
Llegué al hotel de Mina, pero no me atreví a bajar del auto porque vi a Mina con una chica de cabello corto, no es su amiga de siempre, es otra chica. Mire cada detalle del rostro de Mina y se la veía muy feliz con esa chica. Negué levemente con mi cabeza y trate de bajar del auto pero no pude. Mire unos segundos más y volví a conducir. No iba a ver a Mina feliz con otra chica, solo la dejaré. Espero que sea feliz con ella...
Volví a mi departamento y preparé mis cosas para mi viaje. Iré al viaje ante de tiempo, tengo el dinero para viajar ya mismo. Mi último recuerdo de Mina será cuando la vi sonreír con mucha felicidad, sus labios, sus hermosos y perfectos dientes, su hermoso rostro y su lacio cabello, nunca voy a olvidarla. Será el recuerdo más bello que tenga.
Me detuve un momento porque tocaron a mi puerta. Fui a abrirla y vi a Mina con sus manos entrelazadas, al momento que abrí la puerta sus ojos se posaron en mí y me sonrió sin mostrar sus hermosos dientes.
—Hola. —dije sin saber que más decir.
—Hola. —me abrazó —Hueles a cerveza. —sonreí y negué con mi cabeza —¿Es un nuevo perfume? —solté un risita al escucharla y me alejo de sus brazos.
—Mina, lo siento. —tome sus manos —Perdón por abandonarte anoche, mi madre quiere que me case con un hombre y yo no puedo hacerlo, y no lo haré. —la hice entrar a mi departamento y la acorrale sobre la puerta cerrada —Yo solo quiero a una persona a mi lado. —me acerqué más a su cuerpo —Esa persona se llama Myoui Mina. —juntamos nuestros labios, en un pequeño beso —Mina, sé que es difícil mantener una relación a distancia pero quiero que sepas que te amo, eso es imposible de creer con tan solos días conociéndonos, pero quiero gritarlo, quiero que todo el mundo sepa que te amo solo a ti. —sentí las cálidas manos de Mina tocar mis mejillas —Te amo. —dije eso último para luego darle un beso apasionado en sus labios, mientras mis manos se apoderaban de su cintura. Mina cambió nuestras y se separó de mis labios.