Desperté y esta vez vi a Mina dormir a mi lado. Ambas con piyamas iguales, algo así como uno de pareja. Fue un regalo de mi madre y mi padre, cuando se separaron, ambos compraron la misma piyama pero de diferente color. Mina quiso el negro, el que compró mi padre, mientras, yo quise el rojo, el que compró mi madre. Deje que Mina eligiera primero.
—¿Ya despertaste? —sentí como Mina se movió un poco, pero no me contesto —Haré el desayuno, tenemos que ir a la universidad.—ahora tenemos clases a la mañana y a la tarde. Es más agotador. Aunque no fui a ninguna clase aún.
Fui a la cocina, y deje de pensar en la escuela un momento, hice dos batidos de frutilla y los lleve a la habitación. Vi a Mina sentada en la cama. Me acerqué a la cama y le di un batido, me lo aceptó. Luego, me senté a su lado.
—Debemos irnos. —dijo Mina luego de dar el primer sorbo al batido —Ya estamos tardando mucho. —mire la hora y recién son las seis —Entramos a las siete. —deje mi batido en la mesita de noche.
—Mejor ya nos bañamos ¿No crees? —Mina negó con su cabeza y luego dio otro sorbo —¿No? —me senté al frente de ella.
—Entramos a las ocho, la primera profesora no vendrá. —me acosté en la cama y vi a Mina tomar el batido —Deja de mirarme. —me dio una patada.
—Bueno. —me puse de pie y fui a agarrar mi batido —Iré a bañarme. —fui a buscar mi toalla —Y Mina, en la noche acomodé tu ropa en mi armario, si te molesta puedo ponerla en tu maleta. —mire a Mina y me dijo que no con la cabeza —Tu uniforme esta en la percha. —apunté a dos perchas colgadas en la puerta del armario.
—¿Por qué haces todo esto? —vi a Mina ponerse de pie y se coloco a mi lado. Busco su toalla, por lo que vi —No debes hacerlo, yo lo haré. —mire a Mina de reojo.
—Es que soy muy ordenada con mis espacios y me gusta que todo este limpio y ordenado, me gusta la limpieza, pero no soy una loca de la limpieza... —Mina me interrumpió, gracias a Dios que lo hizo.
—Nayeon solo déjame hacerlo a mí, quiero me dejes hacerlo. —asentí —No quiero que lo hagas. —volví a asentir con mi cabeza.
—Ya no lo haré. —Mina sonrió —Iré a bañarme, no tardo mucho. —fui a tomar mi uniforme y luego al baño. Solté un suspiro y me recosté en la puerta. —Debo de dejar de hacer eso. —no tocaré más la ropa de Mina ni de otra persona. Debo de dejar de tratar de ordenar las cosas que están desordenadas, dejaré de hacerlo...
...
Llegamos a la escuela. Lleve a Mina en mi motocicleta y me abrazó por mi cintura. Me dijo que quería que le enseñe a andar en la motocicleta. Obvio que lo haré, manejo mucho mejor y le enseñaré a Mina a hacerlo. Sé que le gustará. Pero lo que no me gusto fue que la primera clase la tuvimos con una profesora muy guapa, todas babearon por ella y hasta Mina. Todas miraban como la cola de la profesora se movía de un lado al otro con su falda muy corta. Jihyo, es mi compañera de banco, ella también la miraba y me hablaba sobre la profesora. Me molesta esto.
—Im Nayeon, necesito hablar contigo... —el timbre me saco de mis pensamientos y la voz de la profesora también lo hizo —Pueden retirarse. —todas se retiraron y Mina me dio una mirada antes de irse.
—¿Qué necesita profesora? —se puso de pie.
—Nayeon sé que eres una alumna intachable, pero quiero que prestes atención a mi clase. Que seas o no hija de alguien, a mí no me moverá ni un pelo ponerte una llamada de atención y mandarte a la dirección por no prestar atención a mi clase. —se acercó a mí —Pero tengo algo que decirte, podemos arreglarlo con un cosa... —empezó a acariciar mi brazo —Podemos ver... —la interrumpí.