Desperté en el avión. Mire por la ventanilla y vi un hermoso cielo, nubes que parecen algodones de azúcar y unos hermosos pájaros que adornan el hermoso cielo. Para dar una vista hermosa. A lo lejos se veía como el sol salí de su escondite, por lo que imagino que la luna se iba al suyo, para luego volver y oscurecer el cielo. Solté un suspiro y sonreí, no puedo estar triste, siempre quise esto. Siempre quise viajar a Japón y cumplir mi sueño. Espero cumplirlo.
—Señorita estamos a minutos de aterrizar, por favor, colóquese el cinturón. —asentí y lo hice, y seguí mirando el hermoso paisaje. De lejos podía verse la gran ciudad, es hermoso. Mi mirada no pudo moverse de allí, solo seguí mirando y tratando de nunca olvidar esa imagen. Quise tomar una foto, debería hacerlo, pero mi celular no esta de mi lado, se quedo sin batería por lo que no pude hacerlo.
—Mina. —susurré y cerré mis ojos, imaginando los últimos besos que nos dimos, la última palabra que escuche salir de su boca y no fue un te amo. Siempre recordaré la última amenaza de Momo. También, a Sana sus perversiones y sus malas formas de saber si eres infiel o no. Esas chicas hacen que Mina sea especial y que se sienta de esa forma, sin ellas Mina no estaría donde esta y no me hubiera conocido, pero creo que eso último fue malo —Minari. —volví a susurrar, suena lindo ese nombre. Es tierno y Mina lo es, no sé como no pude darme cuenta. Hasta ahora que lo pienso, su personaje se parece a ella y no puedo creer que fui tan tonta para no darme cuenta o por lo menos tener un presentimiento y parar con lo que hacia, pero nada. Estaba cegada y media tonta.
—Pasajeros, aterrizaremos en unos segundos. —vi como nos acercamos al aeropuerto, estoy tan cerca de cumplir mi sueño, aunque me costará cumplirlo. Mi mente esta en otro lugar y no creo poder cumplir mi sueño o lo que esperan de mí por lo menos —Aterrizamos. —estaba a tan solo segundos de bajar y empezar mi camino sola, como siempre. Pero esta vez más sola y sin nadie a mi lado. Antes tenía el apoyo de mi madre y mi padre, pero ahora estoy sola.
—Señorita. —la azafata se sentó en el asiento libre a mi lado —Disculpe, soy Kim MinJi, todos me llaman Jiu. —estrechamos nuestras manos.
—Im Nayeon. —asintió.
—Conozco el nombre y es un placer conocer a un Im. —sonrió y soltó mi mano —Tengo vacaciones, sería un placer pasarlas con usted. —me parecía muy raro esto —Lo siento, no sé si se acuerda de mi madre. —negué con mi cabeza y veo que de su billetera, me imagino que es eso, saco una foto —Mi madre fue su niñera cuando usted era un bebé, siempre estábamos juntas, aunque soy unos años mayor, yo jugaba con usted, pero mi madre enfermo y yo fui adoptada. —tome la foto y si se trataba de mí.
—Es un placer conocerla, y estaría encantada de pasar sus vacaciones juntas, aunque yo vine a estudiar. —asintió con una sonrisa.
—Puede quedarse en mi hogar. —en ese momento llamaron a su nombre —La esperare en la puerta de salida del aeropuerto. —asentí y se retiro. Yo me quedé pensando mucho en ella, es una chica atractiva y muy linda. Tiene una voz hermosa y suave, es relajante escucharla hablar.
...
Junto con Jiu nos dirigíamos a su casa. Yo recién tengo que ir a inscribirme en la tarde y el día de mañana empezar con mi clase.
—No quiero que te sientas incomoda, mi hogar será tu hogar y quiero que te sientas cómoda y segura. —asentí a sus palabras —Podremos ir donde quieras, hace dos años que vivo en Japón y conozco muchos lugares, podría llevarla a conocer. —volví a asentir —Tengo una sola cama... —la interrumpí.
—Yo puedo dormir en algún sofá o puedo irme a un hotel. —veo como negó con su cabeza —Yo no quiero incomodarla. —detuvo el auto en una pequeña casa pero se veía cómoda.