Cap. 23

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El viento soplaba bastante fuerte este día, sentí que desde que salí de casa el viento me llevaría en cualquier momento, así que corrí para refugiarme lo más pronto posible en las intalaciones del instituto.

Primero me dirigí hacia la sala de profesores porque estaba preocupada por Yuto-sensei. La noche anterior él le había dicho a mi padre que me amaba, y después de armarse un drama mi padre sacó una vieja foto con su maestro, el difunto padre de Yuto-sensei... nos conmovió a todos porque mi padre estaba llorando, pero el más afectado era Yuto-sensei. Me costó dejarle ir a casa después de eso, no quería dejarlo solo, quería ir con él y consolarlo entre mis brazos.... Pero él no lo permitió, me pidió que no hiciera preocupar a mi padre.

"Pero él también me preocupaba"

Desafortunadamente no encontré rastros de Yuto-sensei por todo el instituto, así que me rendí y me quedé en mi clase a esperar que las actividades comenzacen. Estuve inquieta hasta la hora de almuerzo, me separé de mi grupo de amigos y fui en su búsqueda con comida para ambos.
No lo encontré en la terraza, en el comedor, la enfermería, nada. Los demás profesores me dijeron que sí le habían visto con una cara cansada, pero que no sabían su actual paradero.

Como última opción me dirigí a los almacenes del gimnasio y allí le encontré recostado sobre varias colchonetas con los brazos cubriéndole el rostro.

- No sé porque no me sorprende encontrar al profesor de Educación física escondido en este lugar - me burlo - es que acaso estás escapando de tus deberes.

Me miró entrecerrando los ojos mientras trataba de sentarse - solo me duele la cabeza un poco y no soporto la luz.

- ¿No te duele porque no has comido todavía?

- No es eso, lleva doliéndome desde la mañana. Pero por si acaso iré a la cafetería por el bocadillo de siempre.

- Tengo comida para los dos ¿Quieres compartir conmigo? - le ofrezco mi caja de almuerzo sentándome a su lado.

- No puedo decirte que no - sonríe - Me gusta lo que cocinas.

Me dispuse a acomodar las cosas para que pudiésemos almorzar cuando tomó mi mano y se quedó pensativo mirándola - Ayer.... después de que tu padre mostrara esa foto con el mío, tuve un fuerte sentimiento de quedarme contigo, no quería regresar a mi casa, pero sabía que debía hacerlo. No sé porqué cada vez que paso más tiempo contigo no quiero irme ni dejarte ir - él fue subiendo su mano hasta sostener mi cuello y enterrar sus dedos en mis cabellos, aproximó su rostro al mío y me besó - Tienes algo que me vuelve loco - susurró.

Me levanté y me dispuse frente suyo, acaricié su rostro con mis dos manos y me detuve en sus labios - Tu también tienes algo que me vuelve loca por ti, cuando te veo herido quiero abrazarte con fuerza, y cuando veo tu sonrisa quiero asegurarme de que yo soy la causante. Amo todo de ti, te amo tanto que no podría cansarme nunca de besarte.

Sentí que sus labios rosaban ligeramente los míos, su respiración sobre la piel de mi rostro era tan cálida que luego fue avanzando hasta mi cuello y lo besó suavemente una y otra vez. Me estremecí y quise hacer lo mismo. Besé su cuello, luego su barbilla y me adueñé de sus labios. Lo amaba, lo deseaba... lo deseaba tanto que mientras más profundizaba ese beso mis manos desordenaban sus cabellos y le agarraba de ellos como si le pidiese más.

Pronto sus manos se deslizaron hasta mi cintura acercándome más a él, y subí mi pierna logrando arrinconarlo contra la pared en esa posición. Él pareció dar un pequeño brinco y abrió los ojos sorprendido, en su rostro se reflejaba lo que pensaba, que esto estaba yendo a más.

- Espera Nobu! - dijo exaltado intentando hablar lo más bajo posible.

- Sé que quieres esperar - digo un tanto dolida, era bastante consciente de la situación, pero no estaba dispuesta a ceder - Si yo no avanzo, tú nunca lo harás ¿verdad?

- Creo que no entiendes la situación en la que estamos - dice cubriéndose la boca sonrojado - Yo solo quiero cuidarte.

- Pero yo no quiero que me rechases! - digo firmemente - Yo solo te quiero a ti.

- No digas eso, yo trato de contenerme.... porque si no lo hago... - desata el moño de mi uniforme - Si no me contengo querré más de ti - con esas palabras mi corazón se acelera y me sonrojo - ¿Realmente quieres que me convierta en un monstruo adicto a ti? - cuestiona sujetando el primer botón de mi camisa con sus dedos mientras pone de lado el moño. Su rostro reflejaba el miedo que tenía a hacerme daño.

- No quiero que pienses que me lastimarás - respondo, rodeando su cuello con los brazos.

La expresión en su rostro refleja preocupación pero aún así me dirige una dulce sonrisa mientras quita mis brazos de su cuello y acaricia mi cabello.

- Perdóname, eres muy adorable para mí... Y con lo que últimamente hemos hablado de mi famila estoy un poco sensible.

- ¿Es por eso que dices que no quieres lastimarme? Porque creo que ya son dos veces con esta.

Él suspira profundamente.

- Me gustaría que te sientes aquí - indica dando palmaditas en el espacio entre sus piernas - me darás la espalda pero así podré abrazarte, además eres tan pequeña que creo que te perderás.

- El problema también es que tú eres más grande - me burlo mientras me acomodo y me dejo rodear por sus brazos. Logro alcanzar mi caja de comidas y con los palillos dirijo una pequeña porción a sus labios, pensé que quizá no estaría de humor para ser alimentado pero no parecía molestarle e incluso notaba que estaba algo a gusto que lo hiciese debido al rubor en sus mejillas.

- He pensado que quizá tengo miedo a lastimarte porque siempre fui visto como una persona dura. También creo que mi madre me ha dejado muchas heridas y por eso no me gusta hablar de ella. Supongo que todo eso se está viendo ahora reflejado en mi vida amorosa.

- Comprendo... - digo - de cierto modo me lo imaginaba.

- Gracias - dice besando mi mejilla - no olvides de comer tú también - me quita los palillos de la mano y tiernamente me insiste a comer una croqueta - abre abre!

- hahaha - suelto una risita y como la croqueta. Él vuelve a besarme la mejilla y simplemente van surgiendo otros temas de conversación. Recordamos que debíamos ir poniendo en marcha lo del festival escolar, así que aprovechamos un poco el tiempo para planear.

La hora del almuerzo pasó tan rápido la campana del instituto claramente fue lo único que me hizo saltar de mi nube.

- Ya es tan tarde! - chillé agarrando torpemente todas las cosas como sea. El primer botón de mi camisa estaba abierto y dejó que la cadena que Yuto-sensei se deslizara por este espacio.

- ¿La traes puesta? - pregunta sensei comenzando apuntando a esta.

- Sip! Es mi tesoro - contesto feliz - tengo que irme primero sino seré regañada.

- No hay problema, y gracias por la comida - sonríe.

Dejo atrás a sensei y voy corriendo subiendo las escaletras.

- Yukimura! - escucho la voz de Yuto-sensei, iba a girame pero pierdo el equilibrio. Él logra atraparme y accidentalmente nuestros labios chocan.

Había mucha gente, no sé cuántos lo habrían visto, pero solo sentí que sus brazos ejercieron un ligero apretón y luego me dejó con cuidado en el suelo.

- Te he dicho muchas veces que no se debe correr sin fijarse bien en los escalones - trató de sonar estricto.

- Kaichou - escuché muy cerca mío y vi que Kaoru me miraba desconcertado. Se acercó a nosotros y me tiró del brazo dirigiéndole una mirada amenazante a sensei.

- Kaoru me lastimas! - me quejé.

- Tranquilo, solo quería darle esto - se justificó sensei mostrando el moño de mi uniforme. Su mirada era penetrante y le sangraba el labio.

Kaoru miró mi cuello y no dijo nada. Yuto-sensei se acercó y me devolvió el moño para luego pasar de lado y seguir su camino. Pero Kaoru no era tonto y notó que tanto en mi cuello como en el de sensei habían marcas de besos.

Él apretó su agarre y me miró como si me juzgara - ¿A qué estás jugando?.... ¿Es que acaso ya no confías en mi para contarme nada?

El corazón se me hiso un nudo, se escucharon murmuros a nuestro alrededor y solo pude quedarme allí sin decir nada.

El secreto de Nobu - Saga MNDOD - [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora