Esa noche ninguna de las dos pudo dormir, Juliana pensaba una y otra vez en las cosas que le había confesado Valentina y seguía sin poder creerlo. No asimilaba el hecho de que su novia era una especie de agente secreto y peor aún que su familia era blanco de amenazas por parte de gente vinculada al narcotráfico y el crimen organizado. Pensaba en su hermana menor y su padre, no tenía claro si debía hablar con él y contarle todo o proteger el secreto de Valentina. Se preguntaba qué pasaría si le dijese todo a su padre y en su cabeza se repetían las palabras de su chica: "... Puedo perder mi carrera hasta ir a la cárcel por revelar información confidencial, pero no me importa solo necesito ser honesta contigo y que me creas".
Ahora todo tenía sentido, la insistencia de ella en los entrenamientos de defensa personal, el cambio constante en las rutas de ida y vuelta a la oficina, las rondas por el estudio, el listado de instrucciones con los protocolos en caso de secuestro, por qué enseñarle a utilizar un arma. Todo eso le parecía extraño en principio, pero luego asumió que se trataba de medidas normales de seguridad o de una forma en que Valentina buscaba pasar más tiempo con ella, tener más tiempo a solas y compartir ciertas afinidades en pareja.
Iba a enloquecer, estaba enamorada de esa mujer y eso no entraba en discusión, pero si ya las cosas entre ellas eran complicadas no imaginaba como sería en lo adelante. Se sentía dolida, engañada, triste de pensar que en esos cuatro meses había estado con una desconocida. Intentaba entenderla, darle un voto de confianza como ella se lo pidió antes de contarle todo, pero no tenia idea de cómo hacerlo. Que era lo correcto, tenia mil preguntas en su cabeza y ninguna respuesta.
- "Sé que estás pensando mil cosas en estos momentos, pero no olvides que tú y yo estamos juntas y nadie nos va a separar. Confía en mi amor y todo lo que tú sientes por mí". – decía el mensaje de texto que Valentina le había enviado poco después de dejarla en su casa.
Ella no supo que responder, así que solo ignoró el móvil lanzándolo lejos de ella. Empezó a llorar al sentirse agobiada y sin salida y así permaneció hasta que el sueño la venció y se quedó dormida.
Valentina por su parte lo único en que pensaba era en Juliana, tenia grabado en su mente el rostro de ella bañado por sus lágrimas, la tristeza, enojo y decepción que vio en sus hermosos ojos marrones al dejarla en casa. Ni siquiera de despidió de ella, solo abandonó la camioneta y salió casi corriendo con destino al interior de su casa.
Estaba consciente de que hizo lo correcto, pero moría de miedo de perder a su Juls y de que no pudiera entenderla y perdonarla. Eso era lo único que le importaba, el trabajo y su carrera era lo que tenía menor importancia en esos momentos. Dio mil vueltas en la cama sin encontrar consuelo así que decidió salir a correr y liberar un poco de esa desesperación que la ahogaba y amenazaba con reventarle corazón. Corrió durante casi dos horas en los alrededores de su barrio, hasta volver a su casa cerca de las 3 de la madrugada.
Pepe estaba muy preocupado por ella, pero prefirió darle su espacio y que pudiera acomodar sus ideas antes de conversar con su amiga porque al final de cuentas era evidente que las cosas no resultaron nada bien y que por eso se encontraba en ese estado de agobio. Al escucharla llegar se durmió tranquilo, deseando que ella también pudiera descansar porque lo necesitaba.
.........
Esa mañana Juliana se encontraba compartiendo un café en el sofá de su oficina junto a Alex mientras conversaban sobre el estudio y los nuevos proyectos que tenían en puerta. Tras varios minutos de conversación el joven pudo notar que la pelinegra se encontraba un poco contrariada y distraída, así que se acercó a ella con rostro de preocupación
- ¿Estás bien? ¿Te he notado bastante extraña toda la mañana como si no estuvieras aquí? Digo tu cuerpo sí, pero tu mente anda en otro lugar. – Le preguntó mirando directamente a sus ojos.
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Amor & Peligro
FanfictionJuliana Valdés es una hermosa e intelectual arquitecta de 26 años, apasionada en todo lo que hace, amante de la vida y la naturaleza, defensora de las causas perdidas y acostumbrada a vivir bajo sus propios términos. Valentina Carvajal es una irrev...