Mientras Juliana y Valentina abordaban la camioneta con destino desconocido, Alex permaneció en su coche completamente sorprendido e impactado con lo que había visto, nunca se imaginó que a su amiga le gustaran las mujeres y menos su guardaespaldas. No podía negar que la belleza de Valentina era imponente, sus ojos y su espigada y estilizada figura podrían hacer que cualquiera perdiera la razón y, aparentemente, era lo que había ocurrido con la arquitecta. Era la única explicación lógica que encontraba el chico en su cabeza.
La conocía desde la universidad y había convivido con ella y cada uno de sus exnovios, de hecho, estuvo a punto de comprometerse con Javier hace un par de años y soñaba con casarse en algún momento y formar familia. Además, sabía perfectamente que ella provenía de una de las familias más tradicionales de México y su padre era uno de los diplomáticos más influyentes e importantes en Europa y Latinoamérica. El escándalo mediático que se podría despertar era de magnitudes importantes, como era posible que ella se estuviera colocando en esa situación. Juliana no era de ese tipo de personas, que actuaba por impulso, sino que por el contrario analizaba cada mínimo detalle de sus acciones, meditaba cada situación antes de tomar decisiones y se obligaba a actuar de manera correcta, aunque eso supusiera cualquier tipo de sacrificio.
Se sentía confundido y repasaba en su cabeza el comportamiento de la pelinegra en los últimos meses, desde la aparición de Valentina, sus repetitivos compromisos durante los fines de semana, quedarse hasta tarde en la oficina, su constante negativa a las invitaciones que él le hacía para pasar tiempo juntos, su estado continuo de alegría y casi euforia, ese brillo especial en los ojos, las miradas que le regalaba a su guardaespaldas. Su rostro se transformaba al tenerla cerca, su sonrisa era inevitable y el grado de confianza que existía entre ellas era distinto, rozaba la complicidad como si se pudieran hablar sin emitir palabras, entre ellas había una conexión que el vio desde el primer día que las observo paradas una junto a la otra.
- ¡Maldita sea! – gritó golpeando fuertemente el volante y colocando sus brazos sobre el mismo para luego reposar su cabeza. No podía evitar la frustración de que otra vez Juliana se había fijado en alguien más que no era él, se repetía el patrón de siempre y ella ni por asomo alcanzaba a considerar la idea de darle una oportunidad de ser algo más que amigos. Se llenó de ira y de rabia porque sabía que el estado de enamoramiento de que ella se encontraba era distinto a las veces anteriores en las que casi todo fue pasajero, pero esta vez su cambio era notorio. Se reclamaba en sus adentros por no haber visto las múltiples señales que estuvieron en sus narices todo este tiempo.
¿Qué opciones tenía? ¿Qué se supone de debía hacer? Sabía que no tenia derecho alguno a reclamarle nada a Juliana pues siempre le dejo en claro que solo eran amigos y nada más, que lo admiraba y respetaba, pero hasta ahí. Tendría que quedarse callado y vivir con esa verdad recién descubierta o por primera vez en la vida tener la fortaleza de enfrentar a su rival y disputarle de frente el amor de ella, ese era el pensamiento que rondaba su cabeza.
.........
Fernanda se encontraba en sentada en el sofá del cuarto de entretenimientos cuando sintió la vibración de su móvil anunciando la entrada de un mensaje de texto: "No creo que llegue esta noche a casa, por favor cúbreme con papá" – decía Juliana, no pudo evitar soltar una carcajada y responder de manera picara: "Espero que si le estés dando una oportunidad y de paso tengas la mejor cogida de tu vida. Feliz noche hermanita"- volvió a carcajearse al imaginar el rostro de su hermana al leer lo que le había enviado.
En ese justo momento su padre entraba y le saludaba con un beso en la frente y una sonrisa.
- ¿Cómo estás? ¿Qué tal el día en la universidad? – preguntó tomando asiento al lado de su hija.
ESTÁS LEYENDO
Amor & Peligro
Fiksi PenggemarJuliana Valdés es una hermosa e intelectual arquitecta de 26 años, apasionada en todo lo que hace, amante de la vida y la naturaleza, defensora de las causas perdidas y acostumbrada a vivir bajo sus propios términos. Valentina Carvajal es una irrev...