Amor & Peligro

CAPITULO XX: Primeros Planes

Después de la situación que habían enfrentado esa mañana Juliana y Valentina se necesitaban, les era urgente sentirse, amarse, terminar de despejar cualquier tipo de dudas que pudiera existir entre ellas respecto a los sentimientos que se profesaban una a la otra. Necesitaban demostrarse una y otra vez el amor que se tenían mutuamente, y que mejor manera para hacerlo que a través de un derroche de pasión acompañado de besos, caricias y visitas al cielo mediante orgasmos devastadores y poco silenciosos. Repetían sus nombres mientras sus cuerpos sudorosos se fundían en el fuego de sus ganas desbocadas por poseerse; en medio de jadeos se prodigaban infinitos "te amo" y en sus cuerpos quedaban las marcas de caricias y besos poco cuidados que demostraban esa necesidad interna y secreta de saber que se pertenecían una a la otra.

Así agotaron todas sus energías hasta caer rendidas en un profundo y pacifico sueño que las sorprendió abrazadas y más enamoradas que nunca. Permanecieron en ese estado por algunas horas hasta que Valentina despertó al escuchar el sonido de su móvil colocado en la mesita de noche, deshizo el abrazo con su novia y estiro su brazo para tomar el aparato y descubrir que se trataba de un mensaje de su amigo Pepe:

"Investigué lo que me pediste y el resultado no te gustara. En cuanto nos veamos te daré todos los detalles que pude obtener ayer en la noche, ahora no puedo hablar porque estoy con la menor de la familia" pudo leer en la pantalla y de inmediato su corazón se instaló en su garganta, pero se llamo a la calma porque era consciente de que llevaba un paso adelante y no permitiría que nada malo le pasara a ninguno de los Valdés y menos a su princesa. Solo era cuestión de armar un buen plan y todo saldría bien o al menos era de lo que necesitaba convencerse a si misma para luego poder convencer a su novia cuando llegara el momento de contarle todo y pedir su colaboración para enfrentar juntas el peligro que sin duda cada día estaba más cerca de ellas y de los suyos.

Miró la hora y eran pasadas las 14hrs lo que significaba que debían salir de la cama y comer algo porque ni siquiera habían podido desayunar. Regresó junto a su mujer y le volvió a abrazar...

- Me gusta despertar así, abrazándote y sintiendo tu olor inundar todo mi ser princesa - susurro Valentina al oído de su arquitecta mientras le regalaba dulces y tiernos besos en el cuello y acariciaba una de sus manos entrelazando sus dedos a los suyos.

- Mmm... me encanta cuando te pones toda cursi conmigo - Juliana sonreía recibiendo los besos y caricias que su castaña perdida de amor le regalaba- Amo tu mezcla de niña y mujer, de rudeza y ternura, de seriedad y diversión, de celos y confianza - dijo girando sobre su hombro, sin dejar de sonreír, para mirar directo a los ojos de su mujer que sin duda alguna eran su océano favorito, deseaba perderse en ellos y permanecer así para siempre.

- Que feo que seas así eehh... - Valentina frunció el ceño simulando un enojo inexistente- Te burlas de mis palabras y promesas de amor, del enamoramiento masivo que siento por ti- acotó la castaña en tono jocoso y se carcajeo finalmente.

...Cerró sus ojos al sentir como su pelinegra empezaba a recorrer todo su rostro con su dedo índice y le regalaba suaves y delicados besos que ella se dedico a disfrutar. Su corazón latía desbocado con cada toque de su chica y sentía la necesidad de abrazarla mucho más fuerte y no dejarla apartarse nunca de ella, quedarse allí eternamente.

- ... Amo todo en ti Valentina Carvajal. Tu belleza por dentro y por fuera, la honestidad que veo en tus ojos, la sinceridad que percibo en cada una de tus palabras, el amor que siento con cada caricia... - suspiró antes de continuar- Las sensaciones que despiertas en mí nunca las había vivido con nadie, nunca fui tan plena ni me sentí tan amada como cuando estoy entre tus brazos hermosa, como cuando escucho tus frases de amor... es como si todo cobrara sentido finalmente, como si mi corazón solo esperaba por ti para latir con esta intensidad que me inunda cuando estás cerca de mí. - Valentina abrió sus ojos para verla y llevo una de sus manos a sus labios para besarla.