Valentina se sentía muy inquieta, no sabía cómo acercarse a Juliana o qué decirle para obtener su colaboración sin alterar su estado emocional u ocasionarle más miedo que aquel que ella ya experimentaba. Aunque no le contara nada, la conocía lo suficiente para saber que estaba aterrada y no era para menos, las cosas parecían complicarse más y más cada segundo para ella y su familia.
Mientras se acercaba a la pelinegra para abrazarla desde atrás recordó las palabras de su padre durante la conversación que sostuvieron en el cuarto de armas: "Será difícil para ella escuchar toda la verdad, pero no es de porcelana y lo sabes. Es una chica fuerte, de las que no se dejan, y estoy seguro de que se convertirá en tu mejor aliada en todo esto... Solo sigue tu línea de actuación y no le ocultes nada".
La abrazó por la cintura con mucha dulzura y colocó su barbilla sobre su hombro derecho...
- Amor, ¿Qué haces aquí? – dijo Valentina mientras dejaba un tierno beso en su cuello.
- Nada, solo pensaba en la forma en que ha cambiado mi vida desde que llegaste a ella. Como has transformado todo – sonrió y continuó – Ahora todo está mucho mejor, a pesar del caos y de todo lo que sé que nos acecha. Es raro, pero algo me dice que lograremos salir pronto de todo esto y entonces podremos ser una pareja normal, como todas la demás.
- Normal es aburrido – sonrieron por el comentario mientras Juliana se daba la vuelta entre sus brazos para quedar frente a ella – No quiero que seamos normales, me gustaría que sigamos siendo una pareja sexy y divertida como somos ahora.
- ¿Somos una pareja sexy y divertida? – preguntó la pelinegra con una sonrisa en los labios.
- Si, definitivamente. Somos una pareja bien sexy, de esas de las que todo mundo sentiría envidia. Piénsalo, somos muy guapas, una es intelectual y la otra maneja todo tipo de armas; nos complementamos de manera perfecta en nuestros gustos y afinidades; tenemos un sexo maravilloso cuyo detonante la mayoría de las veces es la pasión que sentimos una por la otra y el resto de las ocasiones es por la dosis justa de celos.
- Viéndolo de esa manera, pues si que lo somos. Pero sabes que es lo que más nos hace distintas, que no existen secretos entre nosotras y por eso nos podemos mirar a los ojos sin que entre nosotras quepa la menor duda de nada – sonrió y dejó un corto beso sobre los labios de la castaña que la abrazó con fuerza, pegándola más contra su cuerpo, tratando de expresar en ese gesto que sus palabras estaban cargadas de razón y que entre ellas solo había lugar para la verdad por fuerte y dolorosa que fuera, porque al final del día se tenían una a la otra.
- ¿Sabes que eres lo más importante que tengo en la vida y que jamás permitiría que algo malo te pasara? ¿Cierto? – su novia asintió sin deshacer el abrazo.
- Lo sé, como también sé que me vas a contar algo que no será de mi agrado y que no deseas hacerlo para no aterrorizarme más de lo que ya estoy – Valentina se apartó un poco para mirar a sus ojos marrones y ella continuó – No soy tonta Val, sé perfectamente que las cosas se están complicando y por eso vinimos con tu padre, por eso tus llamadas secretas con Pepe, por eso tu miedo de hablar conmigo. Necesito que entiendas una cosa amor mío, algo que yo entendí desde hace mucho, juntas podemos con todo lo que se nos ponga en frente sin confiamos una en la otra.
- Te contaré todo, pero debes prometerme que confiaras en mí y seguirás al pie de la letra mis instrucciones como cuando entrenamos en el campo de tiro o en el parque. ¿De acuerdo? – preguntó la castaña.
- Por supuesto, mi amor. Te escucho – respondió con algo de miedo, pero agradeciendo el gesto de sinceridad de su mujer.
Caminaron hasta los asientos ubicados en la terraza de la casa Carvajal y se sentaron una frente a la otra para empezar con aquella difícil, pero inevitable, conversación.
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Amor & Peligro
FanfictionJuliana Valdés es una hermosa e intelectual arquitecta de 26 años, apasionada en todo lo que hace, amante de la vida y la naturaleza, defensora de las causas perdidas y acostumbrada a vivir bajo sus propios términos. Valentina Carvajal es una irrev...