—Nos vemos amor. Cuidate, no comas chucherías, no traigas extraños a la casa, bebe tus medicinas, si te sientes mal grita para que te escuchen del otro lado de las cámaras, no andes vagando por la ciudad, no regreses muy tarde del trabajo. Ah, y recuerda que la oferta de Jorge sigue en pie, así que si te vas a mudar avisale con tiempo.
Asiento con la cabeza a cada cosa que dice mi mamá.
—Ya Linda, deja en paz al pobre chico.
—Pero es que jamás he dejado tan solo a mi bebé — contesta tomando mis mejillas.
—Pero ya no es un bebé, está lo suficientemente grande como para cuidarse solo — dice mi padre viendo la hora en su reloj.
Mi mamá me abraza y me aprieta con fuerza, dificultandome respirar.
—Mamá ya estoy mejor — digo separándome —, si no quieres dejarme solo aún puedo tomar un avión e ir con mi equipo.
—Eso no — responde seria —. Te vas a quedar aquí o en la casa de Jorge, no en otro lugar.
Mi papá rueda los ojos. Un ruido extraño proviene de la escalera, volteamos para ver a Samantha bajar una gran maleta, aparte, la mochila que lleva en la espalda.
—Cariño ¿que no vas a un campamento de supervivencia? — pregunta mi padre analizándola.
—Si, llevo solo lo necesario para sobrevivir.
—Bueno, debemos irnos — informa mi papá tomando la maleta de Sam — Nos vemos campeón, cuida la casa.
—Adiós hermanito, no hagas un incendio — se despide Sam.
—Lo mismo digo. No te vayan a hacer falta cosas en el campamento. Cuidate de las arañas, serpientes y bichitos que se arrastran sobre ti mientras duermes.
Ella pone cara de asco, me saca la legua y sale murmurando cosas que no entiendo. Mi madre me observa con ojitos de perrito abandonado.
—Estaré bien.
—Lo sé Ryan. Te amo mi vida, no lo olvides — dice dándome un beso — Y recuerda...
—Ya sé, ya sé — la interrumpo antes de que enumere más cosas.
El claxon del auto de mi padre suena afuera. Mi mamá me abraza otra vez y sale de la casa. Observo como se sube al auto, se despiden por la ventanilla, los veo alejarse de la propiedad, y de mí.
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Anónimos ||Pausada||
Teen FictionLa vida siempre da giros inesperados, y tal vez eso es lo que la hace divertida, la curiosidad de saber que te depara el destino. Sin embargo, la sorpresa no siempre es grata. Las vacaciones navideñas son una época para compartir con la familia y lo...