Me observo en el espejo de cuerpo completo en la oficina de Ana. Llevo puesto un vestido negro de falda suelta, con pequeñas mangas transparentes y unas zapatillas del mismo color. Mi cabello cae suelto sobre mis hombros.
Sin querer, mis ojos observan la puerta a través del espejo, pero esta vez mi papá no está allí. Suspiro y salgo de ese lugar para ir a la oficina de mi padre, ¿o debo decir mi oficina?
Todo se ha vuelto extraño. Personas vestidas de colores oscuros caminan por todos lados. Siempre ha sido así, pero ahora es muy diferente.
Entro a la oficina y cierro la puerta. Me dejo caer en el sofá que se encuentra por aquí, tomo mi celular y busco el número de Rebeca, aún no le he dicho nada, ¿debería hacerlo? Marco llamar antes de arrepentirme.
El teléfono suena aumentando mi nerviosismo. Al final alguien contesta en la otra línea.
—¿Hola? ¿Quién habla? — escucho una voz masculina del otro lado.
Estoy segura de que no es Rebeca.
—Hola, soy Cristhel. ¿Está Rebeca?
—¿Cristhel? — pregunta incrédulo — ¿La hija de Jorge?
—¿Si? — contesto dudosa. ¿Quién es ese sujeto?
—Hola. Soy yo, Felipe.
¿Acaso dijo...?
—¿Felipe? — pregunto confundida.
—Si — contesta conteniendo la emoción.
—No puede ser. ¿En serio eres tú? ¡Santo cielo! Cuantos años sin verte... O, escucharte — corrijo, ya que no lo puedo ver.
Escucho como ríe del otro lado de la línea y no puedo evitar sonreír. Por un momento se me olvida la razón por la que hice esta llamada.
—Ha pasado mucho. ¿Como has estado? ¿Todo bien?
—Sí, todo ha estado bien.
—Me alegro por ti. ¿Sigues en la agencia? ¿Tu padre como está?
—Si, sigo en la agencia. Mi padre... Supongo que está bien — intento no mentirle.
—Ya veo... ¿Y que ha sido de... Alexis? ¿Siguen siendo amigos? — pregunta en un tono que no puedo descifrar.
—Claro, seguimos siendo amigos — menciono intentando sonar feliz.
—¿Está por ahí? — pregunta con cuidado.
—No, él está...
—Cierto, lo había olvidado. Mi mamá me contó — me interrumpe — Y bueno, ¿cuál fue la verdadera razón de tu llamada?
¿La razón? Temo decírtela.
—Solo quería saber como estaba tu mamá, y mandarte un saludo — miento.
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Anónimos ||Pausada||
Teen FictionLa vida siempre da giros inesperados, y tal vez eso es lo que la hace divertida, la curiosidad de saber que te depara el destino. Sin embargo, la sorpresa no siempre es grata. Las vacaciones navideñas son una época para compartir con la familia y lo...